𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀 || Minlix

EP. 14

Rosé estaba en su consulta, y entonces llegó su novio Chan. ―¡Hola, mi vida! ―saludó con una sonrisa, luego le dió un suave beso en los labios―Oye, va a venir mi amigo Minho a tu consulta, su hija está enferma de una enfermedad extraña.

Rosé fingió una sonrisa y luego anotó algo en un papel. ―Vale, amor. Yo daré lo mejor de mí oara ayudar a la pequeña de tu amigo...hasta luego.

―¡Adiós, hermosa! ―Chan salió de la consulta de su novia

Rosé agarró su teléfono, marcó un número y sonrió. ―Si, Minho va a venir a mi consulta con su hija. Os la llevaré, no os preocupeis. Vosotros obtendréis vuestra venganza y yo mi dinero.

Minho estaba en la sala de espera mientras Eunmi estaba en la consulta de Rosé.

Yuna llegó y agarró a Eunmi desprevenida, así que la durmió.
Jungkook le dió el dinero a Rosé y luego ambos estrecharon la mano. ―Un placer hacer negocios contigo, Rosie.

―Ay! Si es que mi novio es tan listo ―Yuna besó a Jungkook sin importarle que Chanhee, su compañero, estuviera presente―y tan sexy.

Chanhee interrumpió el momento entre la joven pareja. ―¿Nos vamos ya? Me van a poner multa por estacionar en una plaza para minusválidos.

Yuna rodó los ojos y cargó a Eunmi en sus brazos―Si, ya vamonos.

Habían pasado varios días desde que esos criminales secuestraron a Eunmi.
Estuvieron intentando matarla, aunque siempre acababa pasando algo que les impedía hacerlo.
Querían matar a Eunmi ya que, gracias a información que les contó Rosé, era muy importante para Minho.

Y querían hacer de todo para herirlo y lograr que de alguna forma desapareciera de la mafia.

Lisa y los demás habían planeado salir―¡Choi! Vamos a salir un rato. Te quedas con el bicho. ―Dijo Lisa mientras agarraba su bolso y salía de la mansión

Chanhee asintió y miró a Jungkook, quien estaba apuntando una pistola hacia la niña. ―S-Si, señores.. no se preocupen....

Yuna, Lisa y Jungkook salieron de casa y Chanhee se quedó solo con la niña.

Chanhee estaba apunto de darle un vaso con droga para que se durmiera, pero vió a la pequeña Eunmi llorando y se le rompió el corazón. ―O-oye...¿por qué lloras?

Eunmi miró a Chanhee con una mirada llena de tristeza ―Extraño a mi papi, y a Minho. Llévame a casa por favor...

Chanhee sintió como su corazón se rompía en mil pedazos al ver a la pequeña sufriendo, y desató las cuerdas que la mantenían atada a la silla.

El pelirosa agarró su teléfono y llamó a la policía. Sabía que estaba poniendo en juego el resto de su vida, pero tenía que hacer que dejaran de hacerle eso a las personas inocentes.

Cuando el policía llegó, la niña corrió hacia el jefe de policía Sunwoo y lo abrazó.

Sunwoo era realmente serio y bastante idiota, pero cuando se trataba de niños dejaba de serlo.

―Pequeña, dime, ¿como te llamas y que ha pasado? ―preguntó Sunwoo mientras se agachaba a la altura de Eunmi.

Eunmi se limpió las lágrimas y luego dijo ―Fuí a la consulta con el novio de mi papá y luego ví a una chica llegar por atrás mío. Ya no recuerdo nada más.

Sunwoo asintió y se levantó. Luego caminó hacia Chanhee, quien estaba sonrojado por la presencia de el policía. -Has hecho bien en llamar a la policía. Eres lindo, ¿como te llamas?

Chanhee miró hacia el policía y volvió a bajar la mirada por miedo. ―C-Chanhee... Choi Chanhee.

Sunwoo abrió sus ojos en sorpresa ―Espera...tu eres traficante de droga...

Minho y Felix estaban completamente asustados al no encontrar a Eunmi por ningún lado.

Minho les dijo a Changbin y a Seonghwa que fueran a revisar toda la zona y cerca del hospital para que comprobaran donde podía estar Eunmi. Pero no encontraron nada.

Justo cuando creían que todo estaría perdido, vieron sirenas policiales afuera de la mansión.

Como eran policías, Minho no podía salir por ser parte de la mafia. Felix tampoco porque mató a Hyunjin y la seguían buscando. Así que Changbin salió, como niñero de Eunmi.

―Hemos encontrado a la niña -dijo el oficial Yeonjun mientras Eunmi corría hacia su "niñero"

―¡Binnie! ―Eunmi abrazó a Changbin con cariño y lloró en sus piernas debido a su baja altura.

Changbin levantó a Eunmi, cargándola en sus brazos―¡Gracias, señor! De verdad se lo agradezco.

Yeonjun rió y negó con la cabeza. ―No me agradezcas... De hecho, el oficial Sunwoo fué quien la encontró.

Changbin abrió mucho los ojos y río. ―¿Donde está? Quiero agradezerle en persona, si no es molestia, claro.

Yeonjun miro hacia el suelo y soltó una risa nerviosa. ―Bueno, el oficial Sunwoo ahora está...ocupado con un amigo.