El esposo perdido de Jeon Jungkook

Capítulo 2.

17:15

Hace varias horas que ya había pasado su hora de almuerzo y como era de esperarse él no probó bocado

Jeon, debes ir a comer algo — comentó su mejor amigo — desde mi oficina puedo oír a tu estómago rugiendo

Todavía no termino — dijo sin ánimos

Puedes terminar cuando regreses de alimentarte — intentó nuevamente, su amigo era todo un terco de primera, no había nadie que doblegara su palabra, nadie a excepción de su difunto esposo, él con solo una mirada podría hacer que el hombre rudo frente a él, se volviera toda una masita, era una lástima que él ya no estuviera en este mundo

Supongo que tampoco aceptas ir por unos tragos con nosotros — Jungkook soltó un suspiro, y paso ambas manos por su rostro, esta frustrado, cansado, agotado física y mentalmente, no podría seguir manteniendo su faceta de una piedra sin sentimientos, él solo necesitaba un abrazo y que le dijeran que todo estaría bien, pero sabía que eso no pasaría no cuando de quien quería recibir aquello era de su esposo

Creo que eso es un no — se paro del asiento y justo cuando estuvo por salir le dijo:

Todos en este lugar queríamos mucho a Taehyung, y comprendo que tú como su esposo jamás dejaras de hacerlo, pero entiende algo Jungkook, no puedes seguir así, tienes toda una vida por delante, no te tires al abandono, él te amó, y en cualquier lugar en el qué este ahora quizás lo siga haciendo, pero estoy seguro de que a él le hubiera gustado que sigas con tu vida, que vuelvas a amar, que tengas una fami...

No, yo jamás amaré a nadie, jamás me volvería a casar con alguien que no fuera él, y tampoco tendré una familia con nadie, entiende tú eso, mi corazón solo le pertenece a una persona y esa persona es mi esposo — escupió con enojo

Él ya no está aquí, debes dejarlo ir Jungkook, solo te haces daño — terminó de salir del lugar a segundos de que el adorno lanzado por el pelinegro aterrizará en su cabeza

Maldito idiota, todos lo son, todos son unos idiotas — la ira, frustración, cansancio, agotamiento y tristeza le habían llevado a su límite, las cosas en su oficina terminaron hechas trizas en el suelo, nadie se atrevía a entrar al lugar con miedo a que algo les cayera encima y ocasionará una herida en ellos, nadie excepto su cuñado

Jungkook voy a entrar, ten cuidado de lanzarme algo — informó girando el cerrojo tembloroso

¡Oh por dios, pero que ocurre contigo! — se acercó apresurado al chico, cuando notó la sangre escurrirse por sus nudillos

¡Fuera de aquí ! — apartó sus manos antes de que el castaño las tomara

Déjame revisar tus manos, necesito saber que tan grave son las heridas — intento tocarlas pero Jungkook se puso de pie y camino hasta quedar frente a la hermosa vista que tenía su oficina

Dije que te fueras, no necesito de tu lástima ni de  la de nadie, ahora largo de aquí — pronunció sin una pizca de compasión

No te tengo lástima, solo trato de ayu....

Bien quieres ayudar dime algo, Sabes por qué elegí está oficina, y no la que está en lo más alto del edificio — interrumpió sin mirarle, su vista estaba puesta en las personas pasando por las calles

No lo sé, ¿Por qué la elegiste? — se paro a un lado de él mirando a donde él lo hacía

A Taehyung le gustó la vista — su pecho dolió al recordar — él decía que al observar a las personas cruzar por las calles, le hacía sentir vivo, que cuando veía a las parejas pasear tomadas de las manos, imaginaba que éramos nosotros sonrió con nostalgia

sabes, un día vio a una pareja cargando a un bebé, él gritó tan fuerte que creí le había pasado algo, y fui a su ayuda, tan solo quería que yo los observara junto a él, pero solo pude centrarme en sus ojos en lo mucho que brillaban en ese instante — un nudo se formó en su garganta

le prometí que tendríamos un hijo Jimin, yo le prometí a Taehyung que adoptaríamos — permitió que las lágrimas rodaran por sus mejillas — el día del accidente discutimos por ello, aún no me sentía listo, él lo deseaba tanto, en verdad deseaba tanto ser padre, y al verlo salir de casa llorando por ello me sentí fatal, mi esposo estaba triste, así que lo seguí y me disculpe con él, le dije te amo y lo sostuve fuerte entre mis brazos si tan solo hubiera sabido que seria el último abrazo, Jimin, no lo habría soltado nunca, pero entonces nos dirigimos a el orfanato, lo íbamos hacer, adoptaríamos — su voz sonaba tan quebrada y el nudo en su garganta con cada segundo se volvía más doloroso, evitándole respirar correctamente — yo no pude cumplir con mi promesa Jimin, soy el peor de los esposos, no pude hacerlo feliz como él lo merecía, ¿Por qué tuvo que ser él quien muriera Jimin?, ¿Por qué no fui yo en su lugar?

Para Jimin fue doloroso escuchar aquella confesión, sus mejillas también estaban empapadas por las lágrimas, su único pensamiento fue abrazar al mayor como consuelo

Fuiste un buen esposo con Taehyung, todos somos testigos de ello, tú lo hacías muy feliz, lo tratabas como a un príncipe, siempre lo cuidaste como a un lindo muñequito de porcelana, lo amas con todo tu ser, y él también lo hacia, así que no digas que fuiste un mal esposo — dio golpecitos en la espalda del contrario

Pero yo deje que ese muñequito de porcelana se hiciera pedazos en mis manos, no pude protegerlo por siempre, como prometí en el altar al casarnos — soltó en un susurro

No fue tu culpa Jungkook, no sabías que los frenos no funcionaban — él nombrado se apartó del abrazo y tomó el abrigo sobre la silla en el escritorio

Lo fue, fue mi culpa no haber revisado el auto antes de permitir que él subiera, yo lo mate, mate a mi esposo— pronunció con impotencia — fue mi maldita culpa — se dirigió a la salida

¡No trates de conducir así, no te encuentras en las condiciones para hacerlo, deja que el chofer te lleve! — pidió el castaño  aún sabiendo que él pelinegro no haría tal cosa y dejaría que el chofer hiciera su trabajo

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