20:57
Jungkook permaneció en silencio, admirandole unos segundos. Taehyung se sentía extraño ante aquellos ojos tan oscuros fijos en él. Mordió su labio algo nervioso. El pelinegro siguió el movimiento concentrado, las ganas de tomar los labios ajenos entre sus dientes fue muy grande. Sin embargo, debía contener sus deseos, aquel no era el momento para ello.
¿Quieres/puedes? — pronunciaron al mismo tiempo. Ambos sonrieron.
Tú primero/Tú primero — volvieron a repetir al unísono. Jungkook rascó su nuca algo nervioso. Con un movimiento de cabeza indicó al rubio que hablara.
Yo...le pedí a Jimin que te llamara porque, quiero saber la verdad, Jungkook — indicó Taehyung, jugando con sus manos de manera nerviosa.
Por supuesto, lindo. Mereces saber todo, pero me gustaría que lo hicieras de a poco — respondió Jungkook, agachándose hasta quedar de rodillas al lado del rubiecito. Este sintió sus mejillas sonrojarse ante el apodo y acción del pelinegro.
Sabrás toda la verdad, cariño — susurró, atreviéndose a tomar su mano. Era tan suave como la recordaba, dio caricias con el pulgar sobre su dorso, el rubiecito le miró, sintiendo aquellos toques alocar su corazón — pero debes permitirme estar cerca de ti. Para poder calmar tus nervios, para aclarar tus dudas, y para demostrarte que mi amor sigue intacto.
Taehyung apartó su mano antes de que los labios del pelinegro rozaran su piel, sintió una punzada en la cabeza. Sus manos temblaron apenas, y una opresión en el pecho le angustio.
Beom...— susurró, mientras su vista se dirigió a la entrada.
Jungkook miró a la misma dirección. Sus manos se cerraron formando dos puños, se levantó de manera rápida y sin pensarlo se dirigió hacia la puerta. Pero antes de poder tomar el cerrojo, esta se abrió. Aquel hombre había ingresado.
Vante, cariño...
Aquellas habían sido sus palabras antes de sentir el fuerte golpe en su rostro, su cuerpo cayó al suelo en cámara lenta, mientras escuchó un pequeño grito de parte del rubio. Su mano se posó sobre la zona afectada, sintió el líquido tibio en sus dedos, su labio estaba partido. Miró hacia arriba, dos círculos oscuros parecían perforar su cabeza. Las grandes manos empuñadas con fuerza, haciendo que sus dedos se tornaran pálidos.
Será mejor que lleves tu asquerosa presencia fuera de aquí, o me encargaré de matarte con mis propias manos — advirtió el pelinegro. Beom llevó su mirada hacia el rubio. Este ya le miraba, su expresión era de preocupación, mientras cubría su boca con una mano.
Estoy bien, cariño. No te preocupes — habló manteniendo su vista en Taehyung. Jungkook volteó a mirarle. El rubiecito igual lo hizo, le miró por unos segundos, antes de volver su vista a Beom.
Soy...soy Taehyung — pronunció en cambio, su corazón podría salir de su pecho en cualquier momento, pero estaba decido a descubrir toda la verdad, lo que había ocurrido durante todos estos años, y recuperar sus recuerdos.
¿Por qué estás aquí? — preguntó el rubiecito.
Haeun, me dijo que estabas en el hospital. Así que vine tan pronto como pude ¿Te encuentras bien, amor? — pronunció desde el suelo.
No...yo no lo estoy, y no me llames más así — respondió el rubiecito en tono bajo — Quiero que seas sincero conmigo, por favor, Beom. Hablaremos y me dirás la verdad. Necesito que lo hagas.
El pelirrojo, cambió su semblante, volviéndose serio. Intento ponerse de pie, pero fue detenido por Jungkook.
Si se te ocurre decirle alguna estupidez, no te tendré compasión, acabaré contigo ¿Está claro, imbécil? — amenazó, tomando del cuello de su camisa. El pelirrojo le dio una sonrisa con total burla como respuesta. Y aunque sus manos picaron por volver a golpear el rostro de aquel idiota, Jungkook se contuvo.

ESTÁS LEYENDO
El esposo perdido de Jeon Jungkook
Romance¿Dónde esta mi esposo? - repitió exaltado y con temor de recibir aquella respuesta que jamás aceptaría Él ya no está con nosotros cariño - soltó su madre y sostuvo el cuerpo de su pequeño que se derrumbó en sus brazos No no no , él no... madre él...