Brainstorm -Theodore Nott

V -Question

Question

·Theodore Nott

Café y tabaco, ese era el mejor desayuno, y el único que tomaba. Aunque estaba remotamente prohibido fumar en Hogwarts, y mucho menos en el Gran Comedor, por lo que siempre me tenía que tomar mi café solo y fumar después en la sala común.

Sin embargo, en la mesa de adelante estaba cierta Gryffindor bebiendo té con tostadas. Yo odiaba el té, era la bebida más detestable que había probado. Pero podía deducir que a Nia Olsen-Fisher le encantaba.

Siempre estaba bebiendo té, quizás desayunaba cereales, fruta, pastas... pero siempre con el dichoso té. Y para la comida y la cena también no podía faltar el agua sucia. Cuando ella miró hacia arriba y se cruzó con mis ojos, aparté la mirada.

No era que la estaba espiando o algo así, pero era muy observador. Me gustaba leer a la gente, y por ende odiaba que me leyeran. Prefería pasar desapercibido mientras estudiaba cada detalle de todos.

―¿En qué piensas? ―preguntó Blaise Zabini, sentado a mi lado.

Diría que Blaise era mi amigo más antiguo, nos conocimos antes de ir a Hogwarts, ya que nuestras madres habían sido amigas.

―En nada, que sigo castigado.

Él se rió de mi pena. Todos se habían enterado de con quién y por qué me habían castigado, y durante esa semana era su tema de conversación favorito.

―Esperemos que no se te pegue algo de bondad de la Gryffindor―rió burlonamente Mattheo Riddle, mi mejor amigo.

―¿Te imaginas a Theo siendo un niño bueno? ―dijo Lorenzo Berkshire, el mejor de todos, burlándose de mí. Éramos una mala influencia para él.

Yo puse los ojos en blanco, tenía unos amigos muy idiotas, pero eran demasiado buenos para mí. Siempre había pensado que me merecía lo peor, estar solo, que no era bueno para nadie. Pero para ellos lo era. Eran lo mejor que me había pasado y no quería perderlos.

―Aunque hay que admitir que está buena ―añadió Draco, a lo que fruncí el ceño.

Levanté la cabeza de mi taza medio vacía con la mandíbula tensada, mirándole con unos ojos que podrían matar, o se callaba o lo callaba yo, y no amablemente.

―¿Quién? ―intervino Pansy, que se acababa de sentar al lado de Draco. Había estado obsesionada con él desde primer curso. Todos sabíamos que le gustaba, aunque sabía que Draco no pensaba lo mismo de ella.

―La Gryffindor con la que Theo está castigado ―contestó Blaise antes de meterse una cucharada de cereales a la boca.

―¿Olsen? ¡Pero si ella hizo que me castigaran! ―exclamó cruzándose de brazos, ofendida.

Te lo merecías, y ella no tenía la culpa.

―Parece simpática.

Audrey Jung, ella había sido la última integrante de nuestro grupo, a la que conocimos más tarde. Era un año inferior a nosotros, y era mejor amiga de Astoria Greengrass y Draco Malfoy. Al principio podía parecer una de las peores Slytherins, ambiciosa, astuta, manipuladora, pero cuando la conocías te dabas cuenta que era muy amable y encantadora.

―No lo es ―a Pansy le caía mal Audrey, aunque en mi opinión solo era porque Draco prefería pasar más tiempo con la asiática que con ella.

―¿Tú qué opinas, Daph? ―preguntó Mattheo, haciendo que todos nos giremos a Daphne Greengrass, ella no solía ser así de callada, y siempre daba su opinión sobre todo.