XIV -Wildest Dreams

134 18 9
                                    

Wildest Dreams,

Tenía que ser una broma.

Esa noche había soñado... Joder.

Theodore, había soñado con Theodore.

Era raro, yo no solía soñar mucho, pero lo había hecho, y con él.

Al principio del sueño estábamos en clase, y por alguna razón todo el mundo estaba bailando. Menos él y yo, que estábamos en el centro de la clase.

También recordaba a Dumbledore, y unos hipogrifos... Pero eso no importaba, porque después me había acercado a Theodore y...

Nos besamos.

Joder.

Pero no fue un beso corto, no, fue larguísimo. Cada vez se hacía más intenso y más húmedo. De pronto estábamos en mi habitación, solos y...

Y me desperté. Por mi alarma, ya era de día.

Me había preparado más rápido de lo normal y salí a correr en seguida, intentando borrar eso de mi memoria.

No sabía como sentirme al respecto, cada vez que cerraba los ojos lo veía a él, y a nuestro beso. Podía hasta sentirlo, era muy real, como si hubiera pasado de verdad.

Sentía una especie de terremoto en mi abdomen, era extraño... Nunca me había sentado así.

Y eso que no era mi primer sueño así, una vez hasta soñé que me enrollaba con el profesor Lockhart...

A ver, eso fue porque me gustaba, pero Theodore no me gustaba, ¿entonces porque me sentía así?

Me paré para descansar, había corrido con todas mis fuerzas. Lo de correr para "liberar mis pensamientos" no estaba funcionando.

Cerré los ojos, cogiendo aliento y intentando relajarme, pero al cerrarlos, vi los labios de Theodore.

No, no podía seguir pensando en eso, me iba a volver loca. No había significado nada, como todos los sueños. Era un sueño y ya. Nada más. Un sueño tonto del cual me olvidaría enseguida.

Volví adentro del castillo y me metí a mi habitación para darme una ducha fría, helada.

Por lo menos era sábado, así que podría descansar sin problemas, todo el día en mi sala común, con mis amigas, sin inconvenientes, sin chicos de Slytherin con ojos preciosos y labios demasiados besables.

No, tenía que dejar de pensar en eso. Sobre todo porque estaba yendo a desayunar, y eso significaría que lo vería, no podía pensar en eso cuando él estaba cerca.

―Hoy he soñado que ganábamos un partido de Quidditch contra Slytherin ―dijo Lexi por el camino―, pero en vez de en escobas íbamos en dragones.

―Qué miedo ―murmuró Lydia.

―Para nada, fue divertido. ¿Vosotras habéis soñado algo?

Sí, que le comía la boca a Theodore Nott.

Negué con la cabeza, y Gracie se puso a explicar su sueño que incluía a Rita Skeeter entrevistándola porque había descubierto que Dumbledore y Voldemort eran novios.

Yo no dejaba de pensar en Theodore por más que intentara hacer lo contrario. Luego llegamos al Gran Comedor, y para mi mala suerte, nada más sentarme ya había hecho lo que no quería hacer.

Había mirado a la mesa de Slytherin, y me encontré con la mirada de Theodore sobre la mía. Él se veía curioso, supuse que sería porque yo me congelé sintiendo que mis mejillas se calentaban, seguramente estuvieran completamente rojas.

Brainstorm -Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora