Capítulo 13

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Cuñada Favorita

Céline

— ¡Despierta floja! — entra Layla armando un alboroto, seguida de Kate, alzan las cejas al ver que ya estoy lista.

— Okey, eso es nuevo — Layla ve el collar ignorándome.

— ¿Verdad que es lindo? — le dice Kate con una sonrisa radiante.

— Es muy extravagante, se vera muy exagerado en tu cuello, pero tu llévalo — Kate la ve con el ceño fruncido, oculto la sonrisa ante el comentario de Layla.

— Deja la envidia mujer o por lo menos ocúltala — habla Kate, pasando a su lado.

— Vamos ya todo esta listo y por los acontecimientos de ayer ya no pudimos ensayar—informo calmando el amiente tan tenso que se forma en segundos, Kate asiente y Layla sale de mi habitación sin decir ni una sola palabra.

— ¿Qué le pasa? — Kate me observa.

— Parece que a ella si le molesto que dejaras a mi hermano plantado ayer y corrieras a salvarle la vida a Dimitry — es razonable, Layla y Leo son mejores amigos.

— No la culpo es su mejor amigo — Kate asiente con enojo, siempre le ha parecido mala esa amistad, suelta un suspiro no dice mas solo deja un beso en mi mejilla y sale de la habitación bufando. 

Papá entra observa a la castaña salir de mi habitación la observa con el ceño fruncido sin comprender el por que va molesta, me observa y me da una sonrisa cálida camino hacia el y lo abrazo — mi pequeña — besa mi mejilla — hoy es tu día — asiento. — ¿Qué pasa pequeña?, tu nunca estas en silencio. ¿Hay algo que tengas que decirme? — bajo el rostro.

— Pienso terminar con Leonardo — mi padre sonríe abiertamente, lo veo con el ceño fruncido.

— En hora buena —lo observo con el entrecejo fruncido —no me culpes, no me agrada para nada, ya sabes lo que digo sobre los hombres que te tratan con guantes de seda al principio — asiento.

— Las peores bestias son las que se ocultan entre lo bello y delicado — cito la frase

— Los monstruos se disfrazan de hombres perfectos — la voz de mi abuelo nos hace girar.

— Los demonios, son criaturas que le rinden reverencia a la belleza — dice mi padre sin soltarme, me estrecha contra su pecho, me aferro a mi padre absorbiendo su aroma.

— Pero el diablo, el no se oculta, no se disfraza, mas si se inclina. El no toca la belleza con guantes de seda, el es crudo y descarado —decimos los tres al mismo tiempo.

— ¿Le contaste la historia? — pregunta mi abuelo y mi padre asiente, veo como mi abuelo niega.— Es una historia muy sangrienta, como le cuentas eso a una niña — reclama mi abuelo, ya no soy una niña, frunzo el ceño ante mi pensamiento.

— Pregúntale cual es su parte favorita — le dice mi hermano desde la puerta, lo observo esta recostado en el marco de la puerta con una sonrisa radiante, se incorpora llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón.

— ¡Oh, cállate! —reclamo, este se ríe.

— ¿Estas lista para tu presentación? —pregunta mi padre con preocupación, asiento decidida.

— Tenemos que irnos —comenta mi hermano intentando salir de la habitación Emmet Hofmann escabulléndose eso es nuevo. 

— ¡Emmet, regresa! — le dice mi abuelo — te sancionaron por tener sexo en los dormitorios contrarios — oculto una sonrisa ante el reclamo y el gesto de mi padre.

Melodiosa Tentación (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora