Subimos hasta mi piso y rebusqué entre mi bolso para encontrar las llaves de casa.
Una vez dadas con ellas abrí y Chico vino corriendo desde el comedor para saltar y olfatear a mi acompañante.
- Chiquii, ven que te pongo de comer y ahora vamos a la calle a pasear.- le dije a mi hijo perruno, el cual al escuchar comer y calle se le levantaron las orejas y empezó a mover la colita con entusiasmo.
Fui hasta la cocina para coger el pienso mientras Gavi se entretuvo con el perro.
- Creo que le has caído bien, pero no tanto como a Nil.- Ya le he hablado de uno de mis mejores amigos en el desayuno. Así que supongo que si me ha escuchado se situara un poco.
- ¿Quién era Nil?- pregunta. Pos no no se ha enterado.-¿ El moreno de tu ciudad que me has dicho?.
-Sip- contesté. Si se ha enterado.
- Me voy a ganar a este perro. Más que tu amigo Nil. ¿A qué sí Chico?- le habló al perro mientras le rascaba la barriga.
- No se yo eh- dije riendo.
- Ya verás que si. Me voy ya que no quiero molestar en tu relación perruna, que tendrás que sacarlo y hacer todo lo q no has podido hacer esta mañana.- dice despidiéndose.
- En cuanto te lave la ropa te la devuelvo que me sabe mal que te la lleves sucia- le comenté señalando la camiseta con su nombre y los pantalones cortos.
- La camiseta te la puedes quedar, total me dan dos por partido, no me preocupa. Además ya tienes camiseta para ir a algún partido a Montjuic . Y los pantalones ya me los darás. Así tengo excusa para verte. - Dijo guiñándome un ojo y dándome un beso en la mejilla antes de irse por la puerta.
Borré la sonrisa de mi cara al darme cuenta de ella y me fui a mi habitación para cambiarme de ropa antes de salir con Chico a la calle.
Me puse un chándal corto beige con las crocs que tienen pins de coches y uno de Chico. Agarré las llaves de casa y salí.
Iria aún no había llegado a casa, no me extrañaba pero le tocaba a ella la comida así que ya podía volver.
Di un paseo por las calles cercanas a mi apartamento para no tener que caminar de vuelta. Chico hizo sus necesidades y unos 10 minutos más tarde ya estábamos entrando en casa.
- Hola mi chico guapo- saludó mi compañera a nuestro perro.
- Hombre la desaparecida. ¿Qué tal con Balde? Cuéntamelo ya.- le dije sentándome en el sofá.
- ¿Qué te parece si mientras cocino tu pones la mesa y te cuento todo durante ese proceso?- me propuso.
- Venga va-
Ella empezó a cocinar lo que creo que era el lomo que sobró el otro día junto a algo de verdura para acompañar. Pero no empezó a contarme.
- A ver empieza ya- le dije mientras cogía los tenedores.
- A ver, me fui a su casa, pero porque el me lo propuso. No me auto invité que eso no me gusta ya lo sabes. Y pues una cosa llevó a la otra, el alcohol hizo estragos y pos pasó lo que tenía que pasar.- explicó- eso si, tiene una pedazo de casa que perfectamente podría ser el doble de nuestro apartamento pero con dos plantas y jardín.- Siguió describiendo la casa del futbolista.
-Pues supongo que será por la pasta que ganan porque la casa de Gavi es mas o menos igual.- me informé yo.
-Eso eso, ¿y tú que?- me preguntó esta vez ella.
- A ver, no mucho. Pedri nos iba a llevar a cada uno a casa pero como el pobrecito iba medio mal y eran las tres pasadas pues me dijo de quedarme en su casa para que el canario no tuviera que dar toda la vuelta por Barcelona ya que vive en la urbanización de al lado de él o algo así. Y pues puso el colchón de la habitación de invitados en el suelo de su habitación. - le conté
Seguimos contándonos la noche de ayer más la mañana de hoy hasta que la comida estuvo hecha y comimos con la atenta mirada del chucho.
A Iria y a mi nos surgieron miles de preguntas más. Pero cuando acabamos de comer recogimos la cocina y nos fuimos al sofá a ver la clasificación de la fórmula 1. Nuestros padres nos habían enganchado y no había finde de carrera que no nos tragásemos en el sofá, con mantas, dependiendo de la época, palomitas y un par de bebidas.
Estuvimos al rededor de 1h viéndolo. Cuando acabó bajamos al parque de al lado para pasear al perro y que pueda hacer sus necesidades en la calle.
Aprovechando el momento nos pasamos por un par de tiendas para comprar cosas necesarias para casa. Yo me quedé con Chico fuera porque en la tienda no admitían perros. Así que mi amiga fue a buscar lo necesario por mi.
Al cabo de 5 minutos vi como Iria salía de aquel lugar con las manos vacías y con el teléfono enganchado a la oreja.
-Me quedo con Chico, es Balde- dijo señalándose el móvil.
Entré allí a por un par de especias para la comida, chuches junto a palomitas para nuestras pelis de domingo y una botella de Fanta y otra de Nestea.
A Iria y a mi nos encantaba sentarnos los domingos por la tarde, después de la carrera, a ver películas de todas las plataformas las cuales teníamos pagadas.
Fui hasta la caja para pagar todo lo que llevaba entre manos.
Una vez hecha dicha operación salí de la tienda y busqué a Iria con la mirada. Me la encontré sentada en un banco acariciando a Chico, pero aún hablando por teléfono.Cuando vi que me acercaba empezó a despedirse del moreno que se encontraba al otro lado de la línea.
-¿Que te ha dicho ese hombre?- pregunté en un tono vacilón.
-Nada interesante- contestó ella.
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Os dejo uno de relleno por aquí.
Ya sabéis, no está revisado, pero es para dejaros algo🫡~d~
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PROMESA | Pablo Gavi
FanfictionUn simple encuentro puede ser decisivo en tu futuro, pero, ¿Una simple pregunta? ¿Scarlett caerá junto al futbolista de élite del FCBarcelona tras intentar lo contrario? ¿Será ella la que ponga los límites, o la que los sobrepasará? ¿Puede él promet...