ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

CAPITULO 46

ARIA💠

– Debería sacar una foto de este momento, no imágene verte frente a mi con una arma apuntándome a la cabeza. – me dice con soberbia, su actitud me desagrada, parece confiado en que no le haré nada si llega a acercarse.

– Yo tampoco imaginé que alguien asesinara a mi hijo, mucho menos que fueras tú quien lo hiciera. –  mi garganta quema, al igual que todo mi cuerpo al tenerlo frente a mí.

– ¿Tanto amas a ese bastardo?... ¿No decías amarme con toda tu maldita alma?... – escupe con amargura.

– Al único bastardo que ame eres tú... Por supuesto que te ame... Pero ahora lo único que siento por ti es desprecio... – gruño adolorida, lastimada por el daño que nos hizo.

– ¿Estás segura?... Aunque ames a ese hijo de puta... – coloca uno de sus pies en el siguiente escalón, avanza y me pone nerviosa su acercamiento, por lo que tenso más el arma en mi mano. – Se que lo te hacía sentir en la cama era real, tus gestos, tus gemidos... Tus putos orgasmos eran reales, y yo te los causaba. – odio la forma tan soberbia de hablar de nuestras noches, momentos que fueron tan especiales para mí.

– Da un paso atrás, no te acerques más Agust-D... – mis sentidos entran en alerta al sentirlo más y más cerca, mi cuerpo se tensa y la sensación de vacío y terror vuelven como un dejavu, al recordarlo frente a mi con su arma apuntándome en la cabeza.

– ¿Ahora soy Agust-D?... Ya no más Yoongi... Ya no soy más "tu amor"... Todavía tuviste el descaro de decirme así aquel día en que tenía planeado acabar contigo.– el flash de aquel día  vuelve a mi, su rostro sin expresión, decidido a acabar con mi vida como si no fuera nada.

– Eso es lo fuiste para mi, eras mi amor, la persona por la cual di mi vida, fue por ti que me entregué a los Wang, soportando todo lo que me hicieron... Lo aguante todo por ti... Pero cometiste el peor error de tu vida. – siento como todo mi cuerpo arde al recordar lo vivido en aquel lugar.

– Yo jamás cometo errores, así que deja de repetirlo. – dice molesto, da un nuevo paso hacia el siguiente escalón, yo doy otro, pero hacia atras.

– ¡¡Señor Min, agachese por favor, abriremos fuego ahora!! – por lo menos 5 hombres llegan al inicio de los escalones tomandonos por sorpresa.

– ¡¡Noo, no disparen, puede escapar!! – escucho a Agust-D gritar a sus hombres, pero es demasiado tarde, abren fuego, yo aprovecho el humo que la pólvora que las armas deja con cada descarga para correr hasta el final del pasillo.

Haneul sale de la habitación con un arma, me persigue apuntándome con esta, la primera bala da aún lado de mi pie izquierdo, una gran ventana me recibe, acorralandome, no tengo de otra, debo saltar, los disparos de esa mujer rozan mi piel.

– ¡¡Basta Haneul, no dispares, la quiero viva!! – una vez más la voz de Agust-D se escucha a lo lejos.

– Nos estaremos viendo Haneul, tenemos una cuenta pendiente. – una de la balas rompe el vidrio de aquella ventana, salto sin mirar hacia atrás, pero se  que tanto ella como el, me miran furiosos por no poder capturarme.

Me valanseo por el fijo de la ventana hasta tomar el suficiente vuelo para caer sobre el techo del primer piso, lo logro con un poco de dificultad, salgo corriendo, sorpresivamente para mí, no hay lluvia de balas, es como si Agust-D quisiera jugar a cazar a su presa.

Un poco mal trecha salgo del jardín de esa casa, de esa mansión donde viví un pequeño cuento de hadas, uno que al final del día se convirtió en una historia de terror.