Amor Incondicional (Leah Clearwater x Fem) PAUSADA

-Idiotas y Egoistas-

Podía sentir lo dura que estaba Leah, sus manos grandes tomándome por la cintura y esa gran dureza que tenía sobre mi trasero.

Moví mis caderas buscando más contacto, y Leah solo me apretó más hacia ella dando pequeñas estocada sobre mi trasero, moví mis caderas en círculos buscando algo de alivio. Hasta que escuché su ronca voz en mi odio e hizo que abriera mis ojos con sorpresa olvidándome de todo el sueño que tenía.

-Sigue frotando tu trasero así y me importará una mierda la puerta abierta y te follare hasta que grites mi nombre.- Joder Leah si estaba aquí en su cama conmigo, pensé que era un sueño, un delicioso sueño.

Me separé rápidamente de ella empujándola de la cama haciendo que cayera al piso.
-¡Auch!, Izzy eso dolió.- Leah exclamó ofendida desde el piso, sobando un poco su espalda.

-¿Qué haces aquí, que no dormiste en el sofá?.- Preguntó confundida ni siquiera me di cuenta cuando se acostó conmigo.

-Después de una pequeña discusión con mi madre de que tú debías de dormir conmigo, ella accedió pero solo con la puerta abierta.- La vi rodar sus ojos con fastidio, sabía que ella no quería solo dormir.
- Cuándo llegué estabas dormida, imagino que estabas cansada porque no notaste cuando me metí a la cama y te abracé antes de dormir.-

Y no es que estuviera muy cansada, el aroma de Leah siempre me relajaba y me había sentir segura, así que en cuanto toque la cama caí en un profundo sueño.

Leah se levantó del suelo dejando ver su gran erección por debajo de su pijama, traía puesto solo un top en la parte superior dejando ver sus abdominales marcados y yo solo quería pasar mi lengua por cada uno de ellos, también traía un pequeño short pegado a su cuerpo que no dejaba nada a la imaginación, mordí mi labio inferior, sin apartar la vista de su erección. Quería meterlo todo a mi boca, hacer que empuje en lo más profundo de mi garganta haciendo que se corra tragándome todo de ella, pero joder que este no era el lugar.

Me tenia hipnotizada, que no me di cuenta que se acercaba a mí hasta que sentí sus labios sobre los míos, pidiendo permisos con su lengua para que abriera mi boca y lo hice, haciendo que su lengua explorara todo de mi.

Abrió un poco mis piernas metiéndose entre ellas y pude sentir su dureza tocando mi centro. No pude evitar soltar un gemido de placer, pero rápidamente rompí el beso separándome un poco de ella.
Junte nuestras frentes, nuestras respiraciones eran un desastre y el cuerpo de Leah se sentía demasiado caliente.

-Amor, no podemos.- Subí mis manos por su pecho hasta llegar detrás de su nuca acariciando un poco su cabello dejando pequeñas caricias en el.
Leah aún tenía los ojos cerrados y sabía que estaba tomando todo su autocontrol para no desnudarme y enterrarse en lo más profundo de mi.

-Lo sé, lo siento, necesito una ducha fría iré al baño de Seth, tú puedes hacerlo aquí.-Dijo dejando un beso en mi cabeza para luego levantarse, camino hacia su clóset sacando una toalla la cual colocó entre sus piernas para después dejar la habitación.

Todo con Leah era intenso y siempre ha sido así, pero ahora que su parte lobo despertó lo es aún más, suspire rendida dejándome caer en la cama abrazando su almohada para que su olor me calmara un poco, cuando escuché unos toques en la puerta.

-Buenos días Eliza, ¿Dónde está mi tonta hija? Espero no te haya dado problemas anoche porque la dejé dormir aquí.- Habló mirando el cuarto buscando como alguna señal de si habíamos hecho algo malo, yo aproveché que su mirada no estaba en mi, arreglando un poco mi cabello y tapándo mi cuerpo aún más con la almohada.

-Se está duchando en la habitación de Seth y no, no me dio ningún problema Sue, no te preocupes.- Le miento vilmente en su cara, si supiera que ahora mismo de seguro su hija se está encargando sola de su asunto entre sus piernas.