Varios días pasaron lentamente para los cansados viajeros.
Sesshomaru tenía una resistencia diferente para los humanos, que con sus pies llagados apenas podían seguirle el ritmo. Después de aquel acercamiento, Kagome guardó distancia del demonio peliplata, pero no podía dejar de pensar en ello.
Sentía vergüenza pero también no podía negar la enorme atracción que sentía por ese frío yokai.
¿O tal vez estaba confundida por la reciente acción de Inuyasha?
Ya ocultándose el sol, decidieron tomar un descanso, convenciendo a duras penas a líder que quería llegar pronto a su castillo.
El lugar no era muy diferente a los otros que habían echos parajes, este también estaba rodeado de árboles tan altos que casi tapaban la escasa luz solar.Sesshomaru no demostró en ningún momento el estar completamente confundido y enojado consigo mismo; pero el haberse comportado así con la sacerdotisa escandalosa lo tenía en un vaivén de sentimientos nuevos.
Era una simple humana, ruidosa, nada elegante y frágil. Pero algo en ella lo llamaba como el polo opuesto de un imán.
Esa noche, tenía una duda..y quería despejarla, nadie podría sacar la idea de su mente, así que decidido lo comenzó a llevar a cabo.-Monje- se dirigió a Miroku
Éste respondió quedando a su lado de un momento a otro.
-Escucho a unas pequeñas presas en aquel lugar- señaló hacia el oscuro bosque -vé y cazalas para que se alimenten- le ordenó, atajando el paso de la morena.
-Tú te quedas- dijo mirándola de mala manera
-No. Acompañaré a Miroku..- pero solo bastó la mirada del despiadado demonio para que su amigo prácticamente desapareciera entre la maleza del lugar
-Quería ir con él- le reprochó como una niña.
-Y yo quiero que te quedes aquí- respondió acercándose como felino.
-Tengo una duda, humana. Y quiero..- deslizó su haori para quedar semidesnudo. -confirmarlo- terminó su frase.
Para ese entonces,Kagome temblaba asustada, no el miedo de que podía correr peligro, si no el miedo que le producía al descubrirse exitada.
-Nos pueden ver..- susurró con rubor en sus mejillas.
-Levanta una kekai. Pero te advierto..si la dejas caer. Te castigaré-
El demonio quería jugar sucio.
Pero a ella le gustaban los desafíos, después de todo era la guardiana de Shikon, no podía acobardarse por tan poco.
Hizo caso a lo que le pidieron y así levantó una poderosa barrera que anulaba no sólo las miradas de algún posible errante, sino que anulaba el ruido del exterior.
Sesshomaru parecía disfrutarlo, y levantó una ceja, demostrando sorpresa.-¿Porqué una barrera tan fuerte?- preguntó de manera burlona.
La tomó de sus hombros y le habló a su oído.
-Desvistete- ordenó.
La chica parecía estallar de vergüenza, pero sus manos parecían tener vida propia. Lentamente, se comenzó a quitar sus prendas sin dejar de ser observada.
Quedando en ropa interior la mirada de Sesshomaru cambió a una de sorpresa.-¿Que es eso?- esa pregunta casi arruina el momento ya que la chica contuvo la risa inminente que quería escapar de su boca.
-Es..ropa interior- simplemente le respondió.
Sesshomaru la miraba extrañado, eso jamás lo había visto antes, pero le daba cierta adrenalina descubrirla lentamente.
Se sentó en su lugar y con sus manos indicó a Kagome separar sus piernas y ubicar una a cada lado de su rostro. La respiración de la azabache parecía aumentar con cada movimiento de él, y para cuando usó una de sus afiladas garras para rasgar la prenda inferior creyó desfallecer entre sus brazos.
El demonio solo acercó su boca directo a su feminidad y despacio comenzó a lamer.
La intensidad fue aumentando paulatinamente pero cuando ella quiso corresponder el vaivén de su lengua sincronizando sus caderas, la barrera pareció tintinear.-Va a caer- le comentó él, separando sus labios del femenino manjar.
Con los ojos fuertemente apretados, Kagome trató de concentrarse para que la maldita kekai no desapareciera.
Sonriendo de costado, Sesshomaru se enfocó en volver a su vagina, ya para ese momento, empapada en sus fluidos. Del mentón del peliplata resbalaba la lubricación de quien recibía su lengua como látigos en su clitoris. No podía haber mejor sensación que esa. Sus piernas flaqueaban pero se mantuvo en aquella incómoda postura solo para recibir esa clase de sexo tan vulgar que estaba descubriendo..
En violentos espasmos, llegó su primer orgasmo. Se vino en la boca de Sesshomaru quien la recibía con lamidas que parecían ser sobrenaturales.-Ahhh...- se animó a gemir antes de caer sentada sobre las piernas de su nuevo compañero de viaje
Y con ella, su kekai también lo hizo.
-Bien mijo. Pudiste mantenerla- remarcó con lo que sería una sonrisa.
-¿Que..que pretendías?- susurró agitada sobre él. ¿Que querías comprobar?- le cuestionó.
-Si tu esencia sabía igual que tus labios- confesó mirándola.
Ella en silencio, solo esperó más palabras que no llegaron. En cambio, sólo desvió el tema.
-No quiero que uses más estos artefactos-señaló molesto a lo que una vez fue una braga.
Kagome estalló en risas abiertamente.
Sesshomaru la observaba ofendido.
Y para cuando el moneje llegó no entendía las actitudes de ninguno de los dos.●●●●●●●●~●●●●●●●●●~●●●●●●●●
-Duerme conmigo Inuyasha- Sango le insistía a unirsele a ella en el mismo futón.
Varios días errando hasta que llegaron a un pueblo y a cambio de hospedaje y comida, cazaban algunos monstruos y demonios que rondaban en las afueras de éste.
-No,Sango..- le respondió por sexta vez en la noche.
-Hace mucho frio- la chica intentaba persuadirlo a como dé lugar.
-No importa. Yo estoy bien aqui- Inuyasha seguía firme, aunque le costaba aún mantener distancia por la delicada época que estaba atravesando.
El celo yokai era algo que no podía resistir cualquiera, sus instintos más primitivos salían a flote y solo pocos podían ignorar esos impulsos.
Inuyasha intentaba pero con Sango insistiendo tanto, se le hacia cada día peor.
Para tratar de ganar oportunidades, la castaña aprovechaba cada oportunidad de insinuarse, y esta noche no sería la excepción.
Separó sus piernas desnudas en el futón, de la pequeña choza que les habían prestado y le brindó una escena escandalosa a su compañero que miraba asombrado su audacia.
Comenzó a gemir y a frotar su entrepierna descaradamente, masturbandose sin pudor alguno mientras lo miraba directo a sus brillantes orbes dorados. La dureza debajo de su hakama fue imposible de disimular, así que tratando de escapar de su posible acción se paró de un salto de aquel rincón en el que se encontraba casi amurado.-Mm..ven..ahhhh...Inuyashaaaa- susurraba Sango extasiada con sus caricias.
Inuyasha no lo soportó y huyó dejándola molesta y frustrada.
-Ya lo verás Inuyasha. Serás mio- reafirmo golpeando el suelo de madera.
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Frio
FanfictionLos personajes y la serie no me pertenecen. El fic si es de mi autoria. (Fue mi primer fic 🥲) Lo subiré con cambios ya que esta cabecita no retiene nada🙈 💐Sesshome💐 ERA FEUDAL ⚠️ Contenido lemon. Mucho lemon ⚠️