: ̗̀➛𝐃𝐄𝐋 𝐁𝐎𝐒𝐐𝐔𝐄. ㅡᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ·˚ ༘ 🍓✔️

୧ ׅ𖥔 ۫ VII: Escarlata. ⋄ 𓍯

Taehyun ha sido un rebelde desde que tenía memoria, más por culpa de su estricto padre cómo la mierda. Siempre diciéndole lo que podia hacer o no, al ser el mayor y un Alfa, tenía que darle ejemplo a sus hermanos, un beta y una Omega, hasta el momento en que nació su último hermano. Era un Alfa dominante, Taehyun podía ser un Alfa de alta categoría, pero estaba por debajo de un Alfa dominante.

De ahí la atención y la presión de su padre sobre él se esfumó por arte de magia y ahora el "pequeño y perfecto" Kai era el centro de atención. Eso hizo que la rebeldía de Taehyun fuera de mal en peor, robaba las tarjetas de crédito de su padre, conducía ilegalmente aún siendo menor, hizo muchas cosas.

Y todo lo pasó de castigo pero su padre apenas le miró para regañarlo, solo eso. Cuando cumplió dieciocho se lleno de tatuajes, se pintó el cabello de negro, se hizo perforaciones y cambió su nombre a Yugyeom, su madre le miró con reproche, al igual que su hermana con un toque de lástima, su hermano beta fue más indiferente a lo que hizo, pero su padre, a ese Alfa se le metió el demonio.

El mayor gritó y exigió que de alguna forma se quitase eso, pero era irreversible. Wonho no podía creer que el hijo de una "prestigiosa" familia, claro, la imagen ante todo.

A Taehyun le valió tres hectáreas de mierda y siguió con sus fechorías. Pero aún así, de alguna forma se mantuvo en sus estudios y ahora estaba por terminar la universidad, poder formar su propia empresa y destruir la de su padre para no dejarle nada a su "pequeño hermanito".

Le seguía jodiendo la vida a su viejo cómo de costumbre, pero sabía que eso era solo temporal antes de destruirlo todo por completo. Así que mientras tanto seguiría con sus fiestas y Omegas bonitas en su cama, era otra cosa que amaba de tener dinero, sabía que muchos lo buscaban por beneficios propios.

Pero eso no impedía que las mujeres y hombres le cayeran cómo moscas a los pies. Sin embargo, había un Omega que despertó su interés más allá que sólo sexual, ese Omega tenía nombre y apellido; Jeon Jungkook.

El pequeño ratón amarillo que se la pasaba pegado a los libros. Supo de él cuando entró a la universidad, casi chocan una vez contra el otro, ese día Yugyeom iba con una de sus conquistas colgada del brazo y el rubio enterrando su nariz en su grueso tomo.

Puede jurar que al ver esos ojos tan verdes y grandes, llenos de inocencia y vida. Una sed desconocida despertó en él, lo quería corromper, verlo llorar y gemir. A pesar de que no fuera tan atractivo cómo las porristas que siempre intentaban llamar su atención.

Jungkook no era así, era pequeño, adorable con sus grandes sudaderas y su sonrisa. Yugyeom quería averiguar si podía transformar esa linda expresión por una más lasciva, sin embargo, el Alfa de ojos azules era un asco tratando de llamar la atención de la persona que le interesaba.

Siempre trataba de lucir sus dotes frente al Omega, mostrando sus grandes cantidades de dinero y lo que obtenía con él, alardeando a los cuatro vientos  lo bueno que era en la cama y las otras Omegas hacían una parte del trabajo diciendo lo atractivo que era.

Aunque el Omega apenas miraba en su dirección, y Yugyeom no lo entendía, ¿Por qué no lo buscaba rogando una oportunidad para estar con él? Eso era algo inaudito, Jungkook debía de estar arrastrando sobre sus pies igual que los demás. Pero no era así.

Ni deseo, ni envidia o celos, nada sirvió. El apodo Kooki llegó por una equivocación de la cual nunca se disculpó, ni pensaba hacerlo, pero al ver el rostro levemente molesto cuando lo llamó así le hizo querer seguir molestando al Omega de alguna manera para ver sus reacciones.

Aún así no era más que molestia o fastidio, Jungkook solo aparecía cuando los demás lo necesitaban y después se iba a su rincón para estarse allí hasta que fuera necesitado de nuevo. Yugyeom también tenía una vida muy ocupada cómo para estar siempre detrás del rubio aunque lo miraba y vigilaba cada vez que entraba en su rango de visión.