02. the new boy

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Cuando Annabeth le dijo que necesitaba su ayuda para algo super importante y secreto Diana jamás imagino que sería para acosar al novato que había matado a un minotauro

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Cuando Annabeth le dijo que necesitaba su ayuda para algo super importante y secreto Diana jamás imagino que sería para acosar al novato que había matado a un minotauro.
Allí viéndolo dormir, ella no podía entender como había derrotado a tal mounstro con esos brazos de fideo.

— Babea mientras duerme.— hablo mientras hacia una mueca a la par de Annabeth.— Si este chico llega a ser el indicado me tiraré de un puente.

La chica morena reprimió una sonrisa.
— Nos llevará a nuestra primera misión, puedo sentirlo.— hablo con emocion suprimida mientras entrelzaba su brazo con el de ella.

Diana solo suspiro para luego rodar los ojos con cariño.
—De acuerdo, confío en ti. Ahora, ¿Podemos irnos? esto es aterrador.

Antes de que Annabeth pudiera responder el chico soltó un quejido.
Diana fijó su atención en el, solo le había echado un vistazo pero ahora le presto especial atención: su cabello ruloso color arena que desde su vista parecía suave, tenía un par de pecas aquí y allá demasiado pequeñas para notarlas si no lo observabas con atención. Sus ojos eran de un sorprendente color azul, pero no como un azul cielo si no como el océano en un día soleado.
Era lindo, Diana hizo una mueca ante ese pensamiento.

Salió de sus pensamientos cuando Annabeth se movió ansiosa hacia delante, arrastrandola con ella.

— ¿Qué ocurrirá en el solsticio de verano?— preguntó su amiga inclinándose hacia adelante observando al rubio.

El chico somnoliento miró fijamente a Annabeth para luego desviar su mirada hacia ella mientras parpadeaba.

— ¿Qué?— preguntó el chico sin quitarle la mirada de encima.
— Annabeth parece que ni siquiera recuerda su nombre.— señale mientras le pinchaba la mejilla con un dedo al niño desconocido.

Ella miró alrededor, como asustada de que alguien la oyera.
— No interesa, ¿qué pasa? ¿qué
fue robado? ¡Nosotros sólo tenemos algunas semanas!— demando
—Lo siento. —Dijo entre dientes. —Yo no...

Alguien llamó a la puerta, desesperadamente Diana miró a su alrededor y tomando la ambrosia de la mesita de al lado se la inserto en la boca al rubio sin pensar demasiado.

ᴍᴀᴅ ᴡᴏᴍᴀɴ, pjoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora