Capítulo 5 - Tu enamoras a cualquiera [Reverse]

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Se iluminan las estrellas, las flores se ponen bellas
Y las nubes se dispersan contigo
No existe quién no te quiera, tú enamoras a cualquiera
Y hoy la historia se repite conmigo


El cuerpo de Matías se sentía cálido al contacto con el suyo.

Era lo que pensaba Enzo mientras se dejaba abrazar por el alfa más joven y menudo. Matías olía delicioso, a seguridad, a calma, a hogar, como siempre había olido aunque él no hubiese querido hacer caso de sus instintos, ni escuchar su conexión.

–Vamos, precioso.

Siguió al alfa que lo tomaba de la mano sin prestar mucha atención sobre a donde lo llevaba. Después de lo que había visto y sentido aquella tarde su mente estaba como en una especie de limbo, sin querer reaccionar a nada que no fuese ser guiado. Su omega interior se deslizó rápidamente y él dejó que pasara. Después de todo aquel era su compañero -quisiera él o no- y sabía que iba a estar en buenas manos.

Dejó que Matías lo guiase calle tras calle, sorprendido de que pareciese saber tan bien a donde estaban yendo. Después de todo, estaban en Montevideo, una ciudad prácticamente desconocida para el alfa, que traía poco más que lo puesto.

Había venido, tal y como dijo.

Ahora sabía que Matías Recalt siempre cumplía lo que prometía.

***

Matías estaba preocupado. Enzo Vogrincic era muchas cosas, pero un omega sumiso no era una de ellas. Después de todo, había impuesto su voluntad ante sus instintos y le había rechazado, marcando límites. Fue doloroso, pero supo cuán obstinado podía ser el omega.

Por más que quisiera no podía dejar de pensar en que aquel Enzo no se parecía en nada al dócil omega que se dejaba guiar sin oponer ninguna resistencia, sin preguntar nada. 

"¿Qué pasó?" Se preguntaba una y otra vez. No estaba seguro de que el omega estuviese listo para responder pero necesitaba saber. Saber si tenía que matar a su ex pareja, entre otras cosas.

¿Cómo se atrevía aquel sucio beta a engañar a su precioso omega? No es que no le favoreciese que Enzo estuviese aparentemente recién soltero, pero nunca deseó que lo hiriesen de aquella forma. Él no era ese tipo de persona, ni de alfa.

Finalmente llegaron al lugar elegido, el hotel Hyatt Centric. Lo había reservado de camino al aeropuerto. Para su precioso omega, todo le parecía poco.

–Ya vengo, precioso –dijo soltando su mano. Se sorprendió cuando el omega más alto intentó inmediatamente agarrar su mano de vuelta– Sólo voy a registrarnos, mi amor. Estaré de vuelta en unos minutos.

Sin quejarse del apelativo cariñoso, Enzo soltó su mano a regañadientes, empezando a oler agrio al instante. Sin salir de su asombro, Matías dejó un suave beso en la frente del omega antes de ir a la recepción.

No es que a él le gustase tampoco alejarse de su omega, sus instintos alfa no hacían más que decirle que cuidase, protegiese y se quedase con su omega.

–Matías Recalt, tengo una reserva para mi y para Enzo Vogrincic.

Indicó sus datos a la recepcionista, que le tendió la llave después de mirarlo brevemente a él y a Enzo.

–Aquí está su llave. Que bella pareja hacen, es un omega muy bonito. Disfruten de sus estancia.

Matías agarró la llave, agradeciendo con una sonrisa. Fue a por su omega y tomándolo de nuevo de la mano, lo guió hacia el ascensor. Enzo se dejó llevar dócilmente, incluso se colgó de su brazo y hundió su cara en su cuello mientras subían, buscando su aroma a compañero. 

Parecía querer tenerlo lo más cerca posible y él se lo daría. A Enzo se lo daría todo.

Matías alcanzó a ver la cara de sorpresa de su omega al ver la habitación que había elegido para ambos y supo que había acertado.

***

Enzo abrió los ojos con sorpresa. No había esperado un lugar tan lujoso, la habitación estaba perfectamente equipada con todo lo que pudiesen necesitar. No se le escapó el detalle de que había una sola cama, pero tampoco le importó: su omega interno ronroneaba ante la idea de dormir rodeado de los fuertes brazos de su alfa.

Estaba realmente impresionado. En apenas dos horas, Matías se había presentado exactamente donde le indicó que estaba después de cambiar de país por él, y había reservado un hotel simplemente perfecto.

"Así que esto es un alfa que resuelve" pensó sentándose en la cama. Matías llegó rápidamente a su lado y tomó su mano, sintió su dolor disminuir con el toque del alfa.

"Y así que esto es la conexión entre compañeros cuando la dejas fluir" pensó dejando caer la cabeza en el cuello del alfa y respirando su olor. Bien, podría quedarse allí un buen rato. Quizá incluso toda la vida.

***

Matías seguía sorprendido ante la pasiva actitud del omega, pero no iba a quejarse. No cuando llevaba horas abrazando al omega en la cama, con el rostro de este enterrado en su pecho. Enzo estaba muy quieto, pero sabía que no estaba dormido. Parecía simplemente estar en paz, existiendo.

–¿Me vas a contar lo que pasó?

Rompió finalmente el silencio. Enzo se estremeció en sus brazos.

–Shh, precioso, no es necesario si aún no te sentís listo –añadió, apretándolo más cerca– Pero realmente me gustaría entender.

Enzo suspiró y empezó a hablar sin moverse de donde estaba.

–Mi ex me engañó. Tenía días sin contestarme los mensajes y llamadas, pero aún así quise venir para sorprenderlo. Lo encontré en la cama con otros dos omegas.

Matías inmediatamente notó la furia crecer en su interior. ¿Cómo se atrevía? Al momento decidió que a partir de ese mismo instante se encargaría de recordarle a Enzo que se merecía que besasen el suelo por donde pisaba.

Pero cuando el omega continuó hablando, Matías vió rojo.

***

–Eran dos omegas en celo –continuó Enzo, oliendo a tristeza– Él nunca quiso encargarse de mis celos. Me dijo que yo olía asqueroso durante mi celo y que nunca pensó en reclamarme de verdad como pareja.

Las lágrimas cayeron inevitablemente por sus mejillas al revivirlo. La humillación que sintió cuando su hasta entonces pareja le dijo eso a la cara no se le iba a olvidar nunca. Sabía que no tenía un aspecto físico muy acorde con los estereotipos omega, pero realmente había amado al beta y había querido ser suyo. 

Notó como Matías empezaba a oler a ira y como sus brazos lo rodeaban con mucha más fuerza, aunque sin hacerle daño.

–Nunca te mereció –escupió el alfa– Tu te mereces todo, te mereces el mundo entero. Te lo daré todo cuando estés listo para ello y nunca dejaré que lo olvides.

Cuando estuviese listo.

Bien, Enzo decidió que estaba listo, y dejando que su omega interior tomase de nuevo el control, levantó la cabeza y capturó los labios del alfa con los suyos.

Iba a dejar que Matías tomase todo lo que quisiera de él.

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Actu para Flan.

Me sigue gustando mucho más la versión Reverse, nunca debí escribir la otra. Una vez que ves a Enzo omega, nada vuelve a ser igual.


love song reverse [Matienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora