Corazón Hambriento

Capítulo 3 - Solo Amigos... ¿O No?

No habían vuelto a dormir juntos desde aquella noche tan extraña. La aragonesa se había estado sintiendo insegura, no olvidó lo que pasó en su cama. Se llevaban como compañeros, no como amigos, lo que les rompía el corazón a ambos. Ninguno de los dos se atrevía a dirigirse la palabra. Lucas se juntaba con Paul, Alex y Cris, mientras que Naiara con Salma y Juanjo.

Quedaba un día para ver quién se quedaba y quién se iba, y el ambiente entre estos dos estaba tenso. Comían en mesas separadas, aunque no podían evitar verse en la terraza. Allí Naiara descansaba de la multitud. Ese amor demostrado en una noche nunca fue superado, sus corazones lo sabían. Cada vez que estaban uno cerca del otro, latían rápidamente. La química que tenían era única e inevitable.

En ese momento, domingo por la tarde, Naiara estaba tranquilamente en la terraza, como de costumbre. Estaba pensando en qué pasaría el lunes, no le gustaría tener una despedida tan fría.

Lucas estaba practicando su canción de nominado, "Dígale". La morena oía su voz desde ahí, lo que le ponía aun peor. No le gustaba ponerse triste, ya que ella siempre había sido una luchadora gracias a su madre, así que se levantó y fue a hablar con Salma para despejarse y olvidarse del uruguayo.

Cuando andaba hacia ella, vio como Lucas la miraba de reojo, como siempre. Naiara lo intentó ignorar y continuó. Él, al ver eso, abrió la puerta y salió velozmente. Con las ideas claras, caminó hacia Naiara y le abrazó por detrás, sorprendiéndola.

- Loqui, necesito una ducha. - le dijo el uruguayo.

Naiara se quedó callada y le miró. Supo lo que quería decirle al momento y asintió, acompañándolo hasta las duchas, donde se quitaron los micrófonos y entablaron una conversación.

- Seguro sabes por qué te llamé.

- Sí, porque no podemos estar evitándonos por lo que pasó. Coño, somos amigos, ¿verdad? - le preguntó Naiara, algo molesta.

- Lo somos, pero esa noche me hizo pensar en qué somos realmente. - suspiró, apoyándose en la pared.

Ella miró a un lado, pensando en la pregunta que le acababa de hacer el uruguayo. Ninguno de los dos sabía qué eran en verdad.

- No lo sé, Luqui, no lo sé. - respondió, confundida.

Ambos callaron y se miraron a los ojos. Sus corazones si sabían que eran, pero sus mentes les decían que estaba mal, sobre todo la de Lucas. Él pensaba en Clau a cada rato, ¿por qué tenía el impulso de engañarla con Naiara? Él no era así, pero su cuerpo no podía evitar calentarse cuando la veía pasar. Sin saber qué hacer, se abrazaron y desahogaron llorando.

- ¿Por qué no podemos arriesgarnos y ganar en vez de perder? - preguntó Naiara entre lágrimas - Joder. - calló durante unos segundos - Lo siento.

- No te disculpes, Nai. - le dio un beso en la mejilla - No es tu culpa...

De repente entró Álvaro, interrumpiendo a Lucas, no sabía que ellos estaban dentro. Se quedó de pie mirándoles y ellos se separaron de inmediato.

- Uy. - rio incómodamente - Creo que no he entrado en un buen momento.

- No te preocupes Álvaro, - agarró el brazo de la aragonesa suavemente - solo hablábamos, pero ya nos vamos.

Ambos salieron afuera, Naiara aún con lágrimas en sus ojos. Se las secó con el brazo al darse cuenta de las cámaras. Se volvieron a recolocar los micrófonos y se abrazaron con ansias.

Caminaron hacia el salón, donde estaban Chiara, Ruslana, Martin y Juanjo charlando en el sofá.

- ¡Qué pasa wacho! - Martin exclamó y se levantó, yendo hacia el uruguayo con una gran sonrisa dibujada en su cara.