Mi adolescencia y rebeldía eran demasiado para mi mamá. La culpa de la ausencia paterna era tan grande que no dejaba a su nueva pareja ocupar totalmente ese lugar, asique los límites no existían y yo me transformé en una guerrera que peleaba constantemente con ella, y la situación se volvía agresiva y peligrosa. Mi padre biológico me escribía diciéndome que estaba equivocada, y esto me generaba más odio por su ausencia y lastimarme de muchas formas. Una noche de tantas, me desperté sintiéndome mal: me bajaba la presión mucho, tanto que metí todo mi cuerpo en la pileta de la cocina, debajo de la canilla con agua fría. Me ahogaba, sentí que el aire me faltaba , que me moría física y espiritualmente. Tenía diecisiete años y ese fue mi primer "ataque de pánico".
La noche terminó; no conté nada, salvo a aquél novio que estaba en mi vida, y pensé que todo quedaría en esa anécdota.
Pero la mañana no mostraba mejoría. Algo había cambiado y yo todavía no era consciente.
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Los Ataques De Pánico Salvaron Mi Vida
SpiritualBreve historia personal,en donde cuento cómo salir fortalecida de una traumática experiencia que termina siendo una de las mejores cosas que me sucede. La intención al darle orígen a esto,es compartir y ayudar a quienes sientan empatía con esto.
