Anoche volví a ver una película que se llama MI NOMBRE ES KHAN, es de origen indio.
Todavía hoy, mediodía, tengo la mente impregnada de sus imágenes y diálogos.
E l protagonista sufre de una especie de autismo llamado "síndrome de asperger", lo que hace que no pueda expresarse demasiado hablando, tenga miedo a gente y lugares nuevos y ruidos fuertes.
Hay varias escenas geniales, pero la que primero me impacta es una en que KHAN, el protagonista, queda literalmente paralizado en medio de una calle; la bocina de un tranvía lo asusta y no puede terminar de cruzar; finalmente el tranvía frena de golpe y KHAN se queda moviendo su cabeza y tapando sus oídos, con la gente que se bajó y lo insulta, sin intentar entender qué le pasa.
En ese momento, alguien que cruza la calle se acerca a él, y se escucha una voz entre el murmullo que le dice_ ¡Hey! ¿ tenés miedo? _"Está bien tenerlo, pero no dejes que sea tan grande como para que te impida seguir adelante".
No pude dejar de pensar en los ataques de pánico, lo parecido que se veía. No pude dejar de pensar y sentir que todos los seres del mundo, todos los que respiramos, sentimos el miedo con esa intensidad en algún momento de la vida, de nuestra vida, la vida de todos.
Sentí que era como cuando empecé a escribir esta historia,
mí historia, la de todos los que se identifiquen con ella.
Y a mí, como al protagonista de la peli, el amor me salvó. El amor en todas sus formas. El que sentían hacia mí, el que yo devolvía. El que hacía que me olvidara mis miedos y fuera más fuerte para enfrentarlos. Y ahí, sin dudas, está Dios. Donde no devolvemos dolor, aunque nos hayan lastimado. Donde a pesar de la pérdida de almas queridas no deseamos más que seguir adelante, perdonándonos y perdonando. Mirando a los otros con redención, tratando de sentir su mirada dentro de la nuestra; ayudándonos a ser mejores, a ser felices. Esa es nuestra misión en la vida: ser felices y ayudar a todos los seres a que lo sean. Cuando esto pasa, el amor es completo, es universal. Y el miedo muere, desaparece, no existe más...
Ahí es donde tenemos que ir. Sorteando todos los obstáculos como lo hace KHAN, sin dudar nunca de su fe y su amor a la vida.
Miremos alrededor, tratemos de entender.
Preguntemos si alguien sufre. Démosle un abrazo, no la espalda.
Agradezcamos la oportunidad de estar vivos honrando el regalo de existir.
zxBt
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Los Ataques De Pánico Salvaron Mi Vida
SpiritualBreve historia personal,en donde cuento cómo salir fortalecida de una traumática experiencia que termina siendo una de las mejores cosas que me sucede. La intención al darle orígen a esto,es compartir y ayudar a quienes sientan empatía con esto.