Eres Mío - Gortabo

Un Gusto - Cap. 1

Gustabo se había puesto su mejor ropa, pues hoy era un día muy especial para él, era su último día en este hospital. Estaba ansioso a la espera de Castro (Su doctora) quién le dijo que le esperará para darle unas últimas indicaciones para que este se pudiera ir.

Se abrió la puerta y se pudo observar cómo la Dra. Pelirroja entraba a la habitación.
-Bien Gustabo, antes que te vayas te entregó este bote de pastillas, te recuerdo que si no quieres regresar pronto debes tomarte una para cada día. Cuando se te acaben regresa aquí y te entregaré otras. -Dijo la doctora mirando al rubio.

El rubio en cuestión tomo el bote de pastillas y asintió con la cabeza. Le dió las gracias a la doctora por los cuidados que le había dado durante los últimos 4 años y felizmente la acompaño afuera de la habitación. Se pudo apreciar como su sonrisa se borro de golpe al chocar su mirada con la de Conway. Este iba junto a otro policía, el cuál Gus "no reconocía"

-Qué cojones? Qué esto Castro? No, no me dejes a mi el puto marrón ahora- Dijo el mayor mirando confundido a Castro, la situación lo había cogido desprevenido.

-Buenas tardess, cómo estás papu? - Dijo el rubio con una sonrisa burlona mirando al mayor.

-No, papu tu puta madre, a mi me tratas con respeto. -Dijo este mientras sacaba la porra y la agarraba con fuerzas.

Y ahí estaba otra vez esta situación, el rubio vacilando al mayor hasta acabar con su paciencia. Castro lo dejo pasar pero al ver q las cosas escalaban interrumpió la conversación.

-Bueno vamos al grano. Dijo la pelirroja mientras le entregaba una carpeta. El cual el tomo y comenzó a leerla. -Lee lo que dice el final. - Expreso Castro, con una mirada serena y puesta sobre Conway en todo momento.

-Tutor legal? Me estoy perdiendo de la puta película, como que tutor legal de esta mierda? - Dijo conway aún incrédulo.

Castro le explico la situación, también le explicó que a partir de ahora Gustabo se reincorporaba a la comisaría y que esto no era discutible ya que esto eran ordenes de arriba.

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Llegaron a comisaría y le explicaron lo básico sobre la tablet, y lo dejaron que el se las apañe solo. No sin antes decirle que el se hará cargo de los alumnos, no les gustaba la idea de que el estuviera de vuelta, pero no podían hacer nada al respecto, solo podían joderlo al ponerle alumnos que le tocarán los huevos.

El rubio entró en los vestuarios medio perdido, y se topó con un oficial pelinegro, el cuál sintió su presencia porque sentía que no dejaba de verlo.

-Buenasss. Saludó amablemente el rubio

-Buenas tardes, que tal? Dijo el moreno, mientras miraba al rubio.

El no podía dejar de obsérvalo, lo miró de arriba a abajo mientras este entraba en los vestuarios, podía ver como el rubio llevaba una chaqueta rosa a medida, bajo de esta una camisa negra con dos botones desabrochados dejando ver su pecho y unos pantalones que le quedarían espectaculares. No sabía que le pasaba ni porque se le venía a la mente aquellos pensamientos "raros" al verlo.

El rubio se giró y miró a los ojos al pelinegro. - Sabes como puedo ver cuál es mi taquilla? No se que uniforme debería llevar.

El pelinegro lo miró con una pequeña sonrisa dispuesto a ayudarlo. Le indico que debería llevar y se podía ver al rubio agradecido pues andaba un poco perdido en esto.

-Qué por cierto, cómo te llamas?. Dijo el pelinegro dirigiéndose al rubio.

-Gustabo García, Gustabo con B de Bombón, un gusto. Dijo el rubio con una sonrisa encantadora. -Y tú como te llamas? Dijo mientras terminaba de ponerse el chaleco.

El pelinegro había quedado encantado con su sonrisa, nunca había visto una sonrisa tan encantadora como aquella, estaba totalmente embobado mirando a su superior.

-Emm Oficial James Gordón, el gusto es mío. Dijo devolviéndole la sonrisa.

El rubio salió de la habitación dispuesto a trabajar con su alumno. El había notado las miraditas que le había pegado aquel pelinegro y no podía negar que el también le había puesto la mirada encima, le traía curiosidad el hecho de que el moreno le este mirando con tantas ganas.

El pelinegro le hecho unas últimas miraditas al rubio mientras este se iba y cuando por fin salió de la habitación suspiro fuerte, era como si por fin pudiera respirar sin aquella presión en el pecho. Tuvo sus dudas del porque se comportaba así con el presente.

《Joder... Qué bueno estaba coño》

Fue su último pensamiento antes de agitar su cabeza e irse a trabajar.

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Hoy había sido un día bastante duró para Gustabo, y eso que era el primero y notaba como el pequeño rubio iba a acabar con su poca paciencia que le quedaba. Ambos se dirigieron a la armería pues el rubio mayor iba a realizar su 10-10. Ya lo tenía hasta la polla y lo que colmo el vaso fue el hecho de que el menor lo taseara por error, este era muy torpe en verdad.

El mayor se levanto y agarró la porra con fuerza dispuesto a darle al menor. (Y no buenos consejos)

-Señor, disculpe fue un error. Dijo el menor mirando al rubio con arrepentimiento.

En ese momento preciso iba entrando el pelinegro por la puerta cuando el mayor se abalanzó al pequeño rubio. El cuál se detuvo al ver como entraba el pelinegro por la puerta, lo único que hizo fue acomodarse bien la gorra y los lentes, seguido sacudió su ropa. Se la dejaré pasar por esta vez, pensó el rubio.

-Tira anda, sal de mi vista antes de que me arrepienta Amador. Dijo el rubio mientras sostenía aún la porra con fuerza y con una mirada de irá.

-Es Amancio señor. Dijo el pequeño mientras salía corriendo de la habitación.

Miró la escena el pelinegro, con media sonrisa mientras miraba al rubio.

-Pero que paso niño?. Dijo el pelinegro mirando directamente al rubio.

-Este retrasado que me tiene hasta la polla, y mira que es mi primer día. Le respondía mientras guardaba las cosas en su taquilla y le miraba de reojo. Al rubio ya se le notaba más tranquilo.

-Pues cálmate un poco chiquillo. Dijo este mientras lo miraba con una sonrisa en su rostro. No podía explicar el hecho de que estando cerca del rubio se le dibujará esa estúpida sonrisa.

El rubio se quita las gafas oscuras, dejando ver sus ojos azules que parecían dos zafiros, para luego mirar fijamente a los ojos del moreno.

-Estoy calmado, no me ves?. Dijo este con una sonrisa coqueta, quería provocarlo sabia que el moreno le miraba de más siempre que podía.

Ese simple acto hizo que el moreno se sonrojará y se pudiera ver notoriamente nervioso. El rubio sonrió al conseguir lo que quería.

-Bueno me voy Gordiss. Dijo guiñando un ojo mientras salía de la habitación, colocándose nuevamente las gafas.

-Joder... Dijo susurrando el moreno para el mismo.

Después de la salida del rubio el moreno se fue rápidamente de allí, se sentía avergonzado y no quería que lo vieran así.

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No sé si el capitulo así está muy largo o muy corto, háganme lo saber. Para meterle más imaginación.

<3