Los piratas arrojaron a Valeria y Annabel en una misma celda, ubicada al final de un estrecho pasillo oscuro y lleno de barriles apilados que parecían contener pólvora a juzgar por el aroma que inundaba sus narices.
No fueron nada delicados cuando las empujaron al fondo de la celda, ni siquiera con Annabel que parecía que nada la haría despertar.
Cuando echaron a Máximo a la celda de al lado, éste le propinó un cabezazo a uno de sus raptores, quien se llevó las manos a la cabeza dejándolo libre. Gracias a eso también pudo liberar sus manos de la soga, pero el otro pirata lo alcanzó y lo golpeó en el estómago haciéndolo estremecer de dolor.
Fred no luchó, sino que se dejó arrastrar y chocó contra el mecánico cuando lo empujaron al interior de la celda.
—No, no —negó la pirata con insistencia cuando la estaban por meter en la misma celda que Valeria—, quiero la del frente —exigió de forma descarada.
Ante el escándalo, el prisionero despertó descubriendo que ahora tendría una compañera de celda. Los dos piratas que sostenían a Grace de los brazos cambiaron de dirección sin pensárselo dos veces y la arrojaron en la celda que pidió con tal brusquedad que la muchacha terminó abrazada a la pared del fondo, pero se incorporó y acomodó los mechones del cabello que se esparcían por su rostro para mostrarse firme ante sus carceleros.
—Qué considerados, gracias —les dijo en un tono bufonesco mientras éstos se alejaron por las escaleras hacia cubierta. Volteó para ver a la persona con quien compartiría su celda, era un hombre de rasgos duros y tenía la cabeza rapada, seguramente era uno de los esclavos que trabajaban en la zona de los remos.
Luego se dirigió hacia la pared que daba al océano y se recostó sobre ella, bastante relajada como para llamar la atención de los hijos de la luz, quienes la observaron desde las celdas de enfrente con muchas emociones juntas, perplejidad, preocupación y temor.
— ¿Pero qué fue todo eso? —Máximo fue el primero en hablar luego del escándalo.
—Esto está mal —murmuró Valeria aún en el suelo, puesto que no había tenido la fuerza de voluntad para ponerse de pie cuando la arrojaron. Los pensamientos se atascaban y el tamaño de las cosas a su alrededor parecían aumentar—. Ellos tienen el mapa... ¡Y van a matarnos!
—Esto no era exactamente lo que habíamos pactado —comentó Fred intentando sonar despreocupado con el afán de ocultar su desesperación.
—Ustedes querían un barco —respondió Grace acomodándose sobre el suelo—, y ya están dentro de uno.
— ¡Sabes que no es esto lo que queríamos! —Máximo se aferró a las rejas que lo aprisionaban como si fuese un animal estallando de la furia. Por otro lado, Valeria estaba perdida intentando mantener la calma y buscando alguna solución, ajena a la discusión de sus compañeros. En realidad se sentía ajena a todo.
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Guiados por una Estrella
FantasyValeria Chevalier, una joven francesa del siglo XIX, se ve envuelta en un mundo desconocido cuando es seleccionada por una enigmática pareja de italianos, los Lombardi, procedentes de una dimensión oculta de sabiduría conocida como Solunier. Acogida...