El padrino de la boda

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—Soy el mejor para el trabajo.— murmuraba Juani frente al espejo. —No, demasiado James Bond.— se quitó la corbata, deshizo el nudo y trató de volver a ponérsela. —Me llamo Juan Caruso, conozco a Pipe desde que tenía 9 años y es un placer conocerte finalmente.— Juani arrugo la nariz frente al espejo. —No! Que es eso? Que intento tan patético.—  ahora el nudo se veía mucho mejor. —Soy Juani, daría mi vida por Pipe y de verdad me gustaría que Pipe se case con alguien a quien de verdad ama antes que casarse por un matrimonio arreglado. Huh, no esta tan mal.

—No puedes decir eso en la cena donde la conozcamos, Juani.— dijo Blas desde el otro lado de la habitación de hotel.

—Es solo que no me parece justo. Pipe no se merece esto! No conoce a la mujer. Por todo lo que sabemos es una señora cuarentona que mató a sus dos primeros maridos.

—O podría ser una linda chica de nuestra edad que no es tan mala.— resolvió Blas poniéndose el saco del traje que había puesto en una silla para que no se arrugue.

—Ajá. Esa ni tú te la crees. Ya era super malo que el papá de Pipe trabaje en cosas no tan legales, peor aún que trate de usar a su hijo como moneda de cambio.

—Lo se, Juani. Mira, ya hay que ir saliendo.

—¿Cómo estás tan relajado? ¡Le están arruinando la vida a nuestro amigo!

—Por dentro estoy entrando en pánico. Solo no quiero darle a Pipe una mala noche, ya suficiente mal la está pasando. Pero si tienes razón y resulta ser una señora mayor, ten por seguro que tendré el carro listo para llevárnoslo a Londres donde encontraremos trabajo como pasteleros o actores de musicales y su padre nunca lo encontrará.— comentó Blas, que en realidad si estaba bastante preocupado.

—Me encanta la idea. 

—Ya lo se. Oye, ¿dijiste que Londres solo estaba a 1 hora de aquí, no?


—Si, algo así. Por eso la "novia" escogió Wembley.— Juani rodó Los ojos e hizo comillas con las manos al decir la palabra novia. —Mandó a confeccionar el vestido en Londres y lo recogerá cuando esté listo.

—¿Tienes las llaves de tu habitación?— preguntó Blas que se dirigía a la puerta.

—Si, si, están en el bolsillo de mi chaqueta. Okay.— Juani suspiro. —Conozcamos a la asaltacunas. 

Mientras los chicos se disponían a salir de la habitación, en el pasillo se encontraba Pipe que trataba de entender como es que había acabado en esa posición.

El papá de Felipe siempre había estado comprometido con muchas cosas antes que con su familia. Era sargento, pero uno corrupto. Hasta donde se sabe logró cubrir algunos casos de cargamentos grandes de cocaína y tráfico de armas antes de que lo investigaran y despidieran.
Pero el señor estuvo un paso delante y se fue del país. 

Eso fue cuando Pipe tenía 12 años. De vez en cuando su papá le mandaba alguna postal o un mensaje desde números desconocidos y Felipe siempre acababa con la misma idea inocente de que su padre tal vez iba a volver y que iba a ser bueno.

Pero por supuesto, eso nunca paso. Y Juani estuvo presente para cada una de las decepciones. 

Ahora tienen 24 años, Felipe terminó su carrera de leyes y estaba buscando trabajo cuando su padre lo llamó y le pidió que le hiciera un favor. El minúsculo favor resultó ser casarse con una chica, porque al parecer su padre le debía un favor a la familia. El hombre le prometió dinero y bueno, la validación de su padre estaba implícita. Pipe podría definitivamente usar ese dinero para pagar la deuda que tenía con la universidad, podría pagar un máster, incluso un departamento si lo manejaba bien. 

Así que accedió. Después de todo solo tenía que estar casado un año y luego podría terminar con el matrimonio.

Por eso viajo con sus mejores amigos a Inglaterra, donde al parecer sería su boda. Al menos todo estaba pagado y se alojaban en un hotel 4 estrellas.

Eso no evitaba que Pipe se sintiera absolutamente usado.

Felipe de inmediato cambió su semblante al ver la puerta donde estaba hospedado Juani abrirse. Honestamente, no pudo evitar sonreír. 

Juani estaba absolutamente divino. Los rulos mojados, la chaqueta modelada a su esbelta figura y esos ojos que no podían resaltar más. Detrás de el salió Blas, el más joven del grupo de amigos que Pipe había invitado pero también uno de los más cercanos.

—¿Que paso, Blasito? ¿No te gustó tu habitación?— le preguntó al más alto.

—Solo vine a asegurarme de que Juani no diga ninguna tontería en su discurso de la cena de hoy.

—Eso es tan sabio, nene. Ahora, Juani, ¿listo?

-¿Para ver al amor de mi vida casarse?-exclamo Juani dramáticamente.-Nunca.

-Ya se, ya se cariño. Si tan solo pudiéramos tener hijos, tendrían los ojos más azules que este mundo haya visto y entonces podrías pensar en mi cuando ya no me veas.-le siguió el juego de inmediato Pipe.

En realidad el coqueteo entre amigos no era ningún problema para ellos, era una de las razones por las que se llevaban tan bien. A pesar de que para ellos era bastante normal, Agus Pardella, otro de sus amigos, les había confesado una vez que cuando los conoció pensó que eran novios.
Pipe y Juani solo se rieron.

—Y cuando me darás a esos hijos, Pipe?— se recostó contra la pared Juani, haciendo su mejor esfuerzo para parecer que estaba en una telenovela.

—Cuando quier... 

-Chicos, se escucha la tensión sexual hasta acá. Paren porfa que Kuku está a nada de vomitar de los nervios y ustedes solo piensan en sus bolas.-lo interrumpió Agustin Pardella, por desgracia, el único de sus amigos llamados Agustín que había traído al viaje, pero no el único de los 4 Agustínes que cuando Pipe dijo que se iba a casar pensó que iba a ser con Juani y lo felicitaron al de rulos.

Felipe había estado tan distraído con Juani que no había escuchado la puerta de al frente abrirse ni a Agus salir, por lo que se sobresaltó. 

—Hay que ponerte una campana.— le dijo mientras se ponía la mano en el pecho. 

Esteban, en cuya presencia tampoco había reparado, estaba parado en el pasillo y se le veía positivamente mareado. —Creo que el Jet lag me está chocando.

—Está bien, Agus, dale una pastilla porfa  y cuando lleguemos allá ya te conseguimos una sopa, un té, algo.-planeó Pipe.

Agus le dio la pastillla a Kuku y hubo un breve momento de silencio después de que él la tomara y todos sus amigos lo esperaban en el pasillo. Todos sabían que Pipe se estaba preparando emocionalmente.

—Bueno, vamos.— Felipe sacudió las manos con nervios y guió a su grupo hasta la salida del hotel.

La boda de mi mejor amigo (JuanixFelipe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora