La boda de mi mejor amigo (JuanixFelipe)

La mañana antes de la cena de ensayo

Mientras Felipe se pone el traje que usará para la cena de ensayo reflexiona un poco.

Se acuerda de un profesor suyo, un hombre que se apellidaba Barletti y estaba en sus treintas. Siempre había sido su profesor favorito y una vez le había dicho que cada vez que no supiera cómo había llegado a un resultado, volviera de dónde había terminado hacia atrás. Del paso 5, al paso 4, al paso 3 y así hasta encontrar el error.

El problema era que en sí Pipe no comprendía del todo cuál era el error más grande.

Podría ser claramente haber aceptado la oferta de su padre en un ingenuo intento de establecer contacto mínimo con él, pero eso sería retroceder hasta el paso 1.

Podría ser también el hecho de que se había enamorado de Juani, pero esa ya llevaba tiempo desarrollándose, no pertenecía a ningún paso en específico.

Podría ser un error también haber dejado que Juani se quedara a dormir, aunque no había pasado nada ayer. El solo supo en un nivel casi inconsciente que Juani se había recostado al lado suyo sin camisa, ya que de verdad estaba medio dormido.

Luego cuando despertó a la mitad de la noche se dio cuenta que Juani y el estaban abrazados y se volvió a dormir, no listo para procesar el abrazo sin camisa.

El único problema había sido en la mañana, cuando se dio cuenta del problemita de Juani, y el suyo propio después. Ay, se iba a avergonzar de eso toda su vida. Pero seguro que Juani no diría nada al respecto, y se suponía que Felipe había estado dormido así que el supuestamente no sabía nada.

Se pone el blazer azul y que fue específicamente confeccionado para esta situación y suspira. Iba a salir con los chicos al pueblo de paseo, ya que no les alcanzaba tiempo para llegar hasta Londres y regresar a la hora de la cena. Ya estaban llendo todos con sus trajes con el fin de no volver al hotel hasta que anocheciera.

Hoy día la temperatura subiría hasta casi 8 grados, uy que calor, se burló Pipe de su propia miseria.

Respiro hondo y salió al pasillo con su abrigo negro largo en la mano.

Kuku salió de su propia habitación unos minutos después y cuando lo vio a Pipe su sonrisa estándar fue reemplazada por una ceja alzada, y sin decir nada abrazo a su amigo.

—¿Queres hablar de lo que sea que haya pasado anoche?

—No necesariamente. —
murmuró Felipe con su cara aplastado contra el hombro de su amigo.

—Esta bien, si queres lo hablamos después. — dijo Kuku, soltándolo finalmente.

Del otro cuarto salió Agus que se limitó a levantar las cejas sugerentemente y afortunadamente no dijo nada más.

Que incómodo que todos tus amigos quieran que acabes con quien a ti te gusta pero a esa persona no le gustes, pensó Felipe, que ya había decidido que iba a ser un mal día.

Juani salió de su habitación y Pipe observó detenidamente como tragó saliva al verlo. Probablemente se sentía súper culpable, después de todo, solo eran amigos. Los mejores amigos.

El sonido de la puerta de Blas sobresaltó a Pipe, que no había estado para nada atento a lo que estaba pasando a su alrededor.

—¿Nos vemos como los hombres de negro? — preguntó Blas, que también estaba con un traje de color oscuro.

—Nos vemos incluso mejor. — respondió Agus. —Estamos hechos todos unos papis.

Esteban solo sonrió y empujó al que acababa de hablar para que avanzara por el pasillo. Felipe agradeció a cualquier dios malévolo que lo estuvo escuchando de que nadie haya comentado acerca de porque ni Pipe ni Juani participaron en la conversación.

Juani se aclaró la garganta detrás de él y dijo con voz estrangulada. —¿Dormiste bien? —

—Perfectamente. —respondió Pipe, que estaba decidido a hacer como que nada había pasado ayer. Juani asintió, pero se notaba que tenía la cabeza en otra parte.

—Hay que ir a comer helados. — sugirió Blas.

—Estamos a 8 grados. — se quejó Kuku. —Yo no voy a comer helado si estamos con 8 grados.

—¿Entonces que quieren hacer? — preguntó Agus que se miraba el cabello en la cámara de su celular mientras caminaba.

—Vamos a patinar. — sugirió pausadamente Juani.

Entonces fueron a patinar. Blas pasó la mayor parte del tiempo agarrado a las paredes de seguridad mientras Agus se burlaba de él y le decía:

—¿Ves lo que pasa por ser un maldito gigante?

Esteban y Pipe iban a casi el mismo paso, el de ojos azules sentía que Kuku había decidido no separarse de él por el resto del día, por si tenía un ahogamiento emocional o algo.

Juani por otro lado patinaba de forma peligrosa, a una velocidad elevada e incluso a veces dibujaba lo que parecían ser pequeñas formas en el hielo con sus patines.

Felipe no se atrevía a decirle que le bajara la intensidad.

Cuando salieron de la pista de patinaje, los trajes de todos estaban arrugados excepto el de Esteban, que de alguna manera se había mantenido inmaculado.

—Yo creo que vamos a comer algo, vamos de compras y luego vamos a la cenita esa. — sugirió Juani, que poco a poco se iba soltando más.

Felipe tenía razón entonces, nada iba a cambiar entre ellos. Claro que quería volver a su interacción normal... pero una parte de él se logró aferrar a que tal vez había algo más.

Pero tal vez no había nada más.

—Vamos, entonces. —dijo Pipe.