Cena de ensayo

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—¿Y si entramos en una hora? — preguntó Pipe esperanzado.

—Tu queres que la mafia italiana te mate, ¿no? — comentó Agus con una ceja ligeramente levantada. —Llegar tarde más lo que vamos a hacer en la cena va a hacer que Octavio nos odie.

—¿Por eso es mejor solo hacer el espectáculo? — preguntó Blas que llevaba apoyado en la pared de la puerta del local desde hace 15 minutos.

Pipe suspiró y tocó la puerta con tres golpes. En lo que esperaban volteó a ver a Juani, que no había dicho nada en todo el tiempo que ellos habían estado parados ahí. Juani le regaló una sonrisa  y Felipe volteó de nuevo a ver la puerta.

No habían hablado de lo que Pipe empezó a referirse en su mente como el "incidente", tampoco le había dicho a ninguna de sus amigos la verdad. Pero Kuku sospechaba, Esteban tenía el poder de siempre saber todo lo que pasaba en vidas ajenas.

Rafael Federman abrió la puerta con una sonrisa enorme. —¡Mi grupo favorito de civiles! —exclamó antes de dejarlos entrar.

—¿Todo bien Rafa? —preguntó Kuku cuando entró al local.

—Si, todo perfecto. Nada ha cambiado desde que los vi por última vez. Fran y Enzo estan parados incómodamente en algún lado, seguro los encuentran porque están ahí todos tiesos.

Los chicos entraron al local que Octavio había designado para la cena de ensayo. Era grande y tenía ventanas enormes, con paredes blancas y flores colgando de la cornisa y de las paredes. Era hermoso y para nada simple. Felipe lo odiaba.

—El señor mafioso no escatimó en gastos. — murmuró Juani detrás de él.

—Es un pretencioso. — dijo entre dientes Pipe.

En cuanto Octavio los vio entrar se acercó con su hija, Abril. Felipe pudo de alguna manera sentir lo fuerte que Juani rodó los ojos.

—Tranqui. — le dijo antes de que los alcanzaran. —Un par de horas y nos vamos.

Agus, Blas y Kuku habían huido a alguna parte cuando vieron que Octavio se acercaba así que solo estaban los dos.

—¡Felipe! Que alegría verte. Traje a Abril para que pudieran conversar.

—Ah. Que bueno. — asintió Felipe que no estaba con ganas de cooperar.

Octavio se fue y Abril habló. —Hola. — dijo casi de mala gana.

—Buenas tardes. —le correspondió Pipe más para ser educado que por otra cosa.

Después de un largo silencio y de miradas incómodas Juani se dignó a hablar.

—¿Trabajas con tu papá? —preguntó, pero no la miró, estaba mirando a Pipe. Pipe no se daba cuenta pero él siempre estaba mirándolo.

—Algo así. Se quiere retirar y me dejará la empresa. — dijo Abril que miró a Juani de pies a cabeza.

—Bueno. — Juani pareció acabar con su intento de estblecer una conversación y volteó todo su cuerpo para hablar con Felipe, como si ella no estuviera allí.

Juani sabía que lo que estaba haciendo era inmaduro, y más que todo algo que venía de lo que sea que estaba sintiendo en ese momento pero no le importaba. Levantó las manos hacia el cuello de Felipe y le ajustó la corbata. Felipe lo miró con los ojos bien abiertos, como siempre lo miraba cuando él creía que Juani no se daba cuenta. El de rulos castaños le regaló una sonrisa matadora y le dio otro giro a la corbata.

—Ustedes son... ¿mejores amigos? — preguntó Abril arrugando un poco la nariz.

—Me gusta pensar que soy su otra mitad. — comentó Juani a la ligera pero su corazón estaba latiendo como loco, y sabía que el de Felipe también solo con mirarlo.

Abril no supo que responder a eso y se fue.

—Supongo que es lo suficientemente amable. —logró sacar Juani a regañadientes.

—¿Tú crees? — preguntó Pipe que lo miraba a los ojos. Juani movió sus mano un poco más a los costados, para acomodarle el cuello de la camisa.

—¡Chicos! — los interrumpió la voz de Agus. —Octavio no me ha dado permiso para interpretar el número musical que preparamos así que solo hay que ser lo más molestos que se pueda. — el de ojos verdes levantó ambos pulgares y los miró de reojo mientras se iba. —Sigan con lo que sea que están haciendo, supongo.

—¿Cuando es la boda? — preguntó Juani a pesar que sabía exactamente cuando era.

—En un par de días. — le respondió Felipe, rogándole con la mirada a Juani para que no sacara sus manos.

Luego escucharon un ruido fuerte y Juani retiró sus manos y las dejó colgando limpiamente a sus costados. Voltearon y vieron que Blas tenía a un pequeño grupo de gente alrededor de él, lo que probablemente era malo. Vieron un poco más a la derecha el origen del ruido, Agus había volcado de alguna manera la mesa de bocaditos, y parecía sinceramente arrepentido.

Juani sabía mejor que eso. Finalmente, Kuku y Fran entraron de la mano, saliendo claramente de los baños con la ropa desarreglada.

Octavio se le acercó a Felipe, enojado. —Ya me cansé. Lo soporté un rato, pero ya me cansé. La boda será mañana.

Salieron del local un poco más rápido de lo que normalmente lo harían, llegaron al hotel y mientras Pipe se recostaba en su cama, sintiéndose como que iba a llorar, Juani estaba emborrachándose en el bar del hotel.

La boda de mi mejor amigo (JuanixFelipe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora