Cada día siento que les estoy fallando. Cada día pienso, más que nada en ocasiones como esta, en lo mucho que han luchado y sacrificado por mí, y aunque sé que tengo el derecho a ponerme en el típico plan de "yo no pedí nacer", quien tiene el más mínimo grado de dignidad entiende que eso es lo más absurdo que uno podría llegar a declarar en su vida entera.
No me creo el dueño de todas las soluciones y no tengo miedo de decir que tengo dilemas constantes sobre qué hacer con mi vida, pero lo que sí tengo claro y seguro para decir es que he estado mucho más perdido que esto.
¿Mis planes? No sería buen escritor si los fuera contando como si nada. ¿En dónde quedarían el misterio y la gracia de no saber qué pasará mañana?
Puedo tranquilizarme para que ellos se tranquilicen, puedo confiar para que ellos confíen, y puedo creer para que ellos crean, pero no puedo cambiar para que ellos cambien y definitivamente no puedo ser si ellos no son.
(3 de febrero de 2024)
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memorias de un perfecto desconocido
RandomEscritos que cuentan todo lo que pienso, siento y recuerdo. Atrás se quedó el Nico que era prisionero de sus propios pensamientos. Puede que sea un desconocido, pero esa es mi mayor fortaleza.