50- EL ÚLTIMO QUE QUEDA

4 1 1
                                    

Soy el último que queda de mis hermanos en casa de mis padres y no sé cómo sentirme al respecto.

No siento vergüenza, pues soy consciente de que hoy en día independizarse es mucho más complicado que antes. También soy consciente de que mis hermanos no han logrado todo lo que tienen ahora de la noche a la mañana. Sí sabré yo bien que no ha sido de la noche a la mañana...

Tengo aspiraciones de vivir solo, pero antes de eso, tengo aspiraciones de demostrar que podría hacerlo, porque no puedo evitar sentir que no lo creen posible, que no sería capaz de "sobrevivir", como si fuera a mudarme abajo de un puente y tuviera que cazar mi comida y defender mi territorio.

Bueno, lo de defender tu territorio en la Argentina de 2024 puede que sí un poco.

Sé bien que en algún momento del próximo par de años ese momento sagrado de tener mi propio techo llegará. Sé que será gracias a mi propio trabajo, así como gracias al apoyo que mis padres le han dado siempre a mis hermanos y que sé que me darían a mí si se los pido.

Ahí está la clave, quizá. A diferencia de mis hermanos, yo nunca les pido nada. La última vez que le pedí algo a mi padre fue en 2018, cuando mi primer celular se rompió y yo no tenía los medios como para comprarme uno nuevo. En ese entonces tenía 16 años, cabe aclarar.

Así que... sí, soy el el último que queda aquí, en casa de mis padres, pero sé que no será una situación permanente y confío en mí mismo y en mi potencial para algún día ser independiente, por más que sí que me genere un poco de miedo salir de mi habitación y que no haya nadie en casa, pero bueno, siempre puedo terminar adoptando un perrito, ¿no?

Pero, ¿cómo lo llamaría?

Hm... problemas del Nico del futuro.


(23 de septiembre de 2024)

memorias de un perfecto desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora