Él era tan febrero y yo tan agosto.
Él era un rayo de luz y yo una sombra.
Él era calor, y yo era frío.
Él era vida, y yo era... solo yo.
Qué tonto intento de escribir poesía.
Si ese amor ni siquiera existía.
Por largo tiempo creí que era un secreto,
y sin embargo no era para nada solo nuestro.
Esto es tan absurdo.
7 años, casi, desde que me enamoré de ti.
7 años, casi, desde que me hiciste reír.
Quizá debería dejar de contar.
Para, de cierto modo, dejar de extrañar.
Quizá debería enfocarme en lo nuevo,
antes de perderlo como a lo viejo.
No sé, nunca sé, qué pasará.
Pero sé que no necesito que él te reemplace.
Creía que sí, creía que necesitaba otro tú,
pero solo necesito lo que tú empezaste.
Un amigo.
¿No habré, hasta ahora, sufrido suficiente castigo?
Por tantas noches soñar y rogar porque estuvieras conmigo,
y por tantas noches evitar llorar,
ante la falta de tu abrigo.
Hm.
Estúpidas rimas.
Pero me gustó.
¿Lo publicaré? No lo sé.
Sé que si él estuviera aquí me diría:
"Nico, ni idea. Pero...
Deja de poner tantos peros, ¿ok?"
(9 de mayo de 2024)
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memorias de un perfecto desconocido
Ngẫu nhiênEscritos que cuentan todo lo que pienso, siento y recuerdo. Atrás se quedó el Nico que era prisionero de sus propios pensamientos. Puede que sea un desconocido, pero esa es mi mayor fortaleza.
