#5 Negación

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Al llegar a su casa, a Panafresco le recorrió un escalofrío por las cosas que sintió durante la salida con su compañero, subió a su cuarto y mientras miraba el espejo analizaba la situación.

Primero que nada, el odiaba a los gays, con todos sus aspectos, los despreciaba, y le daba muchísimo asco pensar en tener alguna pareja o besos, sobretodo un hombre, le causaba repulsión.

Segundo, el ya sabia muy bien que su mejor amigo era completamente heterosexual, pues, una vez en su casa cuando este fue al baño, Panafresco aprovechó para revisarle el celular, ya que le daba curiosidad ver si se hablaba con alguna chica. Como resultado encontró el grupo SLDG en el que mandaban videos pornograficos de chicas haciendo cosplay, eso le erizó los pelos pero le aclaró sus dudas a la vez.

Flashbacks de años atrás llegaron a su mente, flashbacks de él esperando en el teléfono de cable la llamada de su abusador, quien le hacia dado un número falso para no ser expuesto en caso de que el pequeño abriera la boca de mas.
Este hombre venia todas las semanas al menos una vez a ver a la madre de el chico, pero se empezó a encariñar de más con este. Pocos meses después de el suceso este se había borrado completamente, Miguel sólo tenía 8 años.

Nunca se percató de lo que su vínculo realmente significaba hasta que tuvo 12 años, este secreto jamás lo contó, le daba mucha vergüenza, miedo, pero sobretodo mucha culpa, por muchos años tuvo problemas de abandono, no fue depresión hasta que llegó a primer año de la secundaria, veía a gente de su escuela declarándose, besándose en los patios, le daba mucho rechazo, aunque en el fondo envidia.

Cuando tenía once años, le pegó muy fuerte entender como funcionaban los precios y los gastos en su casa, su mamá estaba nerviosa todo el tiempo, pasaba por una crisis de estrés y alcoholismo constante la cual unos cuantos meses después disminuyó.
Este trauma le generaba mucha culpa y desde entonces estuvo luchando mucho con su ansiedad y sobretodo su alimentación. Se despertaba de pesadillas donde por el alcoholismo su mamá terminaba en la calle y el no podría ayudarla, le daba mucha pena que su mamá gastara plata en el, sin contar que el abuso que sufrió le hizo cuestionarse muchas cosas de si mismo, causándole días de mucho sufrimiento y dismorfia corporal

Volvió a recordar a su amigo, él sentía mucha confianza con el, pero no sabia si estos sentimientos eran correspondidos, le daba miedo tener sentimientos hacia su mejor amigo porque eso es lo contrario de lo que el siempre se dijo.

Cuando pensé un poco más y sentí que ya sabia lo que podría estar pasando con ese grasoso, sentí nauseas porque enseguida me vinieron recuerdos traumáticos de mi oscuro pasado.

No podia creer lo que sentia, no era gay, lo sabia muy bien. Sabia que cuando estuvo cerca de un hombre no le hizo nada bien, fue todo lo contrario, se prometió a el mismo que no volvería a acercarse así, que no volvería a hacer cosas de las cuales se arrepentiría luego.

Aunque en el fondo el no queria admitir lo que sentía.

Miguel pensó mucho en su relación con su compañero, en como se sentía cuando estaban juntos en ese espacio de comfort que mantenían, en que le encantaba estar con el pero no le gustaba sentir cosas por su mejor amigo, el simplemente no podia, era demasiado orgulloso como para admitir amarlo.

Necesitaba buscar una salida de escape de inmediato, empezó a saltarse sus comidas cada vez mas, no se daba cuenta de que lo estaba haciendo tan seguido, cada vez que veia una oportunidad de comer su cuerpo se inundaba de culpa y tristeza sin razón alguna antes de que pudiera siquiera probar, gracias a esto pasó dos días enteros sin comer por la culpa que estos sentimientos le generaban, no podia entenderse pero tampoco quería hacerlo.

Los primeros días estuvieron bien, no se sentía mal, o raro, aunque estaba comenzando a desarrollar un aislamiento social un poco extraño, la única persona que quería tener cerca era Luis, y este se daba cuenta de que su compañero se veía mas irritado que se costumbre, lo había invitado ya tres veces a su casa a comer esta semana y el lo había rechazado esas tres veces. No quería saber mas nada con nadie cuando salía del colegio, solo quería volver a su casa, limpiar un poco y dormir o mirar películas en la computadora.
A veces su mamá llegaba tarde, enojada, lo retaba y un rato después se iba a dormir. Por eso, cada vez que iba a prepararse algo de comer, sentía que obligatoriamente tenia que limpiar la casa primero, él decía que era para que su mamá no lo retara, pero en realidad era porque no quería sentirse ansioso.
Sus uñas se rompían al menos dos veces por semana, empezó a culpar el esmalte negro que usó desde siempre, "Estaba re vencido igual, estoy seguro, aparte del chino lo compré, era obvio" Dijo para si mismo.
Sus sentimientos por el chico de buzo de colores lo estaban afectando demasiado, la segunda semana no fue lo mismo, muchos de sus pensamientos se centraban en su cuerpo, a veces tenia mareos, le costaba pararse muy rápido, visión doble a veces. Cabe aclarar que no es la primera vez que se siente así, el maneja este tipo de episodios extremos cada cierto tiempo, a veces mejora y vuelve de a poco a la normalidad, pero estos días estuvo le estuvieron resonando mucho estos comportamientos.
Papulince se ofreció por acompañarlo hasta la puerta de su casa caminando, pues quería pasar mas rato con su compañero, este le dijo que si y era lo máximo que iba a aceptar, pero al llegar a su casa Miguel sintió mucha tensión cardiaca, y no era por amor, definitivamente era frecuencia cardiaca lenta. Al entrar tuvo que acostarse 5 minutos en el sillón, al principio pensó que se moría, pero unos minutos mas tarde empezó a hiperventilar respirando mucho mas rápido que de costumbre cuando al fin recobró el aire en su cuerpo, causándole un dolor en el pecho que le duró hasta el día siguiente.

"Puedo arreglarte (De verdad puedo)" panafresco x papulince Donde viven las historias. Descúbrelo ahora