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Muy buenas noches gente, mil gracias a todos por sus comentarios y apoyo. Se que tarde mucho en hacer la publicación de este capítulo, pero estoy orgulloso de decir que estoy empezando a trabajar en algunas escuelas, eso me mantiene ocupado y bueno.

¿Así de siente estar del otro lado? No se, es raro verme así, por un lado como un profesor serio y responsable, pero por otro aún haciendo historias como estas, que aceptémoslos, la comunidad está muriendo, ya hay poquísimas historias.

Incluso a mí me está costando el terminarlas.

Al menos Mirio está teniendo éxito en sus historias y no tengo problemas en a veces escribir algunas hojas en caso de ser necesario.

En fin, me llevo mucho hacer este capítulo, ¿Estoy satisfecho con el resultado? Pues me gustaría decir que si, pero siento que pudo ser mejor. No le doy más vueltas, mejor les dejo a su criterio.

Disfruten del capítulo.

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 74:

La casa a la que llegaron estaba en las afueras de un pequeño pueblo, Azula miró el pequeño y humilde edificio de madera con una cálida luz que salía por las ventanas. Un bonito lugar, pequeño y acogedor.

Con una gran sonrisa, la mujer abrió la puerta. "¡Volví!" Grito al entrar y de inmediato su llamado fue respondido.

"¡MAAAAAMIIIIIII!" el grito sonó se escuchó en toda la casa, esta pertenecía a una niña pequeña, que vino corriendo y se lanzó a los brazos de Noriko, abrazándola con todas sus fuerzas.

Esa fue una escena que hizo que el corazón de Azula se sacudirá al ver el abrazo entre madre e hija.

"¡¿Por qué te fuiste de la casa así?!" chillo la niña hinchando sus mejillas.

"Tuve un presentimiento" respondió con calma la señora que devolvió el abrazo a su hija, "Salí a caminar y justo me encontré a una bella joven que necesitaba ayuda" Noriko se giró para mirar a Azula y la niña también la miró.

Azula se quedó de pie torpemente un rato, sin saber cómo saludar a tratar a una niña tan pequeña, nunca fue buena con los niños.

"WOW" la pequeña la miro fijamente, curiosa como toda niña camino alrededor de ella, "Estás muy sucia" ella comentó.

Una vena se marco en la frente la princesa, que si, estaba sucia y cansada, pero que la niña se lo dijera en la cara hizo que se molestará.

"¡Kiyi!" Grito Noriko que la regaño, "¡Sé amable! ¡Esta pobre chica debe haberse perdido, y en el valle del olvido de todos los lugares! Necesita ayuda, así que sé amable"

"Lo siento mami, seré buena" disculpándose la niña volvió a mirar a la princesa, "¿Quieres que triada un balde y esponja de acero para que puedas sacarte lo sucio?"

Uno de los ojos de Azula se contrajo con irritación.

Para suerte de la niña, justo en ese momento la puerta fue abierta de golpe, un hombre interrumpió y Azula miró hacia arriba para ver a un hombre de mediana edad y complexión delgada.

"¿Noriko?" el sujeto dejo de su bolsa en un perchero y miro confundido a una chica sucia y herida en su sala, "¿Está bien?"

"Ah, Noren" Noriko sonrió al acercarse a él y recibirlo con un breve beso en los labios, "Señorita, este es mi esposo Noren y Kiyi mi hija" ella presentó a su familia con orgullo, "¿Tienes hambre? Puedo prepararte algo si quieres"

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⏰ Última actualización: Mar 01 ⏰

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Una llegada inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora