Tomé una decisión. Luego de analizar todo cuidadosamente con la ayuda de Luke llegué a la conclusión de lo que haría en mi futuro. Lo que quería hacer para ganarme la vida. Era momento de enfrentarme a la verdad y contárselo a mi madre, aunque sospechaba del tsunami de problemas que traería encima. Recogí todo el valor posible y me lancé a ello durante la cena.
—Mamá, ya decidí qué carrera seguir.
Ella alzó la mirada de su plato de comida y por primera vez en mis dieciocho años de vida parecía realmente interesada en lo que iba a decirle.
—¿Y bien?
—Estudiaré Arte. Quiero ser una gran artista, sabes que lo de dibujar se me da bastante bien desde chica...
Dejó caer sus utensilios sonoramente sobre el plato y se llevó las manos a la melena rubia como si quisiera arrancársela de desesperación.
—Temía que esto pasara tarde o temprano— dijo más para ella que para mí—. ¡No seguirás los pasos de tu padre! ¡Mereces un futuro mejor!
Papá es pintor, y la verdad creo que heredé algo de su talento. Por lo general las discusiones en casa siempre eran por él. Que ganaba poco dinero con sus pinturas, que no era útil para la sociedad según mamá.
—¡Es esto lo que quiero hacer!— repuse alzando la voz.
Mamá se puso de pie y caminó por el comedor de lado a lado como una fiera enjaulada.
—¿Es su culpa verdad? — preguntó al fin mirándome fijamente.
—¿De quién hablas?
—¡Luke! Ese muchachito y su patineta. ¡Seguro que él te metió esa idea en la cabeza!
—¡No es cierto! ¡Soy lo suficientemente grande para decidir por mi cuenta!
Mamá estaba más ofuscada de lo que creí.
—Dame tus llaves— ordenó.
—¡¿Qué?!
—¡Que me des las llaves de la casa! ¡No volverás a ver a ese muchacho hasta que decidas tu futuro!
—¡Pero ya todo está decidido!
Redujo la distancia entre nosotras, retrocedí un par de pasos instintivamente.
—Escúchame bien Madeleine. No permitiré que arruines tu futuro, no serás una fracasada como tu padre. ¡No voy a permitirlo! — gritó apuntándome con un dedo.
Las lágrimas recorrieron mi rostro rápidamente. Mi mente no funcionaba al cien por ciento pero alguna parte de mi estaba a la ofensiva.
—¡Por eso te dejó papá! ¡Por ser tan intolerante, por querer pasar siempre sobre los deseos de los demás, por ser tan egoísta, por...
Antes de que dijera algo más mamá me cerró la boca de una bofetada. El impacto fue tal que sentí mis sesos sacudirse dentro de mi cráneo y creí que algunos dientes saldrían volando. Me llevé una mano a la mejilla herida y le planté una mirada de sorpresa, incrédula por lo que acababa de hacerme.
— ¡No puedo creer que aún ahora me sigas golpeando como cuando era una niña!
Las lágrimas escaparon otra vez contra mi voluntad, no quería mostrarme débil ante ella.
—Dame las llaves— ordenó nuevamente, algo más calmada luego de desatar su furia contra mi cuerpo.
No quería recibir otro golpe más así que rebusqué en mis bolsillos, tomé las llaves y las tiré sonoramente contra la mesa. Sin esperar su reacción di media vuelta y a toda carrera entré en mi habitación. Me tumbé en la cama. En mi lugar seguro podía llorar a gusto, desahogarme por completo. ¿Qué de malo tenía estudiar arte? Tal vez con el tiempo podría aprender otro oficio más pero eso es lo que en realidad quiero hacer con mi vida.
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Luke -by Mayte Gutiérrez
Teen Fiction¿Qué tanto necesitas conocer a alguien para enamorarte? ¿Qué de bueno tiene pasar tu vida junto a la misma persona de la que ya sabes todo? ¿No es más interesante ir descubriendo lentamente un hermoso misterio? Una historia con un final completame...