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¡Hemos pasado! Kav y yo hemos pasado a la final junto a una de nuestras compañeras, Kavya y yo salimos del pabellón, encontrándonos a Celeste y a Mónica ahi, que nos estaban esperando y al vernos se lanzaron a nosotras, comenzando a festejar.
—Judith, ¿Vienes a celebrarlo?—Negué con mi cabeza, sonriendo en la dirección donde estaba Arda, apoyado en mi coche mientras observaba su teléfono.—Mi vida, ese chico te tiene loca.—La miré con mi ceño levemente fruncido.
—Dejate de tonterías Kavya.—
—No son tonterías Judith.—Habló ahora Celeste.—Venga, lo conozco de dos veces que lo he visto y se nota la química de lejos.—
—¡Al final se hará realidad!—Gritó Mónica, saltando alrededor de nosotras.—Te lo dije aquel día, yo lo sabía, sabía que acabaréis juntos.—
—Monica, no somos nada.—
—De momento... ¡Apuesta!, cincuenta euros a que empezaréis a salir este próximo mes.—
—Trato.—Kavya se acercó, apretando su mano con la de Mónica.
—Yo me largo.—
—¡Busca a tu Romeo!—Giré sin frenar mi paso, mientras le sacaba el dedo corazón a Kavya.
—Felicidades.—Fue lo primero que dijo el turco al tenerme a su lado.—Lo has hecho perfecto.—Y justo después me abrazo por los hombros pegándome a él.
—Gracias, gracias por venir.—
—No es nada.—Entramos en mi coche, quedando el en el asiento de acompañante.—Cabiando de tema...—El movió su cabeza, haciendo que nuestros ojos se conecten.—Quiero que vengas conmigo a Turquía.—
—¿Ah?—Mi boca quedó levemente abierta a su repentina petición.
—Tengo el vuelo preparado, está noche salimos y llegaríamos de madrugada, casi por la mañana.—
—No se Arda, tenía pensado ir con mi familia a Croacia.—
—No te voy a obligar a que vengas conmigo, solo quería agradecerte, me dejaste quedarme con vosotros y quería que tú pasaras una fecha importante también con nosotros, así podrías conocer a mi familia, a pesar de que nosotros no solemos celebrarlo podemos hacer algo...—Suspiré, golpeando mi cabeza con el volante, estaba cansada para tomar decisiones ahora, pero a pesar de eso, era bonito que el quería hacer eso.—Para mi ya eres parte de mi familia, seguro que para ellos también lo serás.—
—Esta bien, iré a Turquía contigo.—Me miró sonriendo, mientras se acercaba a darme otro abrazo.
