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No entiendo en qué momento, o porque, he acabado prácticamente trabajando para Florentino, estaba invitada en todas las entrevistas, presentaciones, actividades del equipos, cenas, entre otras cosas, y ahora aquí estaba, en la presentación de ese chico turco que hace unos meses conocí en el estadio del Fenerbahçe.
Suspiré mientras me sentaba en mi silla, al lado de Mónica, con la cual había estado quedando este tiempo y conociéndonos más.
—Hola bonita.—Me saludo a la vez que me sentaba, dedicándome una sonrisa.—¿Cansada verdad?—Asentí, simplemente, como respuesta a su pregunta.
—Ayer entrené muy tarde.—Y así era, llegué a las once de la noche a casa, y esta mañana tuve que despertarme temprano para venir a Valdebebas a estar presente en la presentación.
Hace una semana que mi compañera, Kavya y yo volvimos a entrenar patinaje, la temporada no empezaba hasta septiembre, esta solía durar de septiembre a febrero y el resto del año practicábamos por nuestras cuentas para estar preparadas al inicio de la temporada.
Después de unos minutos hablando con Mónica, la sala quedó en silencio al momento en el que el presidente de los merengues entró seguido por el recién fichaje.
Ellos se sentaron en sus asientos y en los siguientes segundos, un vídeo comenzó a reproducirse en la pantalla de la sala, un video que mostraba los goles o jugadas de Arda en su anterior equipo.
—Tiene la palabra el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.—Se escuchó por la megafonía, mientras el presidente se levantaba y toda la sala aplaudió.
—Arda Güler, Serap, madre de Arda y Umit, padre de Arda, Nürgul, hermana de Arda.—Iba observando a la familia del chico, que estaban separados de nosotras por una sola fila, conforme el presidente iba nombrando sus nombres uno por uno.—Miembros de la junta directiva del Real Madrid, José Martínez Pirri, Emilio Butragueño, leyendas del Real Madrid, patronos de la fundación del Real Madrid, socios y peñistas.—No veas si hay gente aquí.—Buenas tardes y bienvenidos a la Ciudad Real Madrid, gracias por acompañarnos en este dia.— [...] —Hoy damos la bienvenida como nuevo jugador del Real Madrid a Arda Güler.—La sala volvió a aplaudir y al parecer el chico lo tomó como señal para levantarse antes de tiempo, lo que me hizo soltar una pequeña risa.—Querido Arda, tu talento y tu trabajo te han llevado a formar parte del club más querido y admirado del mundo, desde hoy eres jugador del Real Madrid...—Observaba a Arda, que se encontraba parado al lado de Florentino mientras miraba a cualquier punto en la nada.
En el momento que Florentino terminó su discurso, le dieron por fin la palabra al pobre chico que seguía esperando al lado del presidente su momento de hablar.
Sonreí como tonta todo el discurso, del castaño, escuchando con atención cada palabra que era dicha por el en su idioma y sin prestar atención al traductor que se escuchaba en la sala de fondo, para mí.
Una vez que terminó, los aplausos volvieron y en ese momento el observó toda la sala, fijándose en las personas que estaba ahi, hasta que su mirada quedó fija en la mía y parecía estar analizando de lejos fijamente.
Después de unos segundos, varias personas comenzaron a levantarse y caminar hasta la salida de la sala, imite a esas personas, levantándome y agarrando mi bolso.
—¿Ya te vas?—Me preguntó Mónica, mientras también se levantaba.
—Si, quiero descansar un rato, si quieres está noche salimos a cenar con Kavya.—Le propusé mientras caminabamos en dirección a la salida.
—Esta bien, más tarde te escribo Judy, yo me tengo que quedar un rato más.—Una vez en la puerta, salimos de la sala y ella se acercó para abrazarme.—Hasta luego linda.—
—Hasta luego Moni.—Observé como ella se alejaba por el pasillo, mientras yo abría mi bolso para sacar las llaves de mi coche, comenzando a caminar hasta la salida de la Ciudad Deportiva.
—¡Espera!—Me sobresalté levemente al oír una voz que parecía llamarme a mi, me giré de nuevo hacia la sala donde estábamos antes, viendo al ese chico turco caminar rápidamente hasta mi.—Hola.—Dijo sin más una vez estuvo enfrente de mi.
—Hola...—Le respondí, quedando en un silencio unos segundos.—Me alegra que estés aquí, seguro vas a hacer un gran trabajo en el equipo.—Dije sincera mientras le sonreía.
—Muchas gracias... Sinceramente la pequeña conversación que tuvimos antes del partido me ayudó.—
—No lo creo, solo fueron una pequeña frase motivadora, además hiciste un gran partido por ti solo.—
—Enserio me ayudó, no me di cuenta de la oportunidad que tenía enfrente de mi hasta que hablaste conmigo, y te lo agradezco, estaba muy perdido antes de eso.—
—Si lo ves así, no es nada, me alegro que te haya ayudado.—Y volvió ese silencio que quedó antes.—Bueno, me tengo que ir, mi padre me esta esperando para que le ayude en algo.—Mentira, mi padre ni siquiera esta en España, esta en Croacia con mi madrastra y mis hermanastros, que realmente para mi somos de la misma sangre, simplemente quiero salir de aquí, llegar a casa y descansar.
—Esta bien, hasta luego Judith.—
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