SOULMATES ♡︎ Arda And Judith

7.1🫧

𝚂𝚘𝚞𝚕𝚖𝚊𝚝𝚎𝚜 • 𝙰𝚛𝚍𝚊 𝚊𝚗𝚍 𝙹𝚞𝚍𝚒𝚝𝚑
7.1.𝙱𝚊𝚍 𝚘𝚛 𝙶𝚘𝚘𝚍 𝙽𝚒𝚐𝚑𝚝?

Estaba recostada en el sofá de mi salón, eran más o menos las 2 de la mañana y no era capaz de dormir, mi periodo acababa de llegar justo hoy, al igual de que pille un pequeño resfriado, por lo cual me dolia medio cuerpo.

Estaba hablando por llamada con Vinicius, que a pesar de estar lesionado iba a viajar a Brasil a visitar a su familia, aprovechando este parón de selecciones, y justo en media hora salía su vuelo.

—Estate tranquila Judy, tomate algo para el dolor y descansa, ya se te pasará.—

—Ya me tomé algo, pero nada.—

—No tienes idea de lo que me gustaría poder ir a verte.—

—No te preocupes Vini, centrate en el viaje y en tu familia, yo estoy bien.—

—No lo estás, se que te jode mucho cuando te pones mala.—

—Eso da igual, voy a ver una serie o algo, hablamos cuando llegues.—

—Esta bien, hasta luego.—El colgó la llamada, suspiré, alargando mi brazo hasta el mando del televisor, para buscar alguna película o serie que ver, desde luego la noche sería larga, asi que de alguna manera tendré que entretenerme. Afuera estaba lloviendo bastante, y hacia bastante frío para estar en verano.

...

Oí el timbre de mi casa, son las tres de la mañana, quién iba a tocar el timbre a esta hora, me levanté, pausando la película y caminando hasta la puerta, abriéndola para ver a quien menos me esperaba en ese momento.

—Buenas noches...—Observé esos ojos que adoraba, con una pequeña sonrisa tímida en sus labios.

—Son las tres de la mañana, Arda, ¿Que haces aquí?—

—...Vini me dijo que estabas mal y quise venir a verte.—Movio su mano libre a la bolsa que llevaba colgando de su brazo sacando de ahí un paquete de galletas oreo.—Me dijo que te gustaban, asi que te las traje por si te hacen sentir mejor.—

—No quiero nada de tí Arda, vete.—

—Pero...—

—Pero nada, vete.—Di un paso atras, cerrando la puerta de un golpe que resonó por mi casa, mientras me daba la vuelta, me frené de golpe, arrepiendome por un momento.

Estaba lloviendo demasiado, y seguramente ahora tendría que pedir otro taxi para volver a su casa, había recorrido todo ese camino solo para verme, además de comprarme algo con la intención de que me sintiera mejor, volví a suspirar mientras me acercaba de nuevo a la puerta, abriéndola rápidamente para ver cómo el caminaba de nuevo por el camino que vino, mientras algunas gotas de la lluvia caían sobre su cabeza.

—¡Arda!—El giro a verme después de un sobresalto, observándome.—Ven.—Caminó de nuevo hacia la puerta y yo le hice un espacio para que pasara a la casa.

Me quedé mirándole, sus ojos se veían algo aguados, indicándome que estaba a punto de llorar, lo que hizo que mis ojos también se aguaran. Me acerqué a él, quitándole la bolsa para dejarla a un lado y después acercar mis brazos a su cuello para abrazarle, pegándole a mi, eso era lo que necesitaba ahora, un abrazo. El me correspondió el abrazo al momento, escondiendo su cara en mi cuello.

—Lo siento, de verdad, perdoname por ignorarte, solo estaba confundido, quería aclarar todo con mi cabeza, pero se que no estuvo bien el dejar de hablarte de un momento a otro.—

—Ya de igual, perdoname a mí, tendría que haber pensado en el porqué no querías hablar conmigo.—

—Tu no tienes culpa.—Se separó levemente de mi, acariciando mi cabello de mientras.

Cómo siempre, no supe en qué momento acabe acostaba sobre Arda en el sofá del salón, mientras el acariciaba mi nuca yo estaba abrazada a él, con mi cabeza en su pecho, tratando de soportar el dolor que se acumulaba en mi abdomen y cabeza.

—Mm...—Me removí encima de él, acomodándome mejor mientras trataba de encontrar una mejor posición para aflojar mi dolor.

—¿Te duele?—Me pregunto, bajando su mirada hacia mí, asentí, observando sus ojos de nuevo.—¿Quieres ir a tu habitación? Tal vez estés más cómoda.—

—Esta bien.—Me levanté con cuidado de no hacerle daño y comencé a subir las escaleras hasta mi habitación, después de apagar todo, seguida por el.—¿Te quedas a dormir?—Pregunté, retirando las mantas de la cama.

—Si no es molestia, pero duermo en el sofá.—

—No.—Me giré a verle, ya casi saliendo de la habitación.—Quedate aquí.—