Cinco días después Samantha se encontraba en su cama comiendo dulces.
No había salido de su cama desde aquella noche donde había peleado con Felix, pues por alguna razón su discusión la hizo sentir mal.
Así que mientras miraba películas infantiles olvido todo pensamiento intrusivo.
Soltando un suspiró se estiro en su cama cuando la puerta fue abierta. Los dulces que tenía en su cama salieron volando del brinco que pego la castaña.
Con su corazón latiendo a mil por segundo observo a su amiga Molly entrar con mala cara.
—¿Por qué rayos no has ido a clases y no contestas las llamadas? — cuestiono Molly enojada.
—¿Cómo abriste mi puerta?
—La que hace las preguntas acá soy yo, no tu Rivera.
Con las mejillas sonrojada la chica tomó asiento para después meterse otro dulce a la boca.
—Estoy deprimida — dijo ella mientras ponía a reproducir la película una vez más —. Quisiera vivir en una película de Disney, como en entrenando a papá o juego de gemelas.
Molly la miro como si realmente se hubiera vuelto loca.
—Bañate mientras yo empaco tus cosas, nos vamos al campamento que organizo la Universidad — hablo su amiga sin siquiera preguntarle si quería ir o no.
—Ni siquiera me preguntaste que si quiero ir o no — dijo Samantha.
—¿No acabas de decir que quería vivir en una película?, Las hermanas de juego de gemelas fueron a un campamento, además, puede que vaya alguien.
Cuando su amiga soltó ese comentario Samantha la miro con curiosidad más luego se rindió y rodó hacia el final de su cama, sino se metía ella a bañar, Molly la bañaria.
Así que con toda la pereza del mundo se dirigió a su baño donde se desnudo para luego entrar a la bañera.
No necesitaba buscar que ponerse porque sabía que la castaña lo haría.
✨️
—¿A donde iremos? — pregunto Samantha ya vestida.
—Nos vamos a Portland.
Cuando Sam escucho aquéllo tosió fuertemente.
—¿No tengo que pagar nada?
—Nah, la escuela va a poner el traslado y el hospedaje que es al campamento al que vamos, lo que si es aparte son nuestras comidas.
—¿Y cuando me registraste?
—Hace un mes — dijo su amiga sonriendole con complicidad —. También irá Osvaldo, ya sabes, dice que necesita tomar aire.
—¿Y los estudiantes que no van a ir? —cambió de tema porque no queria pelear.
— Les darán los días.
—Olvidaba que estaba en escuela de paga.
—Y yo olvidaba que apesar de tener dinero antes preferias ir a escuelas públicas.
—Y nunca me arrepentiré de aquellas decisiones.