Comenze a vestirme, mientras sentía la mirada de Lucas en mi cuerpo, recorriendolo con su mirada.
—estas segura de que no te quedaras —pregunto ayudandome a ponerme el sostén.
—no quiero que Andrea se entere —me di la vuelta cuando me término de poner el sostén.
—porque no —pregunto ayudando a ponerme ahora su camiseta.
—porque no se que pensara y no quiero darle una mala impresión, es mi amiga ahora, no quiero que piense que soy una zorra —suspire algo triste, no queria que ella pensara eso de mi.
Antes de ser secuestrada tenía una amiga que me decía que parecía una zorra, por como me vestía,también me decía que estaba gorda o que no iba a conseguir novio por que estaba fea
También recuerdo que ella me bajo al primer novio que tenía, ella dijo que yo no lo merecía por fea.
—si ella es tu amiga, jamás pensaría eso —me sonrió besando mi frente, acomodando la camisa.
Yo asenti acercandome a el y pasando mis brazos por sus costillas para abrazarlo y apoyando mi cabeza en su pecho, soltando un suspiro.
El tenía razón esas no eran amigas, las que dicen cosas a tus espaldas, es mejor alejarse de esas personas, que solo traen mal.
Sentí como el me correspondió al abrazo y acarició mi cabello con delicadeza.
—más tarde iremos a comprar ropa —me separe un poco para levantar la mirada y mirarlo.
—esta bien —le sonreí y el me sonrió de vuelta.
No quería estar sintiendo esto en mi estómago, sentía como si tuviera mariposas, y sabía que era porque me estaba enamorando, y no quería enamorarme porque solo era una aventura la que teníamos.
—bueno ya me voy —me separe y bese su mejilla, saliendo de la habitación.
Camine hacia la habitación que compartía con Andrea y ella aún seguía dormida, me acerque y me acosté a su lado.
Ella de inmediato al sentir mi cuerpo a su lado me abrazo, yo acaricie su cabello y ella me miro con sueño.
—donde estabas —pregunto bostezando.
—estaba ayudándole a Lucas con unas cosas —mentí aún sabiendo que algún día se daría cuenta.
—oh —ella me sonrió y me abrazo volviendo a tratar de dormir.
—el dijo que después nos llevará a comprar ropa —me susurre ya que ella tenía mucho sueño.
—pues hay que ir —susurro de la misma manera, yo le sonrió besando su frente.
Ella se quedó dormida y yo cerré mis ojos para dormir un rato, luego me quedé completamente dormida.
(...)
Estábamos en el auto con Lucas estábamos llendo a la tienda para comprar ropa.
Andrea iba a mi lado mirando la ventana y Lucas muy concentrado a el camino.
Llegamos a una tienda, había mucha ropa, bajamos del auto y entramos, había de todo tipo de ropa, se notaba que no era ropa de marca, y la verdad no me importaba.
—bien yo me quedaré aquí, pueden ir a buscar la ropa que quieran —hablo Lucas con seriedad sentándose en uno de los pequeños sofás que habían.
Andrea y yo asentimos y comenzamos a buscar ropa que nos pondríamos y nos mantendrían cómodas.
Estuvimos almenos una hora probandonos ropa, nos decidimos por busos y shorts cómodos.
Salimos de la tienda con Lucas ayudándonos con nuestras compras y poniéndolas en la parte de atrás del auto, luego subimos al auto para ir al departamento.
(...)
Dos días atrás
Estaba una mujer muy consentrada mirando unos papeles cuando tocaron a su puerta de la Oficina, ella dejó pasar a esa persona.
Un hombre gigante, musculoso y Calvo entro por la puerta y se paró enfrente del escritorio y miro a la mujer.
—señora Yolanda —hablo con respeto, llevando sus manos a su espalda.
—habla —ella no aparto su mirada de los papeles, dando señal con su mano para que continúe.
—encontraron el prostíbulo de Estados Unidos —ella rápidamente subió su mirada.
—¿cual de todos? —tenía el ceño fruncido y apretaba los papeles en su mano.
—el de Nueva York —hablo con miedo, la señora Yolanda podía dar miedo cuando se enojaba.
—¡¡CARAJO!! —tiro todos los papeles a un lado por la furia —COMO FUERON TAN ESTÚPIDOS —le grito al hombre que solo dio un paso atras.
—también atraparon a Ángel —susurro y ella no podía estar más molesta.
—saben que estamos jodidos si esa perra habla —apretó sus puños hasta que se volvieron amarillos.
—si señora —volvió a susurrar.
—pues que esperas —hablo con molestia —quiero que busquen a esa perra, hasta por de bajos de las piedras, pero la quiero aquí y rápido, la quiero viva.
El hombre asintió y salió rápidamente de la Oficina, Yolanda estaba que ardía de furia, no podía estar más molesta, sabía que Andrea no hablaría porque era un estúpida.
Pero hasna, esa perra hablaría hasta por los codos, tenían que hacer algo lo antes posible, si no todo su negocio se irían a la mierda
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El prostíbulo
Historia CortaHasna es una chica que vive en un infierno desde los dieciséis años, pero su vida da un giro inesperado cuando encuentra a su salvador, quien será su monedita de oro para llevar acabo su venganza