La nevada azoto fuertemente Busan. El menor de ocho años temblaba en el suelo de aquella oscura habitación. Había sido castigado por su padrastro al haber roto accidentalmente un plato mientras los lavaba. El hombre aun estando borracho tenía la firmeza suficiente para golpear al menor, tomarlo del brazo y encerrarlo en aquella habitación restante de la casa; la cuál era el terror del pequeño.
Su cuerpo ardía debido a los golpes. Solo usaba un pantalón de tela delgada, una camisa blanca que años anteriores le perteneció a su hermanastro. Su labio temblaba, trataba de darse calor, pero nada parecía servir. Estaba llorando, pegado a la puerta mientras pedía por su madre. Aún conservaba la esperanza que ella viniera por él, que abriese los ojos y ambos volvieran a Boston. Donde JungKook tendría una vida plena, donde MySeok le prometió un futuro prometedor a su único hijo.
Donde las noches eran cálidas, llenas de abrazos, besos y hermosas palabras.
—M-mamá... m-mamá p-por f-favor... s-sácame de... d-de este l-lugar...
Rompió en llanto. Se abrazo a sí mismo. Dejo caer su cabeza en la helada puerta. Quería a su madre de vuelta, a la verdadera, a la que le preocupaba mucho que su hijo no pasara frío. La que le compraba los dulces que quería, la que lo arropaba por las noches y que algunas veces cuando el frío era demasiado; lo dejaba dormir junto a ella. Quien le abrigaba con su calor maternal.
JungKook quería volver en el tiempo. Convencer a su madre de no mudarse. De que no le creyera a HanSuk. Que no se enamorara de aquel hombre que desde hace menos de un año lo ha tratado de la peor forma. Aunque, no es el único que recibe eso tratos. Sabe bien que el hijo del hombre también está a su nivel de humillaciones, pero los golpes son más seguidos para el menor que para su hermanastro.
Volvió a temblar. Su nariz estaba roja, sus ojos hinchados de tanto llorar. Escuchaba pasos afuera de la puerta desde hace minutos, por eso comenzó a suplicar tan fuerte como pudiera pues sentía su garganta seca, llevaba al menos cuatro horas sin agua o alimento. Volvió a sollozar cuando escucho los pasos alejarse finalmente. Se acostó en el suelo para ver por el pequeño espacio que se encontraba entre el suelo y la madera, dándose cuenta que todo estaba oscuro; nadie vendría a ayudarlo.
—M-mamá p-por favor...
Volvió a dar su última suplica antes de caer inconsciente en el suelo. Tal vez debido a la deshidratación, tal vez debido a que se quedó sin comer. O simplemente por el sueño que sentía y que no quería admitir por el frío que hacía.
Para JungKook, fueron segundos los que duro con los ojos cerrados. Pero para NamJoon, quien le había sacado del cuarto sin autorización, que le había cargado hasta el cuarto que compartían y que lo había cuidado casi toda la madrugada; fueron eternas horas.
Toco la frente pálida de su, ahora, hermano. Sonrió apenas al darse cuenta de que su temperatura subía. Para un niño de once años, arropar hasta el cuello con las sabanas que tenía a su disposición, colocar unas prendas a cada costado del rostro del menor; fue la mejor idea. Suspiro mientras se acostaba finalmente a su lado, había estado rodando en la cama que compartían durante horas, escuchaba como su madrastra discutía con su padre, la pelea termino en la mujer llorando y siendo golpeada hasta desmayar por su, ahora, esposo.
Su padre le ordeno que se llevase a la mujer a la cama. Como todas las veces que la maltrataba. Aun así, NamJoon nunca se quedaba de brazos cruzados. Le curo el labio roto a MySeok. Además de vendarle, con dificultad y cooperación de la reciente despierta mujer; el abdomen. Poco después observo a su padre con una cerveza a medio tomar en la mano a punto de caerse pues él ya estaba dormido, lo borracho le había hecho efecto rápido.
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The Mafia King » TaeKook
Fanfiction❝Cuando entras a la oscuridad, difícilmente puedes salir❞ Kim TaeHyung tenía todo para ser feliz. Un trabajo que le apasiona, una pareja que le ama y apoya, amigos que están presentes. Pero ¿Por qué cuando se topa con aquel criminal que debe arresta...