El equipo del FBI sabía que el reloj avanzaba sin piedad. Habían acordado un plazo de 48 horas para presentar algún avance, alguna grieta en la armadura de Revenge Mafia, algo para poder obtener una orden de cateo. Sin embargo, a pesar de que todos se entregaron al trabajo con una precisión quirúrgica, no lograron descubrir nada.
El aire estaba cargado de frustración. No podían evitar sentir que la mafia les pisaba los talones, como si la organización supiera, en el fondo, que estaban siendo observados, como si anticiparan cada uno de sus movimientos.
Durante la vigilancia, TaeHyung y JiSoo notaron cómo la seguridad en los bares de la mafia se había duplicado. Nadie entraba sin ser reconocido o tener conexiones importantes, y La Caverna Oscura, un club famoso por sus túneles subterráneos, había cerrado todos los accesos y aumentado la vigilancia.
Parecía que no había un solo rincón donde el FBI pudiera moverse sin ser visto. La tensión se reflejaba en los rostros de los agentes, todos sintiendo el peso de la presión.
YoonGi empezaba a mostrar signos de agotamiento. Las cámaras de seguridad se habían multiplicado, eliminando cualquier posibilidad de encontrar un punto ciego. Por primera vez en mucho tiempo, no podía encontrar una ventaja.
—Esto no tiene sentido —Murmuraba entre dientes mientras revisaba por décima vez las imágenes de la última semana.
DaHyun tampoco había tenido suerte. Aunque su especialidad era rastrear transacciones y detectar patrones sospechosos en el flujo de dinero, todo lo que encontró en los bares fueron movimientos comunes. Incluso cuando intentó hackear el sistema de seguridad, se encontró bloqueada y expulsada de la interfaz. Nadie la había detectado antes. Era como si la mafia tuviera recursos que ellos ni siquiera podían imaginar.
—Me sacaron —Murmuró DaHyun, mirando la pantalla en blanco con una mezcla de incredulidad y rabia.
El único que logró un pequeño avance fue JiMin. Después de días de trabajo agotador, logró contactar con una informante, una bailarina exótica que trabajaba en La Rosa Negra. La chica no quería estar ahí; estaba siendo obligada a trabajar debido a una deuda con el dueño del bar.
—¿Y qué pide a cambio de ayudarnos? —preguntó TaeHyung, su mirada intensa clavada en su amigo de cabello oscuro.
—Dinero —respondió JiMin.
YoonGi soltó una risa seca.
—¿Cuánto? —intervino JiSoo, con una mirada firme.
—Diez mil dólares.
TaeHyung no se inmutó, pero lo que sí lo sorprendió fue que el monto estuviera en dólares y no en wones.
—Quiere salir del país —Concluyó YoonGi, con una leve sonrisa burlona. TaeHyung asintió, sabiendo que esa parte del trato no era relevante para la misión.
—Eso no es lo importante —Comentó JiSoo, sin quitarle los ojos de encima a TaeHyung—. Lo que importa es si nos da la información que necesitamos, o si puede ayudarnos a entrar.
—Ese es el problema —dijo JiMin, con la mirada fija en el suelo, después subió la mirada soltando un suspiro cansado. Los demás se voltearon hacia él. —La única forma de entrar es como parte de uno de los shows de bailarinas... Y solo aceptan mujeres... o donceles.
El silencio que siguió fue tenso, incómodo. YoonGi fue el primero en reaccionar, su rostro se tornó rojo de indignación mientras se levantaba bruscamente.
—Definitivamente no —gruñó, cruzándose de brazos—. No vamos a separarnos otra vez.
Ese comentario no pasó desapercibido para nadie. JiSoo frunció el ceño, mientras DaHyun soltaba un suspiro cansado. TaeHyung, que había estado en silencio hasta ahora, observaba a YoonGi y JiMin, viendo el intercambio entre ellos con una mezcla de curiosidad, algo que ahora cobraba más sentido.
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The Mafia King » TaeKook
Fanfiction❝Cuando entras a la oscuridad, difícilmente puedes salir❞ Kim TaeHyung tenía todo para ser feliz. Un trabajo que le apasiona, una pareja que le ama y apoya, amigos que están presentes. Pero ¿Por qué cuando se topa con aquel criminal que debe arresta...