- Bistrita, Transilvania
La noche descendía sobre el pueblo de Bistrita, sus calles empedradas resonaban con ecos ancestrales mientras yo, descendía de las imponentes montañas de Los Cárpatos. El encuentro con Abraham Van Helsing había marcado el inicio de una nueva etapa en mi búsqueda, y ahora me encontraba ante la puerta de intrigas mortales y secretos ancestrales.
El castillo de un noble se alzaba en la distancia, sus torres y almenas se recortaban contra el cielo estrellado como guardianes silenciosos de antiguos misterios. La música flotaba en el aire, atrayéndome como el canto de sirenas en la oscuridad de la noche.
Al atravesar las puertas del castillo, me encontré inmerso en un baile de máscaras. Las figuras danzaban con gracia y elegancia, sus rostros ocultos tras mascaradas que añadían un misterio adicional a la velada. Mis sentidos aguzados detectaban la energía en la sala, un palpitar que iba más allá de las festividades superficiales.
Mis pasos resonaban en el suelo pulido del salón, y fue entonces cuando mis ojos, acostumbrados a las sombras, se posaron en una figura en particular: una dama de vestido rojo que se movía con gracia entre la multitud enmascarada.
Su presencia emanaba un aura enigmática que capturó mi atención. La danza de sombras y luces pintaba su figura con un halo de misterio, y su mirada, intensa y profunda, me atrapó como un hechizo ancestral. ¿Sería aliada o enemiga en este juego de intrigas?
Me aproximé con cautela, sorteando las parejas que giraban al compás de la música. La dama de rojo se detuvo, su mirada encontró la mía, y por un instante, el tiempo pareció suspenderse en la penumbra del salón.
La música seguía su curso, pero en el silencio entre miradas, la verdad se entretejía como hilos invisibles. ¿Qué secretos ocultaba aquella dama en su vestido escarlata? La respuesta aguardaba en el baile de sombras que nos envolvía, donde cada paso era un susurro en el tapiz de la eternidad.
Los susurros de la noche se mezclaban con el susurro de las faldas de la dama al moverse. La sala se volvía un escenario de intrigas, donde las máscaras no solo cubrían rostros, sino también intenciones ocultas.
En el corazón del baile, Alucard y la dama de rojo se enfrentaban en un dueto silencioso, donde las palabras eran reemplazadas por gestos y miradas. El castillo, testigo silente de esta danza de sombras, guardaba los secretos que se desvelarían en las páginas siguientes de mi búsqueda inmortal.
***
La melodía envolvía la estancia mientras la dama de rojo y yo continuábamos nuestra danza silente. Cada movimiento, cada mirada, era un compás en el baile de sombras que se desplegaba en el castillo del noble. La dualidad entre aliada y enemiga se fundía en la penumbra, y la incertidumbre flotaba en el aire como una niebla sutil.
La dama de rojo, un enigma envuelto en seda carmesí, parecía llevar consigo los susurros del pasado. Su presencia evocaba reminiscencias de una tragedia que resonaba en las profundidades de mi ser inmortal. ¿Era acaso la sombra de Lucy Westenra, cuyo destino se entrelazó con el mío en las páginas de Abraham Van Helsing?
Los giros y movimientos de la danza nos llevaban por el salón, y en cada giro, intentaba desentrañar los secretos que ocultaba tras su mirada enigmática. La música, como un hilo conductor entre nosotros, narraba una historia sin palabras.
En un breve instante de quietud, la dama de rojo extendió hacia mí una carta antigua. Mis manos, acostumbradas a la frialdad de la noche, recibieron el papel amarillento. Al desplegarlo, las palabras de Mina hacia Jonathan Harker se revelaron ante mis ojos inmortales.
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Alucard: El Legado Oscuro
Vampir¡Prepárate para sumergirte en un mundo de oscuridad y redención con "Alucard: El Legado Oscuro"! Esta emocionante saga te llevará a través de un viaje lleno de misterio, intriga y peligro, mientras sigues los pasos de Alucard, el hijo del legendario...