En el eco silencioso de la noche, los destellos fragmentados del espejo roto aún danzaban en el aire. Mi mente, envuelta en una neblina de misterio, se sumía en el siguiente capítulo de esta intrincada odisea inmortal.
Bram Stoker, mi mentor, emergía de las sombras de mis pensamientos como un espectro del pasado. En visiones de pesadilla, su figura se deslizaba entre las brumas de la memoria. ¿Era acaso un fantasma que buscaba redención o simplemente una ilusión engañosa, tejida por los hilos de mi propia mente atormentada?
Las noches se volvían un laberinto de recuerdos, donde los susurros del pasado resonaban como un eco eterno. Las preguntas sin respuesta se acumulaban, pesadas como cadenas que me arrastraban hacia la oscuridad. Buscaba en los fragmentos de la historia compartida con Stoker las claves que pudieran iluminar la senda de mi búsqueda.
En el silencio, las sombras cobraban vida, y la línea entre la realidad y la ensoñación se desvanecía. Me sumergía en el espectro del pasado, enfrentándome a los demonios internos que se agitaban en el rincón más oscuro de mi ser inmortal.
Stoker, maestro y guía en esta danza entre la luz y la oscuridad, se convertía en un enigma que desafiaba las leyes de la existencia. ¿Cómo podía un hombre, incluso uno marcado por la oscuridad, desaparecer y reaparecer en los reinos del más allá?
Cada visión, cada encuentro con la sombra de Stoker, dejaba en mi mente cicatrices que perduraban más allá de la realidad tangible. Las respuestas se deslizaban como sombras esquivas, escapándose entre los intersticios de mis recuerdos.
El castillo, testigo silente de mi peregrinaje inmortal, resonaba con susurros de secretos ancestrales. En mi búsqueda de respuestas, me sumergía en los recuerdos de mi mentor, desentrañando las capas de la verdad que se ocultaban tras las cortinas de la noche.
En esta danza entre la vigilia y el sueño, entre la realidad y la quimera, enfrentaba el espectro del pasado con la determinación de un cazador de sombras. En el oscuro escenario de mi mente, las visiones de Stoker se entrelazaban con los hilos de mi propia existencia, tejiendo una narrativa que iba más allá de la comprensión humana.
Así, entre las sombras del pasado, proseguía mi búsqueda, ansioso de desentrañar los enigmas que yacían en los pliegues del tiempo. ¿Fantasma o ilusión, Stoker seguía siendo el faro que guiaba mis pasos en esta travesía interminable por la eternidad?
***
En las profundidades del castillo, donde las sombras danzaban en una sinfonía eterna, me encontré con ella, la fuente de mi existencia inmortal: Verona, mi madre. Su presencia era como una sombra suave que se mecía en el rincón más íntimo de mi ser.
— Madre —pronuncié su nombre con reverencia, mientras la miraba con ojos que llevaban la carga de siglos—. He descubierto fragmentos de la verdad, retazos de la historia que nos une.
Verona, con sus ojos centelleantes que reflejaban la misma mezcla de humanidad y oscuridad que los míos, escuchaba en silencio, esperando que compartiera las revelaciones que había desenterrado en mi peregrinaje.
Le hablé de Abraham Van Helsing, del antiguo libro encuadernado en piel que llevaba la firma del cazador de vampiros. El Códice de los Condenados, como así lo llamó, revelaba secretos oscuros sobre la verdadera naturaleza de los vampiros y los orígenes de nuestra línea sanguínea. Pero también advertía sobre un ritual oscuro que podría liberar un mal inimaginable.
—Madre, la búsqueda me ha llevado a través de los rincones más oscuros de la historia inmortal. Van Helsing, Stoker, todos están conectados por hilos invisibles que se entrelazan en una trama más vasta de lo que podríamos imaginar —.
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Alucard: El Legado Oscuro
Vampir¡Prepárate para sumergirte en un mundo de oscuridad y redención con "Alucard: El Legado Oscuro"! Esta emocionante saga te llevará a través de un viaje lleno de misterio, intriga y peligro, mientras sigues los pasos de Alucard, el hijo del legendario...