Inmediatamente voy al baño, me doy una ducha rápido, me alisto y salgo del apartaestudio. Ni siquiera me dio tiempo para preparar el desayuno así que me toca comprar algo en la cafetería que está afuera de la clinica.
Ya estoy en mi trabajo, estoy por comenzar con mi labor y esta sonando mi celular, es un número desconocido, atiendo la llamada.
—¡Hola!
—Hola Katherine —escucho al otro lado de la llamada.
—Te habla Christopher Jones — supongo que Marcus le dió mi número de celular.
—Hola —digo nuevamente.
—¿Estás ocupada?
—Estoy por empezar el turno.
—Ok será rápido, te invito está noche a cenar, para que firmes el contrato —escucho atentamente con cara de nervios.
—Si claro, está bien. ¿Debo ir vestida de alguna manera en particular?
—No, lo que creas conveniente para una cena.
—Ok.
—Enviame tu dirección en un mensaje de texto apenas puedas, pasaré por ti.
—Está bien lo haré —le digo.
—Ok a las 7 —se despide y cuelgo la llamada.
Hace 3 días que acepte la propuesta, me siento muy extraña pero se que me beneficiará y también tengo que hacerme la idea que pronto no estaré en mi casa por un tiempo, y que cambiaran algunas cosas por supuesto, no estaré en mi hogar para ser yo. Pero solo sera un tiempo, ya veré qué hacer con ese dinero, debo aprovecharlo muy bien.
...
Dejo todo organizado, salgo de mi trabajo, voy caminando y le envío la dirección al señor Jones. No puedo perder mucho tiempo.
Llego a casa, son casi las 6 de la tarde y no se que ropa usaré.
Voy al baño, me doy una ducha rápidamente, salgo, me peino, enrolló mi cabello en unas medias, y procedo a ponerme el secador para que mi cabello quede con ondas.
Busco y busco entre mi ropa y consigo un pantalón de tiro alto azul claro que me queda un poco holgado, un body blanco que me cubre un solo brazo, unos tacones blancos con una tira que cubre mis dedos y otra en el tobillo y lo acompañaré con una cartera pequeña beige.
Faltan 5 minutos, solo me falta aplicar algo de maquillaje y estaré lista, ya dice Marcus que su amigo es Don puntualidad.
Se ilumina la pantalla de mi celular, es el señor Jones. Atiendo, me dice que ya está afuera y salgo. Me acerco y Christopher se inclina para abrirme la puerta.
—Hola buenas noches —le digo mientras entro en el auto.
—Buenas noches - contesta sin más que decir.
Pero realmente se ve muy guapo, lleva puesto una camisa negra, con pantalón negro y un saco beige.
Lleva como unos 35 minutos conduciendo, y ninguno de los dos emite alguna palabra hasta que el dice.
—Ya casi llegamos.
—Está bien —le contesto mientras estoy frotando mis manos que están sudadas y unos minutos más pasan cuando llegamos, estaciona el auto y bajamos. Y que les digo, es un restaurante de gente adinerada.
Voy detrás de el, hay una chica a la entrada del restaurante y le pregunta cuál es la mesa que ha reservado, la chica amablemente nos indica a dónde está. Nos sentamos, pide la carta, y el mesero no las da. Pedimos a cada uno su plato y esperamos a que los traigan.
¡Luego de unos minutos!
—Sus ordenes —dice el mesero, pone los platos en la mesa, con los acompañamientos, y agua.
—Gracias —decimos ambos.
—Señorita Sanders buen provecho.
—También para usted —le hablo de manera respetuosa por qué no lo conozco pero a decir verdad es un chico joven.
En medio de la cena, me hace preguntas, a que me dedicaba, que edad tengo, también pregunta por mis padres, si les dije que me casaría. Le cuento que fallecieron y me hago cargo de mi hermanita. A lo que queda algo sorprendido, me imagino que está pensando que por eso acepte, para recibir el dinero.
—Que pena siento mucho lo de tus padres —me dice algo apenado.
—No se preocupe.
—Katherine estaba pensando que la boda debe ser lo más pronto posible, como bien sabes es por temas de herencia. Pero antes debo presentarte a mi padres, ellos no saben que "tengo novia" y me casare.
—¿Usted cree que sus padres crean? —le pregunto.
—No lo se, puede ser más creíble si te presento y en un mes se realiza la boda.
—Creo que es la mejor opción para que todo se vea más "real" —le digo haciendo comillas con mis dedos.
—Si tienes razón, está bien. ¿El domingo te parece? Que vayas a conocerlos, ya que no trabajas y solo será un rato.
—Si, me parece bien el domingo —le contesto.
Parece que esto es para mí lo más natural de la vida pero no es así, de cierta manera tengo algo de nervios, pero también se que no tengo problemas en hacerlo, y solo será un tiempo.
...
Firmamos el contrato y se hace la hora de irnos. Nos levantamos de la mesa, caminamos a la salida del restaurante y amablemente me abre la puerta del auto para subir.
Condujo varios minutos y estamos afuera de mi casa y antes de bajar le agradezco.
—Gracias por traerme señor Jones.
—No te preocupes, no es problema —dice, nos despedimos y se marcha.
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Recuperemos el tiempo
RomanceKatherine, una chica de 27 años, ella queda huérfana de ambos padres, y tiene la responsabilidad de sacar adelante a su hermana. Christopher, un chico de 30 años, que debe contraer matrimonio para cobrar la herencia que deja su abuelo y sobre todo...