Capitulo 12

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Día 3 en Cancún.

Ahorita estoy arreglándome, vamos a una fiesta cerca a la playa con un amigo de Christopher, me dijo que ayer cuando salió se encontró con el, y nos invito.

Por cierto, me tocó ir a comprar ropa para la fiesta esta noche, no tenía nada adecuado para la ocasión y es una falda color blanco perlado que tiene una abertura en una pierna, un crop top blanco que deja ver mi abdomen, con una tira que rodea mi cuello, otra que rodea mi cintura, y unas sandalias beige.   

Termino de arreglarme, salgo del baño y agarro mi bolso, Christopher está fuera de la habitación esperando por mi

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Termino de arreglarme, salgo del baño y agarro mi bolso, Christopher está fuera de la habitación esperando por mi.

—Estoy lista —digo cuando salgo, el se voltea y me mira de pies a cabeza.

—Te ves muy bien

—Gracias, tu también —el lleva un pantalón blanco tipo bermuda, camisa blanca manga corta y unos tenis blancos.

Salimos del hotel, vamos ya en camino a la fiesta y Christopher está hablando con su amigo para encontrarnos

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Salimos del hotel, vamos ya en camino a la fiesta y Christopher está hablando con su amigo para encontrarnos.

Luego de unos 10min aproximadamente en el taxi, hemos llegado y el amigo de Christopher nos está esperando, veo que estan otras personas con el. Nos acercamos a dónde están, Christopher saluda a su amigo y me sorprendo al escuchar lo que dice.

—Mi esposa —y me presenta a su amigo, pues legalmente si lo soy pero no es real, no hay amor.

—Mucho gusto Katherine —extendiendo mi mano.

—Jackson, mucho gusto —dice el y también me extiende la mano.

Nos presenta a las demás personas con la que está y entramos a la fiesta.

Me gusta, primera vez que estoy es una fiesta en la playa, todo iluminado, a orilla del mar, con decoración blanca, flores, estilo muy playero.

Luego de una hora empiezan a llegar más personas, el ambiente está muy animado, hay buena música, todo está muy bien.

Christopher está hablando con su amigo y yo le digo que iré por algo de tomar. Estoy en la barra y se me acerca un chico.

—¡Hola! —yo simplemente lo miro—. Te estoy viendo desde hace un rato, y me pareces hermosa.

—Gracias —digo de manera seca, sin animos de seguirle la conversación.

—¿De dónde eres?

—San Diego, California —digo.

—Imagino que te han dicho lo linda que eres —yo lo miro y esbozo media sonrisa.

—Gracias —le digo, agarro la bebida y me voy hacía donde estan los chicos y en un momento todo estamos bailando, los chicos súper animados, Christopher también, pensé que no bailaba la verdad, en este mes se ha mostrado serio.

Un rato después, estoy sentada descansando un poco, y estoy mirando al mar, es realmente hermoso aquí. Pasan varios minutos y yo sigo aquí sentada y me hablan.

—Estás bien? —es Christopher y volteo a ver rápidamente, no lo sentí llegar.

—Si, estoy descansando un poco, y contemplando el mar —digo y se sienta a mi lado.

—Te estás divirtiendo?

—Mucho, gracias por invitarme —le digo.

—No me agradezcas, de eso se trata el viaje de disfrutar.

—Si, de verdad lo estoy disfrutando —digo mirándolo y el también me mira fijamente.

—Vamos por algo de tomar? —me pregunta.

—Si claro, vamos —digo, el se levanta y me ayuda a levantarme.

Estamos en la barra, Christopher pide las bebidas, y vamos nuevamente a dónde están los chicos, de repente siento que me agarran la mano fuerte, me detengo para mirar y es el chico que me habló en la barra cuando recién llegamos.

—Suéltame —digo jalando mi mano.

—No quieres bailar? —me pregunta.

—No, no quiero bailar, no te quiero hablar —digo ya molesta.

—Pero yo si quiero bailar contigo —dice e intenta agarrarme y escucho a Christopher.

—No intentes agarrarla, te dijo que no quiere bailar —dice firmemente, me agarra por la espalda y me lleva a dónde están los demás. Estoy muy molesta, no aguanto a una persona falta de respeto.

—Tienes razón en estar molesta, pero creo que no vale la pena que te molestes por ese tipo —me dice Christopher.

—Entiendo, no se que le pasa, recién llegamos se me acerco en la barra y ni siquiera le dirigí una palabra, creo que es suficiente para no seguir molestando.

—Por qué no me dijiste que te estaba molestando? —me pregunta.

—No fue necesario, solo trato de sacarme conversación —digo.

—Bueno, sigamos disfrutando, no vale la pena que estés molesta —dice mirándome.

—Está bien, sigamos la fiesta...

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⏰ Última actualización: Mar 10 ⏰

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