Katherine, una chica de 27 años, ella queda huérfana de ambos padres, y tiene la responsabilidad de sacar adelante a su hermana.
Christopher, un chico de 30 años, que debe contraer matrimonio para cobrar la herencia que deja su abuelo y sobre todo...
Muy rápido pasó un mes, si un mes, en este tiempo estuve trabajando igual, pero los fines de semana estuvieron muy ocupados, eran los días libre que tenía, estuve ayudando con los preparativos del matrimonio, visite a los papás de Christopher y fuimos a cenar también dos veces, el es muy serio solo se tocaron temas necesario pues como debe ser ¿No? Pero no es un ogro, si tiene que conversar lo hace.
Hoy es el día del matrimonio, la verdad estoy muy nerviosa no pensé casarme de esta manera, siempre tuve la ilusión de casarme con una persona que realmente quisiera, pero la vida no es como se planea.
La boda es en el jardín de la casa de los papás de Christopher, un decorado muy lindo con flores de ambos lados, unas cuantas sillas, y un arco de rosas y mantas blancas. Por mi parte solo está Camí, a Noa y mi tía Isa no les dije que me casaré, no las quiero involucrar en esto de igual manera en unos meses ya me habré divorciado. Por parte de Christopher están sus padres, familiares y algunas amistades de ellos.
El vestido es sencillo, no lo quise extravagante, por que es algo simple.
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Estan todos reunidos en el jardín, ya está el juez y me indican que debo salir.
La boda ha comenzado, voy caminando en medio de las sillas, y llegó a dónde está Christopher. El juez comienza a hablar y llega la hora de la verdad:
-Señora Katherine Sanders ¿Acepta usted por esposo al Señor Christopher Jones? ¿Para amarlo, respetarlo, acompañarlo en la salud y en la enfermedad? -pregunta el juez.
Ese momento me paralizo y miro a Christopher, el me hace una señal con sus ojos.
-¡Si acepto!
-¿Señor Christian Jones acepta usted por esposa a la Señorita Katherine Sanders? ¿Para amarla, respetarla y acompañarla en la salud y en la enfermedad?
-¡Si acepto! -contesta el de una vez.
-Por el poder que ampara la Ley, los declaro marido y mujer -concluye el juez. Todos están aplaudiendo emocionados, yo lo miro, el toma mis manos y reposa un beso en mi mejilla, ya que todos gritan beso, beso. Y en un momento después se empiezan a acercar los familiares, amistades y demás personas a felicitarnos.
-¡Felicidades primo! Espero que te estés casando por amor y no la herencia del abuelo -dice Jeremy.
-Gracias -dice Christopher y lo mira con cara de molestia.
-¡Felicidades prima! Bienvenida a la familia -me dice y yo le agradezco.
...
Un rato más tarde, estoy con Camí, Marcus y Christopher en una mesa y se acerca la señora Jones y dice.
-Katherine, hijo, muchas felicidades nuevamente. Espero sean muy felices y logren vencer todo problema y circunstancias -Christopher y yo nos miramos.
Me doy cuenta que tiene un sobre blanco en la mano.
-Esto es para ustedes -dice ella y lo recibo.
-¿Que es mamá? -pregunta el.
-Un viaje a Cancún, México -estoy abriendo el sobre y mis ojos no pueden abrirse más.
-Es mi regalo por su luna de miel, 1 semana en las playas de Cancún, con hotel, y vuelo reservado -nos mira sonriente.
Todos nos miramos, Marcus sabe lo del matrimonio, y Camí también, es la única a quien le conté, no esperábamos algo así, es una boda por contrato, no hay amor, no hay luna de miel.
-Mamá no era necesario -dice Christopher.
-Hijo, estoy feliz por ti, por tu matrimonio, por qué conseguiste una compañera de vida, es lo menos que podría hacer -dice ella agarrando su mentón.
-Señora, muchas gracias de verdad no era necesario que se molestará -le digo.
-No es molestia Katherine, ustedes dediquense a disfrutar, en dos días salen para Cancún -nos miramos de inmediato.
-Dos días -decimos ambos.
-¡Si! Dos días, espero que lo disfruten -dice ella.
Christopher y yo nos miramos, sin saber que hacer o decir por qué ya esta el vuelo reservado. Bueno ya cuando todo esto termine lo hablaremos supongo.
...
La celebración del matrimonio terminó, y Christopher me lleva a mi apartaestudio a buscar la maleta que dejé lista con las cosas que llevaría al apartamento de el, son pocas por qué estaré viniendo constantemente.
-Ve, y yo espero aquí -me dice Christopher al bajarme del auto.
-Ok, no tardo -le digo y el asiente. Entro, voy a la habitación, salgo con la maleta, me subo al auto y nos vamos.
Pasaron como 25 minutos y llegamos al departamento.
-Bienvenida -dice el.
-Gracias -entro y espero a que me indique en qué habitación voy a estar.
