Harry Potter y el Campeón del Campeón -COMPLETO-

Capítulo 5 Slytherins

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de estos personajes. También he tomado una verborrea directa del libro Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Tanto los personajes como el libro son propiedad de JK Rowling y un desastre de otras compañías.

Capítulo 5

Era muy tarde en la noche y Bartemius Crouch Jr. se sentó en su escritorio, contemplando las últimas órdenes de su maestro. 'Potter ESTARÁ en mi cementerio en la fecha y hora acordadas o estaré muy disgustado.' Crouch suspiró mientras pensaba en los planes cuidadosamente establecidos del Señor Oscuro que habían sido destruidos por un solo hechizo descuidado de Potter. 'Incluso entonces, podría haberse salvado, pero el niño tuvo que romperse el brazo encima de eso.'

Otro suspiro escapó del falso maestro de Defensa. Su reloj de bolsillo emitió una campana. Crouch sacó su matraz de cadera y bajó su última dosis de Polyjuice Potion. La poción siempre dejaba un sabor amargo en la boca, así que tomó su botella de Firewhisky y se sirvió un vaso. Luego se recostó en su silla y miró hacia la nada mientras dejaba vagar sus pensamientos mientras trataba de encontrar una solución al desastre en el que se encontraba.

"Cómo puedo llevar a Harry Potter a ese cementerio?" Se preguntó. "Ya ni siquiera está en el torneo. Estará sentado en las gradas con todos los otros estudiantes mientras los campeones, incluido ese idiota pelirrojo amigo de..." Crouch se detuvo cuando una pizca de una idea se le ocurrió. Tomó otro sorbo de su Firewhisky mientras pensaba en esa palabra nuevamente. "Amigo," Crouch sabía que Harry Potter sufría de una enfermedad grave y potencialmente mortal llamada Síndrome de Salvar a las Personas. "Si...si puedo llevar esa planta de savia apestosa cubierta de zanahoria al laberinto...sí, y luego hacerle saber a Harry que su amigo estaba en peligro y necesitaba su ayuda..." Bartemio podía verlo ahora, Harry Potter saliendo corriendo de las gradas hacia el laberinto. "Lanza una llave de puerto con retraso de tiempo y se apresurará directamente al cementerio de mi Maestro."

Crouch se sirvió otro vaso de Firewhisky en felicitaciones a sí mismo. 'YO solo tengo que asegurarme de que Weasley llegue a la tercera tarea. Eso no puede ser tan difícil de hacer.' Mientras tomaba un sorbo del Firewhisky, Crouch no tenía idea de en qué se estaba metiendo.

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'NO PUEDO SOPORTARLO MÁS!' Daphne Greengrass exclamó mientras se examinaba en un espejo. '¿Cómo puedo ser la Princesa de Hielo de Hogwarts si mi mirada helada está cubierta de lágrimas debido a ese olor? ¡Mírame! Mi cabello está encrespado y mis túnicas huelen a estiércol fresco de hipogrifo!' Ella olió sus túnicas. 'En realidad, el estiércol probablemente huele mejor.' Ella pensó en su hermana. 'Aunque Astoria lo tiene mucho peor con su habitación tan cerca de la sala común. Ella no ha dormido en varias noches.'

Aunque Dumbledore y Snape habían tratado de encontrar la causa del olor y fallaron, Daphne estaba segura de que sabía qué, o en este caso quién, lo estaba causando. 'Hay que hacer algo. Si Slytherin, o más importante mi CABELLO, va a sobrevivir este año, entonces los sacrificios tendrán que hacerse y estoy seguro de que sé quién es necesario sacrificar.'

Daphne, junto con su amiga íntima Tracey Davis, comenzó a hacer planes a la mañana siguiente. Compusieron el documento que fue la piedra angular de su estrategia y luego se extendieron para hablar con el resto de su casa. A través de la astucia, la persuasión y la amenaza de traer llamas abiertas a la sala común (la chimenea se cerró debido a razones de seguridad,) pudieron obtener el apoyo de todos los miembros de su casa, excepto el que iba a ser sacrificado.

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Era sábado por la mañana, sólo cuatro días hasta la primera tarea y Ron Weasley sabía que tenía que hacer algo para prepararse para el torneo. Harry y Hermione le habían pedido que se uniera a ellos en Hogsmeade ese día, pero desafortunadamente para los Slytherins, los había rechazado, optar por trabajar en mejorar sus reservas de energía tomando un quinto plato de comida para el desayuno y retirándose de nuevo a su cama para conservar esa energía adicional.