CAP 26

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Había sido un largo día, había estado todo el día en la computadora entre reuniones y papeleo, se había hecho de noche, Víctor probablemente no llegaría a dormir, estos días había comentado sobre una operación que tenía, se veía muy emocionado, me faltaba poco para terminar hasta que escuché la puerta principal abrirse y luego cerrarse con fuerza, salí de mi habitación hasta la sala solo para notar que era Víctor, se le veía algo enojado.

-Pensé que tardaría un poco más -comenté cuando lo vi dirigirse a la cocina

-No quiero hablar ahora -respondió sacando una botella de licor de uno de los cajones y sin siquiera servirlo en un baso lo bebió

-Oye, ¿eso no es malo para ti? -pregunté acercándome lentamente a él

-No me jodas, en este momento no quiero hablar, vete a tu habitación -respondió sin mirarme

-Deja eso -respondí quitándole la botella de las manos- Si tuviste un mal día existen mejores maneras de desahogarse -finalicé

Sin decir nada me arrebató la botella de las manos y se dirigió a la sala donde se sentó en uno de los sillones, lo seguí y me senté junto a él.

- ¿Pasó algo? -pregunté con preocupación

-... -no respondió nada, parecía más frustrado que enojado

-Sabes que puedes confiar en mí -volví a hablar mientras lo miraba

-... Un paciente falleció en mis manos... -respondió finalmente, aquello me dejó fría, no sabia como reaccionar a aquello

-No es tu culpa, no sabias que podría pasar -respondí tratando de animarlo

-Si fue mi culpa, era probable que muriera, pero aun así lo hice -respondió agarrando su cabeza con desesperación

-Intentaste salvarlo, es lo que importa, hiciste todo lo humanamente posible -respondí frotando su espalda

No respondió, se veía totalmente devastado, así que hice lo mismo que haría él si me encontrara en una situación dolorosa, lo abrasé con todas mis fuerzas, al principio se sorprendió por mi accionar, pero luego lo aceptó, se sentía como abrazar a un niño pequeño e indefenso.

- ¿Por qué haces esto? -preguntó casi en un susurro entre el abrazo

-Porque sé qué harías lo mismo por mí, ahora cállate y disfruta -respondí sin soltarlo

-... Me gustas... -comentó en un susurro con la cabeza escondida entre mi cabeza y hombro

-...Tú también me agradas mucho -respondí tratando de sonar lo menos nerviosa posible

-No estás entendiendo, te amo -respondió separándose un poco del abrazo para mirarme a los ojos

Me quedé callada ante tal confesión, no sabia que decir ante eso, no sabía que sentía, él acercó lentamente su rostro al mío para después juntar nuestros labios con total suavidad, por instinto cerré los ojos, luego de unos segundos nos separamos, sentía mi rostro arder, había besado a Víctor, en ese momento llegaron a mi mente los recuerdos de todo lo que había hecho por mí desde que nos conocimos, eso solo hizo que me pusiera mucho más nerviosa de lo que ya me encontraba, no soporté la tención y lo volví a besar, era un beso tierno, como si hubiese pasado tanto tiempo esperando por algo así, él me tomó de las mejillas para intensificar el beso, me encantaba, algunos segundo después nos separamos por la falta de aire.

-Eres perfecta -comentó en un susurro con una sonrisa

Solo sonreí, era la persona más tierna que había conocido, era perfecto, ambos nos acurrucamos uno al lado del otro, encendimos la televisión y vimos una película.

Luces, cámara SEXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora