El secreto de Cignus [Terminado✅️]

Capítulo 22

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Un día de suerte

Con la confesión de su madre, Amanda tenía muchas más preguntas, si la muerte de su abuela Kayla no había sido un accidente eso solo significada que, alguien había provocado su muerte pero ¿Quién sería capaz de algo así? Y más importante ¿Por qué?

Mientras más investigaba, más preguntas se iban formando en su cabeza pero no se iba a detener, ella quería concluir con este misterio que cada día era más enredado y sin sentido alguno.

Sola, es su habitación, se dirigió al escritorio que se encontraba al lado de la ventana que cada día le mostraba el radiante sol, al acercase frente a él, abrió el cajón del lado derecho superior, de ese cajón sacó un paquetito de post it en colores pastel.

Se sentó en su silla giratoria de cuero blanco y decoración negra, en el primer post it escribió en letras claras y grandes El Secreto de Cignus, lo arrancó, se puso de pie, se dirigió hasta el lado derecho de su cama, quitó su cómoda, colocando un gran tablero gris, colgado en la pared para luego proceder a pegar el primer post it, al centro de este, asegurándolo con una tachuela de oficina.

Amanda volvió a su escritorio donde nuevamente tomó otro post it, en este escribió Farida alias Cerina, se dirigió de vuelta al tablero de la pared, asegurándolo con otra tachuela.

La chica de ojos grises repitió el mismo procedimiento por tantas veces que se cansó de ir de aquí para allá, al darse cuenta tenía colocados tantos post it con preguntas e información, que pensó que lo mejor era colgar un tablero más grande.

Luego de ver su tarea acabada, se alejó unos pasos apreciando su obra, cada uno contenía nombres, lugares, algunos con signos de interrogación.

Al apreciarlo de lejos pensó en una posibilidad, aunque muy loca, la posibilidad que sea verdad

»La abuela Kayla puede ser la soberana. —Amanda se repitió esta oración en forma afirmativa, interrogativa y hasta negativa, esa oración sí que sonaba descabellada en voz alta.

Pero ¿Lo será? Quizá la verdadera madre de John lo sea Al fin y al cabo, al menos Amanda, no sabe quien es la Soberana.

»Si la abuela Kayla es la soberana de Cignus, fue por eso que Log me dio estos poderes, Nix dijo que Log no los da, los despierta entonces si la abuela es de Cignus, tengo sangre mágica y Log me despertó este poder, y por eso pude escuchar a los chicos el otro día en le bosque. —Amanda casi grita por lo que pudo o no descubrir.

En el momento de más inspiración y donde su mente más trabajaba, unos pasos en el pasillo se escucharon acercándose a su habitación, por lo que Amanda tuvo que esconder su tablero de investigación tras un cuadro de la fábula de los tres hermanos, que alguien muy especial había pintado para ella.

A tiempo terminó de acomodar el cuadro sobre el tablero cuando su madre llamó a la puerta de su habitación, en casa de Beatrice luego de llamar a la puerta Amanda la dejaba entrar en su habitación, y en la casa de John no fue la excepción.

Beatrice entró luego de que Amanda le indicara que podía seguir, su madre tomó asiento en la cama donde su hija dormía cada noche lejos de ella, Amanda la acompañó tomando asiento en su silla giratoria.

—Amor, ¿Qué quieres hacer esta navidad? —preguntó Beatrice con una sonrisa amigable en su rostro.

—Lo de las últimas navidades. —contestó secamente Amanda.

—No puedes seguir así amor, ayúdame a hacer una cena, podemos ver la saga de Harry Potter

Amanda no dejó que su madre acabará y decidió interrumpirla.

—Mamá, despacio, hagamos la cena y luego dormiré ¿está bien?

Amanda aceptó la cena para tranquilizar a su madre, ella más que nadie sabía lo intensa que esa mujer podía llegar a ser.

—Vale. —aceptó Beatrice con una gran sonrisa.

Al salir su madre de la habitación, Amanda se apresuró a ir nuevamente al lugar donde se encontraba el tablero de investigación, quitó el cuadro de la fábula de los tres hermanos y volvió toda su atención al tablero.

Ahora debía conectar los puntos, debía investigar más, la abuela Kayla no había muerto en un accidente, la persona que la mató debía tener un motivo, por algo tenía que comenzar y sabía muy bien por donde hacerlo, dicen que las generación anteriores ocultan tantos secretos que podrían hacer una libro entero solo de secretos.

De tan sumida que estaba Amanda en la investigación, que no se dio cuenta que alguien más estaba en su habitación, este fue tan silencioso que Amanda no sabía que estaba allí hasta que habló.

—Viendo eso no encontrarás respuestas —la voz de Thot resonó por toda la habitación, muy pocas veces había escuchado hablar a Thot y su voz era ronca, imponente.

—¿Cómo es que entraste? —preguntó Amanda estupefacta.

—Por la ventana —Thot se encogió de hombros, restándole importancia al asunto—. Con tu madre en casa no iba a ser tan imbécil de entrar por la puerta, ¿Qué haces con eso? —señaló el tablero donde estaba la poca o mucha información que tenía.

—Nada que sea de tu incumbencia —respondió Amanda a la defensiva.

Thot solo levantó una ceja, volteó los ojos y soltó un suspiro cansado. Amanda se cruzó de brazos mientras lo miraba fijamente, si algo sabía Amanda, era el efecto hipnotizante que Thot infundía con esa heterocromía tan distintiva de él.

—¿Por qué tienes el nombre de Kayla, allí?

Amanda quedó helada por la pregunta de Thot, «¿Cómo es que Thot conoce a mi abuela?» pensó Amanda confundida e intrigada por saber el motivo por el que Thot conoce a su abuela.

—¿Conoces a Kayla? —preguntó Amanda con verdadera curiosidad.

—¿Por qué no la conocería? Ella es la pesadilla de todos los niños en el pueblo, ella es un monstro de la oscuridad, una sombra que no se va, un ser que proviene del linaje de cazadores y bestias sedientas de sangre.

La chica no comprendía si era una metáfora o habla literalmente, la verdad era que muy pocas veces había hablado con Thot, así que no sabía cual era su forma de hablar, literal o metafóricamente, ¿Quizá ambas?

—¿Ella es de Cignus?

Al parecer la pregunta descoloco a Thot que se quedó viéndola fijamente sin moverse ni un centímetro.

—Sabes mucho pequeña adquisición, pero no ella no es de Cignus, es de otro pueblo, uno que quería destruir al mío.

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