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Era lunes otra vez, Hyunjin iba caminando hacia la escuela viendo como ahora las ramas secas del invierno se convertían en hermosas flores de colores, de vez en cuando se detenía a tomar fotografías para poder pintarlas luego.

Hoy se había levantado de buen humor, había dormido bien y hace varios días que no lo hacía, no había visto a su padre al salir de casa y el clima estaba fresco. Tarareaba por lo bajo la música que sonaba en sus audífonos, cuando llegó a la escuela sintió como la ansiedad subía, decidió alejar esos pensamientos y seguir con su buen humor.

"Uy alguien vino de emo hoy" dijo algún chico que pasó a un lado de Hyunjin.

Fingió no haberlo escuchado, pero lo hizo.

Se dirigió al baño con rapidez, al verse al espejo le gustaba su atuendo pero tal vez si era demasiado, tal vez había exagerado, regresó a su casillero y se colocó su sudadera blanca.

Todo el día se mantuvo haciendo los trabajos de clase rápido para poder irse a su pequeño lugar, en el receso tampoco salió, se sentía demasiado estúpido.

"Hola Hyunjin" Era un mensaje de Minho. "¿Dónde estás?"
"Recuerdo haberte visto en la mañana en el salón pero no te encuentro"
"Llevo esperándote en el salón de arte 10 minutos"
"Estás bien?"
"Me dijiste que no llamadas pero ya me preocupé"

"Estoy bien" contestó Hyunjin.

"Puedo ir a dónde estás?"
"Te compré un Muffin"

"Bien, estoy en la cabaña detrás de las gradas en el campo de fútbol"

"Yendo"

Pasaron un par de minutos y alguien tocó la puerta. Hwang se levantó y abrió, Minho tal y como dijo entró con un muffin en la mano el cual extendió hacia Hyunjin.

-¿Este es tu lugar secreto?

-Algo así.-Respondió Hyunjin mientras comía.

-¿Por qué te escondiste todo el día?

-No te importa.

-Por algo pregunté.

Hwang se limitó a encogerse de hombros.

-Por cierto vi tu playera en la mañana y se veía increíble.

El pelinegro alzó la mirada, Minho pudo ver cierto brillo en ellos.

-Gracias.

-Me gusta mucho esa banda.

-A mi también, no creí que fuera de tus gustos.

-Lo es, de hecho tengo también una playera de ellos solo que casi no la uso.

-¿Por qué?

-No se.

Gracias a la pequeña conversación Minho tuvo la confianza de acercarse más a Hyunjin y sentarse en la mesa que estaba a un lado de donde estaba él.

-¿Vienes aquí muy seguido?

-Algo.

-¿Nadie más viene aquí?

-Desde que yo lo encontré nadie más que yo ha venido, bueno ahora tú.

-¿No te gusta mucho la gente, verdad?

-¿Por qué preguntas?

-Siempre que hay personas te alejas.

-Bueno no todos somos una mariposa sociable como tú.

-Okey Okey, solo preguntaba.-Los ojos de Minho comenzaron a recorrer el lugar.

-¿Tú cómo es que logras hablar con todo el mundo?

-Bueno... creo que es el hecho de que realmente quiero hablarles, solo las palabras fluyen o las preguntas y la gente termina hablando más.

-Yo no podría hacer eso.

-Es agradable hablar con la gente pero también es bueno ser escuchado.

-Creo que nunca me ha pasado ninguna de las dos cosas, no hablo y no puedes escuchar si nadie habla.

Ambas miradas conectaron.

-Puedo escuchar o hablar.-Dijo Minho sin despegar la mirada.

-Gracias.

Hyunjin fue el primero en apartar la vista, Minho era amable, lo sabía, era casi un don pero Hwang aún no tenía muy claro todo, no sabía si quería que fuera su amigo o si solo estaba con él en lo que encontraba a alguien más interesante. Lee Minho era todo lo que Hwang Hyunjin siempre había soñado en ser, era sociable, tenía amigos, era bueno en todo, era guapo, en pocas palabras era genial, en su mente era complicado que alguien así quisiera estar con él.

Hyunjin pensó que estaba bien sin amigos y sin compañía, sin embargo la atención de Minho lo tenía confundido, no sabía que hacer con ella, alejarse era una opción, aceptarla era otra.

-Siempre he sido muy extrovertido, hago amigos muy fácilmente desde que tengo memoria.

El pelinegro soltó una sonrisa agridulce.

-¿Cómo se siente?-Preguntó.

-Irónicamente es muy solitario.

-¿Siempre?

-No, algunas veces realmente crees que tienes a alguien o a todos.

-Vaya.

-Solía creer que le importaba a todos, hasta que trataba de hablar sobre algo serio y ellos me preguntaban sobre la siguiente fiesta o sobre presentarles chicas, Dios ni siquiera saben que soy gay, solo llegan a presentarme a sus amigas y ni siquiera saben si me gustan las mujeres.

-Eso es jodido.

-Lo sé.

El timbre sonó haciendo que ambos chicos cayeran de nuevo a la realidad, el primero en levantarse fue Hyunjin.

-¿Ya te vas?

-Si, tengo que llegar a mi casa. ¿Tú aún no te vas?

-Tengo ensayo de baile en unos quince minutos.

Hyunjin ya se encontraba en la puerta con sus cosas.

-Por favor no traigas a tus amigos aquí, te enseñé mi lugar y me gustaría que nadie más sepa de él, eso incluye que tampoco traigas a tus novios aquí.

-No planeaba decirle a nadie.

-Bien.

-Adiós Hyunjin.

-Adiós.

Sin más Hyunjin dejo el lugar, Minho se quedó observando donde minutos antes se encontraba el pelinegro, un ligero suspiro salió de su boca.

Se bajó de la mesa y salió.

Por su parte Hwang caminaba hacia su casa, al pasar por un ventanal vio su atuendo y al recordar las palabras de Minho sonrió, bajo el cierre de su sudadera dejando al descubierto su playera.

Aún quería alejarse de Minho pero le caía bien, tal vez si hubiera llegado años antes hubieran sido los mejores amigos, pero Hyunjin se cansó de rezar porque alguien lo noté, ahora solo quería ser invisible hasta poder irse, Lee lo había notado por estar en el lugar correcto en el momento correcto, pero si tan solo hubiera esperado media hora para entrar al baño todo hubiera seguido como antes, Hyunjin siendo el raro del que los amigos de Minho se burlan y Minho siendo Minho.

Hyunjin se había acostumbrado a su pequeña burbuja solitaria, dolía estar ahí pero era seguro, algunas veces al ser el dolor lo único que conoces se vuelve reconfortante.

"El vacío de la soledad es mejor que el dolor de la ausencia".

Empty Souls-HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora