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Las flores toman su tiempo en florecer, la gente no ve su crecimiento por estar ocupados en el día a día, sus mañanas rápidamente son tardes y sus tardes vuelan a ser noches, después son otro día más, nunca tendrán la dicha de ver una flor florecer.

Los días volaron, Minho y Hyunjin tuvieron varias citas, algunas se consideraron citas a pesar de basarse en ver películas acostados o simplemente conversar a lado del otro.

Hyunjin pensaba algunos días en el "Te amo" que Minho le había dicho, sabía que había sido sincero, fue un te amo verdadero y Hyunjin lo tenía muy claro, le gustaba pensar en Minho amándolo, tal vez él comenzaba a hacerlo.

Justo ahora estaba pensando en cómo Minho lo amaba, repetía sus palabras una y otra vez mientras miraba al techo blanco, sus manos estaban sobre su pecho y podía sentir como si corazón comenzaba a latir, sentía como si un arcoíris pasara por su estómago, después por su corazón y por último salía como un suspiro por su boca.

El sonido de la puerta principal siendo abierta lo sacó de sus pensamientos, era su madre, escuchaba sus llaves, sus pisadas y al final el sonido de su madre entrando a su habitación.

Hyunjin quería irse, no odiaba a su madre, solo no quería estar ahí, en esa casa, en ese lugar.

Tomó su teléfono y le mando un mensaje a Minho.

"¿Puedo ir a tu casa?"

Mientras esperaba su respuesta una notificación llegó a su celular.

"La universidad de Seúl te esta buscando. Inscripciones abiertas."

Hyunjin suspiro. Llegó otra notificación.

"Siempre" contestó Minho.

Hyunjin tomó su sudadera y bajo las escaleras para hablar con su madre antes de irse a casa de Minho.


Minho escuchó los golpes en la puerta y corrió directo a abrir.

-Creí que te daba vergüenza tocar.-Dijo Minho al ver a Hyunjin.

-Bueno, después de dormir aquí tantas veces, después de salir contigo varias veces y después de  besarnos tantas veces, creo que simplemente la vergüenza se fue.

-Oh, ¿así que ya no eres tímido?

-Contigo creo que ya no.

-Que bueno que me dices eso porque estaba por proponerte subir frituras y que te quedes a dormir conmigo, mientras vemos una película acostados.

-Si, hagamos eso.

Tal y como fue acordado ambos subieron y se quedaron acostados hasta que cayeron dormidos entre bolsas de frituras y mantas.

Hyunjin despertó en la madrugada para ir al baño, al regresar a la habitación vio a Minho dormido, se veía tan pacífico y tranquilo durmiendo, tenía los labios ligeramente separados dejando ver parte de sus dientes, Hyunjin pensó que era tierno.

Sentía como su corazón latía, era justo así como siempre había imaginado el amor, tan absurdamente lindo y cursi, se puso en cuclillas frente a Minho y lo siguió viendo, sus perfectos labios rosas y sus pestañas tan largas y perfectas, su nariz respingada y sus cejas cafés.

Mientras Hyunjin lo miraba atentamente vio como los ojos de Minho fueron abiertos de golpe asustándolo.

-¿Qué haces?-Pregunto Minho.

-Nada.

-Eres raro.

-Lo soy.

-Que bueno que lo admitas.-Dijo el mayor volviendo a cerrar los ojos.

Hyunjin volvió a recostarse en la cama, pero esta vez tardó en quedarse dormido, miró al techo mientras sus pensamientos lo envolvían, hasta que al final encontró el sueño entre el embrollo de ideas.

Al despertar sintió una mano posada en su estómago impidiéndole levantarse, era la mano de Minho quien lo tenía rodeado, sentía un ligero cosquilleo justo donde estaba Minho tocándolo.

-Necesito levantarme Minho.-Susurró.

-No tienes que, podemos quedarnos toda la vida aquí.

-No creo que sea posible.

Minho volteó su rostro a Hyunjin y se acercó plantando un beso en su nariz.

-Tenemos que ir a la escuela.-Recordó Minho.

-Lo sé.

-Hay que quedarnos cinco minutos más así y después nos alistamos.

-Bien.

Hyunjin al ver el rostro de Minho cerrando los ojos otra vez decidió hablar.

-Minho...-

-Mhm.

El valor que tenía para hablar se había esfumado.

-No, nada.

Los cinco minutos pasaron y tal como lo dijeron ambos se levantaron y se prepararon para ir a clases, aún era temprano así que se dirigieron a la escuela caminando.

Sin pensarlo mucho Hyunjin tomó la mano de Minho al caminar, el mayor no se inmutó, solo aceptó el toque y siguió caminando, pero su corazón amenazaba con salir por su garganta, Hyunjin en cambio sentía como la alegría lo inundaba, no podía parar de sonreír, así que miraba hacia el suelo para no verse tan raro.

Al llegar a la escuela se separaron para sentarse en sus respectivos lugares, algunas personas los vieron tomados de la mano, Minho pudo sentir las miradas encima, sin embargo solo le importaba una en especial y esa era la del chico que estaba sosteniendo su mano. Podría tener mil miradas sobre él y seguiría atento a esos ojos cafés que rondaban siempre por su mente.

La clase comenzó.

El profesor frente a ellos hablaba sobre la graduación, solo les quedaba un mes de clases, la mayoría ya sabía a qué Universidades aplicarían, algunos otros ya tenían sus lugares en las mejores universidades del país. En el salón comenzó a escucharse la queja de sus compañeros por no querer abandonar la escuela, no querían dejar a sus amistades para iniciar una nueva etapa.

-El fin da paso a un nuevo comienzo chicos, el nuevo inicio de quienes serán en el futuro, la gente que conocieron aquí podrá esperar mientras ustedes hacen sus sueños realidad.-Dijo el profesor.

El ruido y pláticas siguieron durante unos minutos más, Minho veía atentamente la silueta de Hyunjin, 'no quiero que esperes' pensó. Unos minutos más bastaron para que el profesor siguiera con su clase y el demás ruido desapareciera.

Minho siguió viendo la espalda de Hyunjin el resto de la clase, las voces de su profesor pasaban a segundo plano.

Cuando el receso inició el mayor camino hacia el asiento de Hyunjin.

-¿Irás al salón de arte?-Pregunto Minho.

-Si, ¿irás con tus amigos?

-No, hoy quiero estar contigo todo el tiempo que pueda.























No quiero terminar esta historia:(.

Gracias por leer, comentar y votar<3.

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