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Hyunjin escuchó los gritos desde afuera, no quería entrar pero sabía que tenía que hacerlo, podía escuchar el sonido de las cosas caer, sus manos comenzaron a temblar.

Tomó el picaporte y lo giro lentamente esperando pasar desapercibido, mas no sabía que la otra persona lo estaba esperando. Hyunjin cruzó la puerta y su madre estaba frente a él, sus lágrimas caían por sus mejillas corriendo su maquillaje, su  madre era unos centímetros más pequeña que él, pero, en ese momento se sentía tan pequeño frente a ella

-Hola mamá.

-¿Sabes dónde está tú padre?

Hyunjin quería retroceder pero su madre lo tomó de los hombros impidiendo su plan, el olor a alcohol llegó a la nariz de Hyunjin.

-No lo sé.-Respondió, su voz sonaba débil, asustada.

-Se fue. Nos dejó a ti y a mí, decidió irse porque ya no nos aguanta.

-¿Cómo que se fue?

-¡UNA MALDITA NOTA! ¡AÑOS DE MATRIMONIO Y SOLO UNA PUTA NOTA DEJÓ!

Podía sentir como su agarre era más fuerte cada vez, sabría que dejaría marca, sentía como sus uñas se clavaban en su piel.

-Pero..

-¡POR UNA ESTÚPIDA ZORRA!- soltó a Hyunjin empujándolo.

Las lágrimas de Hyunjin empezaron a caer de su barbilla.

-¿Acaso me volví muy vieja? ¿O solo se decepcionó de que no pude darle un buen hijo?

Hyunjin estaba inmóvil frente a ella, apretando sus puños como un niño.

-N no creo que sea así, tal vez va a regresar, tal vez..

Sus palabras fueron cortadas por una cachetada.

-¡CÁLLATE!-

Podía sentir como su mejilla comenzaba a arder.

-¡LARGATE HYUNJIN! ¡TU PAPÁ NOS ACABA DE DEJAR LO ÚLTIMO QUE QUIERO ES VERTE LA CARA!

Su madre lo volvió a tomar de los hombros pero esta vez fue para sacarlo de la casa, lo había hecho antes pero siempre se arrepentía a los minutos, así que Hyunjin se quedó en la puerta a esperar a que su madre saliera y lo dejara entrar.

Se ponía muy mal siempre que bebía, si no eran berrinches eran gritos, ahora realmente se había enojado, a Hyunjin no le interesaba que su papá se haya ido, le daba igual, apenas y lo veía.

Espero pacientemente, paso una hora, después dos, a la tercera hora supo que no iba a abrir, no tenía a dónde ir pero tampoco quería quedarse parado ahí esperando algo que no llegaría. Se levantó y caminó, no sabía a dónde iba simplemente caminó y caminó hasta que llegó a un lugar. La casa de Minho.

No sabía cómo había llegado hasta ahí, solo veía hacia el piso todo el camino, ni siquiera estaba pensando solo camino hasta ahí.

Era de madrugada así que no planeaba tocar.

"Estás despierto?" Le envió un mensaje a Minho.

"Si" contestó rápidamente.

"Puedo ir a tu casa?"

"Si"

"Bien, ya estoy afuera"

"Voy"

A los pocos minutos la puerta fue abierta, ahí estaba Minho con una pijama a cuadros y con su cabello despeinado.

-Entra rápido.-Dijo susurrando.

Hyunjin hizo lo que le dijo, al entrar Minho acercó su dedo a su boca indicando que se mantuviera en silencio, lo tomó del brazo y lo guió por la casa hasta su habitación.

Una vez ahí encendió la luz y pudo ver claramente el rostro de Hyunjin, su labio tenía una pequeña línea de sangre y su mejilla estaba roja.

-¿Qué te pasó? ¿Estás bien?-La preocupación se escuchaba en su voz.

-Si, bueno... es complicado.

-Espérame aquí.

Minho salió de la habitación, fue hacia su baño a buscar el botiquín de emergencias y lo llevó hasta su cuarto.

-Deja que te cure primero.

Hyunjin no sabía que eran más de la mitad de productos que le puso pero decidió no preguntar.

-Fue mi mamá.

-¿Por qué? ¿Te golpea seguido?

-Es la primera vez, se emborrachó y perdió el control o algo así.

-¿Pelearon?

-Mejor hay que cambiar de tema.

-Está bien.

-¿Tus padres están aquí?-Minho término de curarlo y comenzó a guardar todo.

-Si, tienen un sueño pesado pero aún así mejor no hacer mucho ruido.

-Oh.

-Perdón que vuelva a traer el tema a la conversación pero de verdad te ves lastimado. ¿Tú papá no te defendió o alguien más que estuviera?

-No, solo estaba mi mamá y yo. Podemos dormir ya, estoy cansado.

Minho no hablo más, sacó una pijama para Hyunjin y se dio la vuelta mientras este se cambiaba.

Apagaron las luces y se recostaron en la cama, ninguno de los dos parecía poder conciliar el sueño aun así no se movían para no incomodar al contrario.

No se veían, Hyunjin estaba del lado de la pared, mirándola y pensando, sabía que mañana su madre se iba a arrepentir o al menos eso pensaba hace unas horas, en estos momentos ya tenía sus dudas.

Hyunjin se dio la vuelta y viendo la espalda de Minho decidió hablar para desahogarse.

-Mi papá se fue de la casa hoy, nos abandonó, por eso mi madre tomó.

Lee volteó su cuerpo, quedando así frente a frente con Hwang.

-Supongo que fui lo primero que vio para descargar su enojo.

Minho viéndolo ahí con sus ojos llorosos guió una de sus manos a la mejilla de Hyunjin y susurró "lo lamento", su voz era tan baja que apenas llegó a los oídos del pelinegro.

-Gracias.-Hyunjin no sabía en que momento había empezado a deshacerse en lágrimas, no sollozaba solo rodaban las gotas por sus mejillas, Minho trató de limpiar cada una de ellas pero al ver que no podría lograrlo se limitó a acariciar la cabeza de Hyunjin.

No supieron en que momento el sueño llegó a ellos, pero cayeron dormidos en cuestión de minutos, ambos estaban cansados, el dolor parecía no poderlos alcanzar al cerrar los ojos. Dormidos tenían la cabeza despejada y alejada de la vida cruel y el sufrimiento, preferían la negrura del sueño a la tortura de la existencia.

Y por primera vez en un sueño profundo sintieron la calidez de un cuerpo a lado suyo, aún no eran cercanos pero podían sentir como sus almas se acurrucaban juntas hoy.

Empty Souls-HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora