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El sonido del mundo despierto lo hizo abrir los ojos, poco a poco pudo hacer que la luz no lo molestara, los rayos del sol entraban ligeramente por su ventana la cual a pesar de tener cortina dejaba escapar unos pequeños hilos de luz.

Al ser más consciente de lo que lo rodeaba, pudo ver como su mano seguía tocando la de Hyunjin, su atención se posó en ambas manos estando una encima de la otra, sus ojos fueron escalando poco a poco hasta llegar al rostro de Hyunjin quien lo estaba viendo atentamente.

-¿Llevas mucho tiempo despierto?-Pregunto Minho.

-No tanto.

Ambos comenzaron a jugar con los dedos de la mano contraria, no se veían a los ojos, la vergüenza aún los golpeaba.

-¿Tus padres aún no se van?

-¿Qué hora es?

-Como las ocho.

-Ya se fueron.

-Oh.

Minho por fin miró a Hyunjin a la cara, sus moretones eran aún más visibles y su labio estaba un poco inflamado.

-¿Te duele?

-Si, un poco.

-Lo siento.

-¿Por qué? Tú no me pegaste.

-No, pero lamento que alguien lo haya hecho.

Los ojos de Hyunjin se conectaron con los de Minho.

-Gracias.

Se quedaron unos minutos más en la cama, no hablaron, solo se quedaron recostados un poco más, ninguno de los dos estaba listo para enfrentar al mundo saliendo de la cama, mucho menos Hyunjin.

El primero en levantarse fue Hyunjin, se vistió y tomó sus cosas, tenía que arreglar las cosas con su mamá, no podía correr demasiado de ese problema.

-¿No quieres desayunar primero?

-Tengo que irme.

-Preparo unos waffles increíbles, te juro que no te vas a arrepentir. -Minho no quería que Hyunjin se fuera, le daba miedo lo que su madre le pudiera hacer y tampoco quería quedarse solo.

-Está bien, pero si no son buenos te lo haré saber.

-No te vas a arrepentir.

Lee bajo en pijama a la cocina, estaba demasiado emocionado como para bañarse antes, siempre desayunaba solo, realmente tampoco sabía si sus waffles eran increíbles ya que nunca había nadie para darle su opinión.

Hyunjin estaba sentado en la barra de la cocina mientras Minho cocinaba, ambos hablaban de lo que se les viniera a la mente, la vergüenza poco a poco se había disipado, después de todo solo eran ellos dos en la cocina.

El pelinegro veía atentamente todo lo que hacía el mayor, se veía lindo cocinando con su cabello despeinado y su pijama a cuadros.

Minho no mentía realmente sus waffles eran increíbles, una vez que Hyunjin se llevó un pedazo a la boca Minho lo miró atentamente esperando su reacción.

-Son decentes.

-Te encantaron, se ve en tu cara.

-Si, son muy ricos.

Empty Souls-HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora