—¡Realmente tienes que...!, ¡Tienes que estarme jodiendo, Muppet! —. Carlos gritó, golpeando el suelo con la palma de su mano. Se había caído de la cama del británico en la cual se encontraban originalmente hablando después de que el menor llamase a su mejor amigo en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquel infortunado suceso debido a la exagerada risa maníaca que no había cesado desde que Lando empezó a relatarle su primera charla con Óscar Piastri.
—¡Demonios, Carlos, deja de reírte!—. Exclamó el menor, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amigo, frustrado, avergonzado y muy rojo. —Me haces sentir mucho peor.
El mayor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.
—No creo que eso sea humanamente posible, Lando —Confesó su mejor amigo, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentado en el piso.— Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Piastri es: "¿Me dejas chupartela?"-. Las mejillas de Norris estaban ahora de un intenso color carmesí. —Solo por que te quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-oscarcito, no tan mini, según lo que me estás contando... no te da derecho de ser un indecente. Debiste invitarle un café primero.
—¡CARLOS, ya basta!—. Gritó Lando tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Oscar.
Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro del chico se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir una palabra y Lando, enseguida, se dio cuenta de lo profundo que había metido la pata.
"L-lo siento... creo que debo irme".
Fue lo único que pudo articular el castaño, quien se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Lando con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.
—Debo disculparme con él.— Balbuceó Lando, aún con el rostro enterrado en la almohada.
—¿Hm?. —Inquirió su mejor amigo, subiéndose a la cama y quitándole la almohada del rostro.—¿Qué has dicho?
—Que debo disculparme con él. No podré vivir en paz conmigo mismo si él sigue teniendo una errónea impresión de mí, Carlos—. Dramatizó el menor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amigo de los hombros. —¡Lo traumaticé!
—Sí, eso me ha quedado bastante claro.— Ironizó su mejor amigo, rodando los ojos. —Pero créeme cuando te digo que Oscar va a estar ignorándote hasta en los almuerzos. Debe estar tanto, o más, avergonzado de que tú.
—Por eso tú me ayudarás a atraparlo.— Canturreó Lando, sonriendo exageradamente.
—Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más.— Analizó Carlos, llevándose los dedos a la barbilla, con una expresión pensativa.
-
—¡Chiliii...!—Lloriqueó el menor, fingiendo llorar. —Debes ayudarme... quiero disculparme con Oscar... no puedo dejar las cosas así, aunque me muera por tener ese gran pene entre mis manos. Quizá si me disculpo con él podamos ser amigos y me deje... me deje... oh, demonios, voy a tener una erección si sigo pensando en él.—Ew, Muppet, eres asqueroso— Se queja Carlos, empujando a su mejor amigo hasta hacerlo caer al suelo.—Pero te ayudaré sólo por que me ayudaste a pedirle una cita a Charles antes de que fuéramos novios, te la debo.
—Eres el mejor amigo del mundo— Grita Lando, lanzándose a los brazos de Carlos.
—Vale te ayudo, pero a cambio de una sola cosa. —Pide el madrileño, apartándose del abrazo.
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Falofilia [Landoscar]
Short Story❥˙๑| Donde diecisiete centímetros no son suficientes ❥˙๑ Créditos a @thebunnyshiteu quien es la creadora original de la obra.