Último día del verano

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*Domingo 31 de agosto*

Fermín

Había estado casi todo el verano con Gavi y quedando con algunos compañeros de la plantilla, pues todos eran muy majos y me habían acogido muy bien en el club. Era el último día del verano, y todos habíamos estado fuera de Barcelona, en nuestras ciudades o viajando. Así que habíamos quedado Ferran, Pedri, Balde, Gavi, Lamine y yo e íbamos de camino a la playa para aprovechar bien el día. Ya que mañana teníamos que entrenar.

Como eramos seis y no cabíamos todos en un mismo coche habíamos obligado a Lamine a tumbarse en el suelo para que no nos pillaran, ya que él era el más chiquitito.

— Me está doliendo la espalda que te cagas, como me de un tirón me pagáis el fisio cabrones.

Todos nos echamos a reír por su comentario. Yo estuve todo el camino escuchando música y durmiendo. En menos de quince minutos más de trayecto por fin habíamos llegado a una playa en la que no había prácticamente nadie, tan solo un par de parejas, por lo que no teníamos mucho riesgo de que nos reconocieran.

Ferran aparcó y todos bajamos del coche. Fuimos hasta el maletero y empezamos a sacar bolsas y toallas.

— Madre mía, por fin estiró las piernas, a la vuelta va Gavi— decía Lamine fulminandonos a todos con la mirada.

— ¿Y yo por qué?— preguntó él sevillano indignado.

— Pues porque eres el siguiente más pequeño— dijo sacándo la lengua.

Reímos al ver como Gavi se picaba y se iba enfurruñado  con los demás hasta la arena. Clavamos tres sombrillas para caber todos y después dejamos las toallas para ir todos corriendo al agua.

Ferran, Lamine y Balde fueron corriendo y se tiraron de golpe, Gavi, Pedri y yo fuimos despacio. Cuando nuestros pies tocaron el frió agua del océano retrocedimos para atrás casi a la vez.

— No me digáis que tenéis frío, ¡Pero si está estupenda!— dijo Balde salpicando un poco de agua.

Los tres que estaban metidos en el agua compartieron una mirada que a ninguno de los que estábamos fuera nos gustó, y efectivamente cinco segundos después Ferran corría detrás de Pedri para tirarlo, Lamine ya me había alcanzado y me había tirado al agua y Balde  había cogido en brazos a Gavi para soltarle dentro del agua.

Una vez ya estuvimos todos mojados decidimos jugar a la pelota. Todos hicimos un circulo en el agua y la cosa era que no se cayese, así que con la cabeza nos tiramos horas y horas dándole a la bola, tanto que cuando llegó la hora de comer tuvo que ser Pedri el que nos obligó a salir del agua.

— ¡Chicos, como tardéis mas nadie nos va a dar de comer!

Todos recogimos nuestras cosas apresuradamente y nos fuimos a un chiringuito de esa misma playa. Cuando entramos un chico muy amable nos dió una mesa y empezamos a pedir comida y bebida, una vez nos las trajeron empezamos a comer.

— ¿Os habéis enterado de los nuevos fichajes del club?— preguntó Ferran al aire.

Todos asentimos.

— João Félix y João Cancelo, son los únicos que han hecho oficiales por ahora— contestó Balde.

Cuando Balde dijo los nombres noté como Gavi a mi lado se atragantaba con el agua y reí mientras daba golpecitos en su espalda.

— ¿João Félix? Venga ya, ¿En que momento se ha hecho ese oficial?— dijo lleno de rabia sacando su móvil y viendo que efectivamente el Barça había confirmado esa misma mañana que al día siguiente entrenarían con nosotros.

— Tío, no te preocupes, lo vuestro solo fue un encontronazo en el campo, seguro que es majo— dijo Lamine siendo apoyado por Pedri que asentía a su lado.

— Si yo no digo que no sea majo, pero si no lo quieren en ningún club será por algo...—dejó la frase un poco en el aire.

— Ya, pero nosotros tenemos que hacer que se integre, creo que nadie se merece que lo traten como lo tratan a él, por muchas cosas malas que haya hecho o no, todo el mundo se merece una oportunidad— dijo Pedri, desde que lo había conocido era la persona mas buena y honesta en todo el mundo que había visto, pues siempre sacaba el lado positivo de las cosas y cuando sonreía le salían dos pequeñas arruguitas al lado de los ojos que me parecían bastante tiernas.

Gavi se encogió de hombros y asintió, pues todo el mundo se merece una oportunidad, pero no se porque tenía la sensación de que iba a ser más complicado de lo que parecía, pues los suspiros de Gavi me confirmaban que no le gustaba mucho la idea.

Al terminar de comer todos fuimos a otra parte distinta de la playa, eran unas rocas encima de la arena que daban a una cala de agua donde había algunos pececitos que entraban y salían de la cala.

Todos nos sentamos allí y decidimos jugar una partida al Uno, nos encantaba jugar a ese juego con Gavi porque todos sabíamos que no le gustaba y que se frustraba mucho.

— Chupate dos Gavi— dijo Lamine con una sonrisa de oreja a oreja.

Gavi lo fulminó con la mirada mientras agarraba las dos cartas que le correspondían.

— Espera que hago justicia por ti— dijo Ferran que se encontraba a su lado— Chupate cuatro Lamine.

Lamine sonrió y hecho otro más cuatro.

— Chupate ocho Pedri.

— Chupate diez Fermín.

— Chupate catorce Balde— dije echando la carta.

— Chupate dieciocho Ferri.

— Dime que tienes otro chupate cuatro— dijo Ferran con cara de terror mientras echaba él otro más cuatro.

Gavi tiró las cartas desesperado.

— ¡Pues no! ¡No tengo un más cuatro! ¿Por qué soy yo siempre el que pierde en esta chorrada de juego?— dijo bufando con rabia a lo que todos nos echamos a reír, incluido él.

— Creo que deberíamos dejar de jugar ya— dijo Pedri levantándose y frontando el hombro de su amigo con cariño.

— ¿Y si nos vamos de fiesta a algún bar cercano de aquí?

Todos apoyamos la idea de Balde y recogimos nuestras cosas. Una vez las guardamos todas en el coche fuimos a buscar algún pub para poder tomar algo.

En el momento en que pasamos la puerta de entrada todo se descontroló. Todos bebimos como nunca, y había perdido de vista a la mitad del grupo. Iba un poco tambaleante y mareado debido al alcohol, y me estaba riendo junto con Balde porque Pedri bailaba de manera sensual.

De repente el calor empezó a invadir mis mejillas y el sudor resbalaba por mi frente, pero no podía parar de mirar como Pedri movía sus manos de arriba a abajo frotando todo su cuerpo bajo las luces de colores de la discoteca y me quedé totalmente embobado mirando aquellos movimientos. Me fijé en el pelo de Pedri sudado echado a un lado, en sus mejillas coloradas, en su cuerpo...

— Oye, ya es tarde, deberíamos irnos— la voz de Ferran me sacó del trance y todos asentimos, Pedri se fue a buscar a Gavi y a Lamine y después salimos fuera. Nos montamos en el coche y volvimos a Barcelona...

——
Segundo capítulo de esta historia, como veréis es el mismo que el primer capítulo de la del "último partido" pero narrado por Fermín. ¿Creéis que en la fiesta Fermín ha sentido... Algo? ¿Que habrá sentido?  Ponedmelo en los comentarios, que ya sabéis que me encanta leeros y responderos a todos (aunque no siempre puedo jeje) espero que os haya gustado y ya sabéis que una ★ se agradece un montón, nos vemos en el próximo, chaooo🫶🏼

El Primer Partido (Pedri X Fermín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora