¿Embarazada?

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*Jueves 4 de septiembre*

Fermín

Me levanté al día siguiente porque alguien acariciaba de arriba a abajo mi espalda y susurraba mi nombre en mi oído.

— Fermín— otra vez el susurro.

Levanté la mirada aún soñoliento y miré a Pedri que sonreía debajo de mí. Llevo su mano hasta mi flequillo y lo apartó de mi cara.

— Hay que despertarse...

— ¿Por?— pregunté aún dormido y desubicado.

Él soltó una risa floja que me hizo derretirme.

— Hay que volver a Barcelona.

Ahí es cuando caí en que estábamos en Pamplona y teníamos que coger el vuelo aquella mañana. Me incorporé un poco y miré a ambos lados de la habitación.

— ¿Y Ferran?— pregunté volviéndome a dejar caer sobre el pecho desnudo de Pedri.

— Ha ido a desayunar.

Asentí girando mi cabeza para mirar por la ventana, pero Pedri agarró mi barbilla y me acercó a él para dejar un delicado beso sobre mis labios.

— ¿Te arrepientes de lo de anoche?— preguntó al separarse.

Negué con la cabeza.

— Nop— lo miré a los ojos— ¿Tú?

Negó con la cabeza y sonrió.

— No.

Después de un par de besos más salimos de la cama y empezamos a vestirnos, bajamos a desayunar con nuestros compañeros y al terminar volvimos a subir para hacer la maleta y salir del hotel.

Una vez llegamos al aeropuerto nos separamos para coger cada uno su asiento, yo iba al lado de Lamine y de Ferran. Me puse los cascos con música pero antes de poner el modo avión mandé un mensaje.

Mía🤍

¿Puedes quedar hoy? Tenemos que hablar,
es importante.

Holaa amor, claro que sí, ¿Sobre que es?

Es mejor que te lo cuente en persona.

Vale... ¿En mi casa a las 17:00?

Ok.

Me dejó en visto y después de eso ya si puse el modo avión y me acomodé para pasar el resto del vuelo durmiendo y escuchando la música que salía de mis auriculares.

...

Un par de horas después por fin habíamos aterrizado en Barcelona, así que nada más salir me despedí de mis compañeros, me fui hasta mi coche y conduje a la casa de Mía. Una vez llegué, aparqué enfrente de su puerta y toqué el timbre.

Ella me abrió sonriente con su pelo rubio recogido en una trenza y sus ojos azules resaltados por el rímel en sus pestañas.

— Hola amor— fue a darme un beso en los labios pero la aparté, ella me miró extrañada— ¿Que te pasa?

— ¿Podemos pasar? Quiero hablarlo tranquilamente.

Ella asintió y se apartó de la puerta para dejarme entrar, los dos nos sentamos en el sofá y yo pasé mis manos de arriba a abajo por mis muslos sin saber muy bien que hacer hasta que encontré las palabras adecuadas.

El Primer Partido (Pedri X Fermín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora