Las lámparas iluminaban el gran jardín, mientras la música producida por el baúl, clarinete y violín entonaban una amena y movida sinfonía, celebrando la reciente unión de dos reinos.
Jungkook y Taehyung caminaban juntos, recibiendo los saludos y buenos deseos para su matrimonio de parte de los nobles y reyes.
—Bendiciones, que su reinado sea muy próspero— se acercó un noble que venía acompañado de su omega e hijas.
—Muchas gracias— sonrió Jungkook, viendo fijamente a la chica de cabello castaño que mantenía la mirada baja detrás de su padre.
—Felicitaciones por su boda, altezas— la omega del noble hizo un reverencia, antes dando una mirada a su esposo para pedirle permiso, que por suerte fue concedido —Príncipe Jeon sin duda la belleza de su omega es admirable.
—Tiene razón, tan admirable como la belleza de su hija— halagó, mirado nuevamente a la chica de cabello castaño.
El rostro de Taehyung se endureció fingiendo una sonrisa, como se atrevía a coquetear en su cara, pero se calmó al recordar las palabras de su abuela, que mantenía sus ojos puestos en él "Se un buen príncipe omega y compórtate como tal, tu alfa tiene el control de ti ahora, mientras él no te lo pida no hables".
—Gracias su alteza, ella es Sarina— la chica de cabellos castaños hizo una reverencia.
—Un honor alteza, es muy apuesto— se inclinó, sonriendo coqueta, ignorando por completo a Taehyung.
Jungkook asintió con su cabeza, viendo a Taehyung muy enfadado, se le podía ver en su rostro. —Gracias, señorita Sarina.
—Ella es Hada, mi hija menor— una niña de diez años se presentó haciendo una corta reverencia.
—Holas sus altezas, me llamo Hada— habló informal, acercándose contenta a Taehyung —Hola su alteza, me gusta mucho su atuendo.
—Muchas gracias Hada, eres una alfa muy encantadora— se inclinó a la altura de la niña, regalándole una sonrisa.
—Cuando sea grande quiero tener un omega tan bonito como usted— inocentemente dejó un beso en la mejilla de Taehyung, que sonreía y seguía escuchando a la niña —Cuando sea grande ¿podría casarse conmigo?.
Taehyung se hizo el que lo pensó mucho, iba ha hablar y le importaba una mierda que Jungkook sea su alfa —De acuerdo, cuando seas grande búscame en este mismo castillo.
Hada dio un gritito feliz, yendo nuevamente hacia sus padres, quienes hicieron una reverencia y se fueron.
Taehyung al verlos marcharse rápidamente mostró el desagrado que sentía, como se atrevían esos tontos nobles a ignorarlo solo por ser omega, también era príncipe, pero cuando sea rey nadie lo mantendría callado.
—¿Qué me miras?— preguntó, observando como Jungkook lo mirada burlón.
—El principito está muy callado— Jungkook era astuto y en el corto tiempo que interactuó con la reina se había dado cuenta de sus ideologías y el poder que ejercía por el momento en Taehyung, que por supuesto lo tomaría como un punto extra.
—No creo que te importe.
—No es la manera de contestar a tu alfa y esposo.
—¿Alfa? No me hagas reír— empezó a caminar, dejando a Jungkook atrás.
—No dejes solo a tú esposo— lo agarró del brazo sin medir sus fuerza.
—Me estás lastimando, Jungkook, no quiero armar un escándalo— Taehyung se estaba contenido las ganas de golpearlo y si no se alejaba del alfa sentía que en cualquier momento explotaría.